En el diseño de cocinas, cada elección importa. Pero hay una que tiene más peso que ninguna otra: la encimera. No solo es un elemento clave en la estética, también define cómo se habita y se vive este espacio, tantas veces convertido en el verdadero corazón del hogar. Elegir mal puede acarrear frustraciones cotidianas; acertar, en cambio, eleva la experiencia culinaria y estética de quien la disfruta cada día.

Carmen Vontrueba lo sabe bien. Arquitecta y fundadora del estudio Vontrueba, combina técnica, sensibilidad y visión contemporánea en cada uno de sus proyectos. Desde su estudio, trabaja con marcas premium y clientes exigentes que buscan diseño, pero también soluciones que funcionen. Y una de las decisiones clave pasa por desterrar al mármol de las cocinas.

“El mármol ha sido, durante décadas, un material deseado por su belleza atemporal y su elegancia natural. Pero cuando hablamos de cocinas, espacios intensivos y de uso diario, su mantenimiento se vuelve complejo”, señala. Su porosidad lo hace vulnerable a las manchas y los ácidos y su superficie requiere una atención constante que no siempre encaja con los ritmos de la vida actual.

salón con cocina integrada Carmen Vontrueba
Foto: Carmen Vontrueba

Dos materiales que están desbancando al mármol, según Carmen Vontrueba

Pese a su aura de lujo, el mármol está perdiendo protagonismo en las cocinas bien pensadas. ¿La razón? La búsqueda de belleza sin renunciar a la funcionalidad. Según Vontrueba, hay dos materiales que están liderando esta transición: el porcelánico técnico y las superficies de cuarzo.

Porcelánico técnico: belleza sin miedo al uso

cocina blanca con isla Carmen Vontrueba
Foto: Carmen Vontrueba

Fabricado a altísimas temperaturas, el porcelánico técnico es uno de los materiales más resistentes del mercado actual. “Puedes apoyar una olla caliente directamente sin que sufra daños y es prácticamente inmune a los rayones o a productos abrasivos”, explica Carmen. Además, su baja porosidad lo convierte en una opción muy higiénica, fácil de mantener y perfecta para el uso diario.

Pero si antes la estética era su punto débil, hoy esa barrera está superada. “Ahora se consigue con acabados que imitan piedra, cemento o incluso mármol, con gran fidelidad, pero sin los inconvenientes del natural”, asegura. Eso sí, advierte: si se opta por piezas de gran formato, es imprescindible contar con instaladores especializados. Su manipulación requiere técnica y ahí no conviene escatimar.

cocina con isla mármol Carmen Vontrueba
Foto: Carmen Vontrueba

Superficies de cuarzo: minimalismo práctico

 

Cocina Carmen Vontrueba
Foto: Carmen Vontrueba

El cuarzo compacto, como el popular Silestone, combina minerales y resinas para crear una encimera no porosa, resistente y visualmente muy versátil. Vontrueba lo recomienda especialmente para quienes quieren una cocina que soporte el ritmo de la vida real sin pedir demasiado a cambio. “Es ideal para quienes buscan una cocina con mucho uso, pero sin mucho mantenimiento”, afirma.

Sin embargo, hay un matiz importante: no tolera tan bien el calor directo como el porcelánico. “No se deben apoyar sartenes o cazuelas recién salidas del fuego sin protección”, advierte. Aun así, sus virtudes lo mantienen entre los favoritos de los diseñadores: colores uniformes, acabados pulidos y, cada vez más, una conciencia sostenible. “Algunas marcas están incorporando materiales reciclados o procesos sostenibles, lo cual puede sumar puntos si buscas un enfoque más consciente”, añade.

 

Cocina blanca Carmen Vontrueba
Foto: Carmen Vontrueba

Más allá de las tendencias, la elección del material adecuado responde a una verdad que Carmen Vontrueba resume con claridad: “No se trata de demonizar el mármol, que puede funcionar muy bien en otras zonas de la casa, sino de entender que en espacios de alta demanda, la funcionalidad también es belleza”.