En la década de 1960, las ciudades españolas vivieron el boom de la construcción. Las grandes urbes como Madrid, Barcelona o Valencia se quedaban pequeñas ante la llegada de la gente que abandonaba el campo para trabajar en los sectores de la industria y servicios. Con este fenómeno, las promotoras inmobiliarias empezaron a construir sin descansando, ampliando el área de las metrópolis y llenando la costa mediterránea de apartamentos. Los edificios residenciales de más de 10 plantas, las fachadas de ladrillo visto o los toldos verdes son algunos de los rasgos más característicos de la arquitectura de la época.
Los toldos verdes han sido los textiles más utilizados en los edificios de más de sesenta años de historia. De hecho, su presencia en los pisos del país ya se ha convertido en todo un símbolo patrio para muchos, como es para el arquitecto Pablo Arboleda. "Entiendo el patrimonio como aquello que nos acompaña día a día, no solo lo que es monumental", afirma en una entrevista para RTVE refiriéndose a estos elementos. Además, el fotógrafo Kike Carbajal, comenta que la integración de los toldos verdes en los edificios fue el inicio de lo que entendemos hoy en día como clase media.
Aunque los toldos verdes en España tengan una gran presencia, no todos los profesionales del sector apuestan por su vigencia en la actualidad. Uno de ellos es Jordi Martí, arquitecto técnico. El experto dice que poner un tendal de esta tonalidad equivale a tener un radiador justo delante de la ventana. "Si tienes un toldo verde, tienes que saber que no funciona bien. Hay estudios que demuestran que no protegen bien del calor", comenta Martí.
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"Los colores oscuros absorben más el calor", afirma Jordi Martí
Jordi Martí es arquitecto técnico y creador de contenido. A través de sus redes sociales, comparte diferentes consejos sobre las premisas que hay que tener en cuenta a la hora de hacerse una vivienda y cuáles son las mejores soluciones para resolver las problemáticas que se encuentran en el proceso. Además, dispone de su propio pódcast, llamado La Bastida, donde habla de arquitectura.

Foto: Canva
En un vídeo de su perfil de Tik Tok, Jordi Martí explica una de las razones por las que este tipo de elementos han sido tan utilizados en las viviendas españolas. "Estos toldos han sido tan populares porque vivimos con la ilusión de ver algo verde. No obstante, puede ser un inconveniente porque los colores oscuros absorben más el calor", afirma el arquitecto técnico. En la entrevista de la cadena pública, un fabricante de toldos dice que se optaba por este color porque había muy pocos matices a elegir. "Solo había crudo, verde, azul y naranja", confiesa.
Por otro lado, Jordi habla sobre otros de los hándicaps de estos textiles. "Este toldo se calienta y es como tener un radiador delante de nuestra ventana. Obviamente, es mucho mejor que no tener nada, pero no es ideal porque hace que la zona esté especialmente caliente el calor vaya entrando", comenta.
Las soluciones para que los toldos no calienten nuestra casa

Foto: Canva
Por otro lado, Martí advierte sobre una de las alternativas más recurrentes. "Si utilizamos telas finas y blancas, el problema es que la radiación directa bloquea menos que en un toldo oscuro, por lo tanto, tampoco es ideal", afirma el arquitecto técnico.
El estudio al que se refería anteriormente Jordi Martí, es la tesis doctoral que realizó Hubertus Pöppinghaus, arquitecto, sobre toldos refrescantes. En este llega a la conclusión de que la mejor opción es optar por modelos que tengan un revestimiento reflectante en su parte superior. Además, el experto español añade que si en la inferior se apuesta por un material absorbente y de doble capa, "la casa se calienta menos y ahorramos en aire acondicionado".