Raquel Chamorro, interiorista: “La gente está tan entusiasmada con “veranear la casa” que caen en una serie de clichés estéticos”

El verano no se impone. Se sugiere, se filtra por las ventanas abiertas, se cuela en las texturas, en los matices de color, en los pequeños gestos. Cambia tanto la luz como la manera en que habitamos los espacios, cómo los sentimos y cómo los respiramos. “La casa no son espacios estáticos, son organismos vivos que acompañan nuestro día a día”, afirma Raquel Chamorro, interiorista con una trayectoria de más de 25 años y una mirada estética profundamente conectada con los materiales nobles, la artesanía y el equilibrio natural.

Charlamos con ella sobre las claves que definen la decoración del verano 2025: una vuelta a lo esencial, al confort silencioso y a la belleza honesta. Sin grandes obras, sin perder identidad, pero con materiales que respiran, paletas cromáticas que evocan naturaleza y una mirada consciente hacia lo artesanal. Desde su estudio, nos comparte cómo lograr una estética veraniega que no responde a la moda, sino a algo más profundo: el deseo de habitar con sentido.

Verano en clave natural: así se viste el hogar, según Raquel Chamorro

¿Estás a favor o en contra de cambiar la decoración del hogar según la época del año?

Estoy absolutamente a favor. La casa no son espacios estáticos, son organismos vivos que acompañan nuestro día a día, nuestras emociones, rutinas y, por descontado, el paso de las estaciones. Adaptar la decoración del hogar a cada época del año, especialmente en verano, no implica una transformación radical; en los meses cálidos se agradece que los espacios sean más ligeros y favorezcan la circulación del aire, entre otros.

¿Cuáles son las tendencias más relevantes en interiorismo para este verano y cómo pueden integrarse en el ámbito doméstico?

Asistimos a la consolidación de la tendencia que comenzó hace varios años y que valoro profundamente: la vuelta a lo esencial, lo natural y lo auténtico. La estética se vuelve más depurada, más orgánica; se da más importancia a los materiales nobles, así como al trabajo de los artesanos. Se valoran las maderas oscuras, sin tratar, las fibras vegetales y los textiles más livianos, incluso acabados más imperfectos, especialmente en artesanía, donde se ve el valor humano detrás.

También existe un enorme interés por todo el Mediterráneo. Esto se traduce en estancias luminosas con cierta inspiración costera. Las gamas cromáticas neutras son más claras, pero nunca blancas: colores rotos, empolvados, visones, tierras, con acentos de los colores de la naturaleza y del mar, sea el verde, los terracota y arcillas o algún golpe de azul índigo.

Todo esto puede aplicarse de una forma sutil, no implica reformas ni obras: se trata de incorporar alguna alfombra de yute u otras fibras, eliminar las cortinas pesadas y dejar visillos de lino, colocar elementos de la naturaleza tanto dentro como fuera de casa... ramas verdes en los jarrones. Pequeños gestos que, en definitiva, cambian la narrativa de nuestros espacios.

¿Qué paleta cromática consideras más adecuada para reflejar el espíritu del verano en el interior del hogar?
La clave está en construir una atmósfera que evoque frescura, serenidad y claridad. Para ello, la base debe ser neutra y atemporal, como un suave blanco roto. Sobre esta base, lo que recomiendo es introducir acentos que nos remitan a la naturaleza: verdes silvestres, corales atenuados, algún azul empolvado, siempre con caras suaves.

No se trata de seguir ninguna moda ni ninguna tendencia transitoria, sino de lograr un equilibrio que conecte la identidad del espacio y de quienes lo habitan con una paleta veraniega que no impone: simplemente sugiere.

¿Qué materiales o tejidos permiten transformar un ambiente en verano sin recurrir a intervenciones complejas?
Sin duda, nuestra mayor ayuda son los textiles. Son grandes aliados en los cambios estacionales. En el estudio Raquel Chamorro optamos por linos lavados, algodones orgánicos o gasas naturales, que dan sensación de frescura inmediata. En los meses de calor, la textura es tan importante como el color: necesitamos tejidos que respiren, que tengan una caída suave y, sobre todo, que no saturen el espacio.

También propongo introducir fibras vegetales como el sisal, la rafia, el bambú, fibras realizadas con pasta de coco y de arroz, que no dañan el medio ambiente y que nos conectan con el entorno. Se trata de incluir pequeños elementos o golpes de efecto, como cambiar las pantallas de las lámparas, algún taburete, colocar cestos de mimbre, plantas siempre que se pueda en cualquier zona de la casa: junco, bambús… Y añadir algún material cerámico o vidrio en tonos claros o traslúcidos, que atraigan y multipliquen la luz de una manera exquisita.

¿Existe algún error recurrente en la decoración veraniega que deberíamos evitar?
Sí, la gente tiende a confundir ligereza con falta de criterio o de personalidad. En muchas ocasiones están tan entusiasmados con “veranear la casa” que caen en una serie de clichés estéticos, como el exceso de motivos tropicales, colores estridentes y objetos temáticos, que desdibujan la coherencia del espacio, así como la personalidad de quienes lo habitan.

Otro error suele ser ignorar la dimensión exterior del hogar. Por muy pequeña que sea la terraza, balcón o patio, son espacios privilegiados en esta época y merecen toda nuestra atención, confort y belleza. Esta es la razón por la que los dos últimos años en Casa Decor me centré en exteriores con alma de interior.

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También recomiendo revisar la iluminación: incluir puntos cálidos e indirectos, y aprovechar al máximo la luz natural con tratamientos textiles adecuados, para que no quemen los materiales ni aumenten el calor dentro de la vivienda. Todo esto transforma radicalmente la atmósfera sin necesidad de obras ni grandes actuaciones. Debemos recordar que el interior y el exterior de una vivienda se hacen uno. Se deben tratar de la misma manera, cambiando únicamente los materiales, pero no el estilo ni las gamas cromáticas. Por último, no olvidéis que todo lo que se añada debe ser sostenible, y que sean elementos que sumen y no resten al conjunto.