¡Alerta, tendencia! Así se aplica el estilo japandi, lo último en la decoración de tu casa este otoño

El japandi, que apareció por primera vez en 2016, en el Salón del Mueble de Milán, tuvo su momento en 2020 y triunfó en 2022, tiene la habilidad unir en buena armonía al minimalismo japonés con el hygge danés. El resultado es una decoración sencilla y ordenada, pero cálidamente imperfecta, bella y práctica que vuelve este otoño a dominar en la decoración.

Aunque estas dos culturas pueden parecer incompatibles, lo cierto es que cuentan con muchas similitudes e influencias. En Japón, como en los países escandinavos, la naturaleza es un elemento fundamental de la cultura y su forma de vida, y las plantas y los materiales naturales

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Salón de estilo japandi con pared de madera

Materiales vinculados a la naturaleza

La creación de nuestro particular universo japandi (cada una debe crear el suyo) implica la elección de materiales vinculados con la naturaleza. Si la madera es la estrella, también encontramos fibras vegetales y cuero, cal o piedra en las paredes y suelos revestidos de hormigón pulido o madera clara.

Mientras que en el caso de piezas y accesorios, el acero en negro se utiliza habitualmente por su versatilidad y su capacidad para integrarse con la refinada estética japonesa. Jarrones, candelabros o patas de sofá de acero negro crean acentos decorativos en este universo armonioso y equilibrado, donde todo está en orden.

El negro existe: no todo es claro y blanco

Evidentemente este estilo se caracteriza por el uso de colores neutros y relajantes, inspirados en la estética japonesa y escandinava. En esta caja clara, el blanco, muy apreciado por su capacidad de reflejar la luz natural y crear una atmósfera relajante y refinada, es el protagonista.

Sin embargo, el negro también tiene un hueco, ya que se trata de un color muy común en el estilo japonés. Eso sí, siempre usado con moderación para agregar toques de sofisticación y contraste. Es perfecto para detalles decorativos, como marcos de espejos o lámparas.

A estas dos tonalidades se les se suman el beige y el gris, que aportan matices sutiles y elegantes, a menudo en patrones geométricos simples. Los derivados de estos colores, como el topo, el arena o el carbón, también se utilizan con frecuencia para crear contrastes sutiles y armoniosos. Estos colores neutros se pueden combinar con toques de colores más vivos y naturales, como el verde para las plantas, el azul o el terracota (uno de los colores tendencia según los interioristas).

La luz como elemento conductor

La iluminación también debe tenerse en cuenta al apostar por este estilo. Por este motivo, si tienes ventanas, deja entrar la mayor cantidad de luz natural posible y evita cortinas pesadas que puedan bloquearla.

En cuanto a la iluminación artificial, es importante optar por fuentes de luz suaves y cálidas, como lámparas de papel de arroz, de madera o faroles de bambú. Los apliques también son una buena opción en estos ambientes.

Respecto a su ubicación, evita luminarias suspendidas en el centro de la habitación, ya que proyectan una luz fría y dura. En su lugar, opta por lámparas decorativas ubicadas estratégicamente, que producen juegos de luz y sombra y ayudan a crear un ambiente tranquilo y sereno.

Espacios abiertos y conectados con el exterior

Este estilo apuesta por los espacios abiertos, amplios y despejados, que favorecen la vida familiar y conectan las estancias para evitar el aislamiento. De la misma manera, la casa se abre hacia el exterior, haciendo que el entorno se cuele dentro y favorezca la creación de espacios más saludables. Colocar alguna planta de interior también ayuda. Eso sí, con cierta contención. El efecto selva tropical no es una opción.

No tan minimalista como puedas pensar

Aunque el minimalismo japonés defiende la idea del ‘menos es más”, eliminando todo lo superfluo para concentrarse en lo esencial, el estilo japandi incorpora elementos que hacen más confortables nuestros interiores. Por eso, a pesar de la funcionalidad de los muebles y piezas y de un mobiliario de líneas simples y limpias, es habitual (y conveniente) añadir cojines mullidos o mantas suaves y apetecibles en el sofá o la cama.

De la misma manera, es normal que los suelos de madera clara o de hormigón pulido, se 'calienten' con alfombras de lana o de fibras naturales. Este otoño, además, cobra especial importancia, la incorporación de piezas artesanales o antiguas, que aportan autenticidad al espacio y cuentan con un pasado que imprime sentimiento y pasión por las cosas hechas a mano.