Salones rectangulares con dos ambientes: 12 ideas para un espacio funcional y con encanto

Usar el sofá para separar ambientes

Colocar el sofá de espaldas al comedor o la cocina es una de las formas más efectivas y visualmente limpias de dividir el espacio. El respaldo del sofá actúa así como una pared invisible que separa sin interrumpir el paso ni bloquear la luz.

Como truco, te diremos que mejor un sofá con el respaldo bajo y de forma ovalada, como el de la imagen, para no perder amplitud visual.

Lámparas para diferenciar cada área

En un salón comedor otra forma de diferenciar los ambientes es a través de las luminarias. Colocar una lámpara colgante sobre la mesa del comedor y otra iluminación cálida (como una lámpara de pie o apliques) en el salón refuerza el carácter de cada espacio.

Un sofá en L para separa el salón del comedor

Si tienes espacio, crea una distribución en “L” con el comedor a un lado y el salón al otro. Si es más estrecho, alinea los ambientes lo máximo posible. Puedes usar un sofá en L para que cree cierta división entre cada espacio pero sin molestar.

Usa estratégicamente el mobiliario

Un aparador bajo, un banco o unos pufs también pueden actuar como frontera entre el salón y el comedor. Además, piensa que así tendrás algo más de almacenamiento o asientos extras. 

Molduras o revestimientos de madera en uno de los ambientes

Decorar una pared con papel pintado, panelado en madera o con molduras puede dar identidad propia a una de las áreas. En este caso se han colocado solo las molduras en la pared del salón, dejando la pared lisa y blanca en el lado del comedor.

Un salón doble para diferentes funciones

Este es un buen ejemplo de un salón rectangular con dos ambientes con sofás, pensados para cubrir diferentes necesidades. Por un lado, tenemos una zona más formal (justo al lado de la puerta) para recibir visitas, y otra más recogida para descansar, leer o ver la televisión.

Una isla para separar el salón de la cocina

En salones abiertos a la cocina o en apartamentos de una sola estancia, una barra o isla nos sirve como separador entre el área culinaria y la de descanso. Además de aportar superficie de trabajo, puede ser un comedor informal en pisos pequeños.

Un salón con un espacio de lectura y oficina

En este salón rectangular se han creado dos ambientes, un salón de descanso y una zona de lectura y trabajo. La librería a medida convierte el fondo en esa segunda zona perfecta para leer o trabajar, sin dejar de formar parte del conjunto.

Por otro lado, las molduras del techo actúan como separadores visuales de cada ambiente y la alfombra del salón también tiene ese efecto. 

Un salón comedor que mezcla el estilo clásico y moderno

Aquí tenemos otro ejemplo de como el sofá actúa como separador natural entre el salón y el comedor, todo envuelto en un ambiente que mezcla piezas modernas y clásicas maravillosamente. El truco está en combinar arte moderno de gran formato con mobiliario vintage, marcando cada ambiente sin romper la unidad visual. Las alfombras y los colores también ayudan a definir usos, sin necesidad de paredes.

Un salón comedor muy alargado

Para salones muy alargados, incluso estrechos, la distribución en línea es ideal para aprovechar bien el espacio. Las lámparas colgantes definen el comedor con una mesa grande que ocupa gran parte del ambiente como protagonista principal. 

Por su parte, el salón al fondo ha usado sofás enfrentados para delimitar la zona con vistas a la chimenea. La continuidad de los materiales y el estilo moderno ponen la armonía al conjunto completo.