María Just, interiorista: ''Unificar paredes, techo y suelo, en tonos muy claros, ayuda a aumentar la luz en una habitación interior que no tiene ventanas'

Las habitaciones interiores, aquellas que carecen de ventanas o luz natural directa, representan uno de los mayores desafíos en el mundo del interiorismo. Sin embargo, con las técnicas adecuadas y el asesoramiento profesional, es posible transformar estos espacios aparentemente problemáticos en ambientes luminosos, amplios y acogedores.

La interiorista María Just nos comparte sus 6 trucos más efectivos para multiplicar la luz en cualquier habitación interior, estrategias que utiliza habitualmente en sus proyectos.

1. Una paleta de colores claros

''Uno de los trucos más infalibles para ganar luz en cualquier espacio es usar siempre una paleta de colores claros; desde el blanco total hasta el beige, pasando por todos los tonos de blanco 'roto', hasta los tonos arena o piedra'', explica María Just. ''Aunque, si es cierto que hay un color que consigue multiplicar la luz en un espacio, ese es el blanco puro'', matiza.

Como veremos a continuación, esta elección cromática no debe limitarse únicamente a las paredes. De hecho, cuando se trata de maximizar este efecto lumínico, la coherencia cromática entre todas las superficies es fundamental.

2. Unificar paredes, techo y suelo

''Unificar paredes, techo y suelo, en tonos muy claros, a ser posible en blanco, también ayuda mucho a aumentar la percepción de luz en una habitación interior que no disponga de ventanas'', señala María Just. Y es que cuando todas las superficies reflejan la luz de manera uniforme, se crea un efecto de continuidad visual que hace que el espacio parezca más amplio y luminoso. Además, la ausencia de contrastes marcados entre suelo, paredes y techo permite que la luz artificial se distribuya de manera más homogénea por todo el ambiente. Sin embargo, cuando las posibilidades estructurales lo permiten, existe una alternativa aún más efectiva para introducir luminosidad natural.

3. Lucernarios y claraboyas para aprovechar la luz cenital

''Abrir un lucernario o una claraboya en el techo es una muy buena opción para ganar luz'', afirma María Just. La interiorista distingue entre diferentes alternativas según las posibilidades estructurales del espacio. La opción más directa consiste en instalar ''una ventana tipo Velux, en el caso de que sea posible realizar una apertura en el techo''. No obstante, cuando esto no es viable, la interiorista propone ''crear un falso lucernario con una estructura de madera y un cristal translúcido retro-iluminado por detrás''.

Para casos más complejos, también sugiere ''un falso techo de tela tensada con luz indirecta'', una solución que simula la entrada de luz natural cenital y que puede resultar especialmente efectiva en espacios donde no es posible realizar modificaciones estructurales.

4. Espejos en ubicaciones estratégicas

''Colocar espejos en paredes, o incluso en zonas poco habituales, hace que la luz se refleje en ellos y se multiplique, creando así una mayor sensación de luminosidad en el espacio'', expone María Just. Un claro ejemplo es la pared del cabecero de este dormitorio, realizada con espejos y cuarterones de madera que parecen multiplicar el espacio, y con él, la luz. Aunque en este caso las vistas al paisaje ayudan, en una habitación interior puede ser igual de efectivo.

5. Iluminación artificial con distintas temperaturas de luz

María Just aconseja ''utilizar la luz artificial de manera estratégica y eficiente, combinando luz más blanca y plana para crear una iluminación general del espacio, y luego mezclarla con iluminación mucho más cálida para las lámparas decorativas; creando así pequeños contrastes de iluminación''.

La interiorista precisa que ''la idea es proyectar la iluminación sobre los elementos a destacar y mantener una luz más genérica y menos dramática para el resto del ambiente''.

El resultado es un sistema de iluminación por capas que no solo proporciona la funcionalidad necesaria, sino que también crea una atmósfera acogedora y visualmente atractiva. Por supuesto, todo este trabajo lumínico debe complementarse con decisiones acertadas en cuanto al mobiliario y la decoración general del espacio.

6. Mobiliario y decoración de aires minimalistas

''En cuanto a la decoración y el amueblamiento de una habitación interior con poca luz, es recomendable no usar muebles de tonos oscuros o materiales demasiado rústicos o pesados'', advierte María Just. La interiorista aconseja ''optar por un estilo limpio, puro y un poco minimalista, para conseguir que el espacio parezca siempre más luminoso''.

La explicación es que los muebles de líneas sencillas y colores claros no compiten visualmente con la luz disponible, sino que la complementan. Asimismo, los materiales pesados o rugosos tienden a absorber la luz, mientras que las superficies lisas y los acabados satinados la reflejan. En este sentido, el minimalismo no significa renunciar al confort o la personalidad del espacio, sino seleccionar cuidadosamente cada elemento para que contribuya a la sensación de amplitud y claridad.

Con estas estrategias de la interiorista María Just, cualquier habitación interior puede convertirse en un espacio mucho más acogedor y aparentemente más amplio.

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