En una vivienda bien aislada térmicamente, con buenas carpinterías y ventanas con rotura de puente térmico, la pérdida energética es menor y, en consecuencia, disfrutaremos de un interior fresco en verano sin necesidad de recurrir en exceso al aire acondicionado. Además, es importante parar el exceso de sol con ayuda de toldos, persianas y contraventanas, elementos propios de la arquitectura mediterránea. Aclaración hecha, hemos hablado con la interiorista Mercè Gómez de Orgaz, diseñadora de interiores y fundadora de Monotropa, sobre cuál es, en su opinión, la mejor forma de refrescar la casa, qué tipos de refrigeración la convencen más y cómo las combina para que el bolsillo lo note lo menos posible. Además, también queremos saber qué precauciones debemos tener con las plantas para que el aire acondicionado no las estropee.