Reformar una cocina puede ser una de las inversiones más importantes (y complejas) dentro de una vivienda. No solo se trata de una cuestión estética, sino también funcional, fluidez en los movimientos y aprovechamiento de espacio. El arquitecto Edu Saz, tras varios años de experiencia en el sector, ha analizado algunos errores típicos que suelen cometerse al diseñar un espacio como este. En uno de sus vídeos, comenta que uno de los más relevantes tiene que ver con su distribución, donde las esquinas juegan un papel clave. 

Según Saz, muchas personas no prestan suficiente atención a estos puntos críticos durante el proceso de reforma, lo que puede derivar en cocinas incómodas, mal organizadas y, sobre todo, mucho más costosas de lo necesario. Por eso, en este artículo, nos centramos en uno de los aspectos que él destaca como especialmente conflictivo: las esquinas en la cocina. 

Las esquinas: un punto débil que puede subir el presupuesto de nuestra reforma

"El diseño de cocinas es complejo, y las esquinas son siempre lugares difíciles de resolver en arquitectura", afirma Edu Saz en el vídeo. Este tipo de rincones, que a menudo parecen inocentes e incluso pasan a un segundo plano de nuestra mirada, representan uno de los mayores retos tanto a nivel de diseño como de funcionalidad. No solo en cocinas, "también en el diseño de edificios", señala.

¿La razón? Es doble. Por un lado, las esquinas requieren soluciones específicas para no desperdiciar espacio. Por otro, encarecen el proyecto. "Las esquinas siempre aumentan el presupuesto de una cocina", explica Saz. Esto se debe a que muchas veces requieren mobiliario especial, como módulos en ángulo, bandejas giratorias o estructuras extraíbles que permitan aprovechar esos huecos difíciles de alcanzar.

Cocina estrecha alargada topo desayunador barra
Foto: Foto: @phelipe_eizaguirre_decophoto.  Proyecto: @cocinascjr

En algunas cocinas grandes, los diseñadores incluso optan por no utilizar las esquinas directamente, organizando el resto del mobiliario, de manera que ese espacio no condicione el resto de la distribución. Pero cuando no queda más remedio que incluirlas, lo ideal es que su resolución sea lo más limpia y práctica posible. "Siempre hay que buscar una forma de solucionarlas y una forma lo más limpia posible para aprovechar el espacio", añade.

El triángulo de trabajo: la clave en una cocina funcional

Las esquinas no son el único aspecto a tener en cuenta cuando hablamos de una buena distribución. Al elegir mal dónde irá cada mueble o cada zona de trabajo, la funcionalidad se pierde en este tipo de fallos. Para evitarlos, el arquitecto sugiere volver a un concepto básico, pero clásico, que a día de hoy sigue muy vigente: el triángulo de trabajo. Este sistema, desarrollado en los años 20, sigue siendo útil hoy en día para conseguir cocinas más eficientes. Según Saz, "las tareas principales en la cocina doméstica se llevan a cabo en la zona de almacenamiento, la zona de preparación y la zona de cocción". 

cocina con isla central color gris y espejos
Foto: Iñaki Guridi - Proyecto: Amaia Arana Arquitectura

La idea es que estas tres zonas formen un triángulo imaginario que minimice el desplazamiento innecesario y mejore la experiencia al cocinar. Este concepto puede adaptarse a distintos tipos de cocina: desde las cocinas rectas, en las que las zonas se ordenan de forma lineal, hasta las cocinas en 'L', en 'U', paralelas o con isla. El objetivo es siempre el mismo: lograr fluidez y funcionalidad.

Si estás planteando reformar tu cocina, presta atención a los detalles que parecen menos evidentes. Como señala Edu Saz, resolver bien las esquinas no solo mejora el resultado final, sino que puede evitar sobrecostes y problemas de uso en el futuro. Y, por supuesto, no olvides pensar en el conjunto: una buena distribución puede marcar la diferencia entre una cocina bonita y una realmente eficiente.

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