"Tras finalizar mis estudios en 2004 y adquirir experiencia en despachos en Mallorca, Barcelona y Estados Unidos, en 2006 fundé mi propio estudio, Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo. Desde entonces, he diseñado numerosos proyectos, siempre enfocados en mejorar con cada uno, aprovechando la experiencia acumulada y un análisis constante del contexto y las necesidades del cliente".
Después de 20 años amando la arquitectura y creando viviendas, el arquitecto Jaime Salvá sigue buscando nuevos retos y formas de expresión, que hoy se han materializado en ENVY, uno de sus proyectos de los que se siente más orgulloso. Aunque ni es el único actualmente ni lo será en el futuro próximo, ya que la arquitectura se va transformando a medida que evolucionan las formas de vida.
Su flechazo con el hormigón visto venía de lejos, pero no es fácil encontrar un cliente que esté dispuesto a explorar este tipo de material y estilo arquitectónico. Esa oportunidad le llegó con Patrick Hansmeier, de Sophisticated Projects, que le permitió materializar esa idea en el proyecto ENVY, una vivienda unifamiliar en Santa Ponça (Palma de Mallorca).
ENVY no solo es una expresión arquitectónica contemporánea, sino que une funcionalidad, estética y la integración de materiales aparentemente opuestos. Cada elemento del diseño, desde la elección de los materiales hasta la relación con el paisaje, fue cuidadosamente pensado para lograr un equilibrio entre lo industrial y lo natural, lo estético y lo práctico. El broche perfecto fue la obtención del Premio Hormort (empresa líder en fabricación de hormigón y mortero) a la Innovación.
El proyecto en seis claves
1. Líneas limpias y hormigón visto
El diseño de ENVY destaca por su estructura horizontal, marcada por líneas limpias y un exterior de hormigón visto que se impone como elemento central de la composición. Este material aporta una imagen sobria, minimalista e industrial, con una textura y tonalidad natural que complementa el entorno. "En lugar de cubrir o revestir el hormigón, optamos por dejarlo expuesto, lo que nos permitió destacar su belleza intrínseca y aprovechar al máximo sus cualidades estructurales y estéticas".
2. En busca de la luz
La luz natural penetra en todos los rincones de la casa, maximizando la sensación de amplitud y luminosidad. La transparencia del vidrio, en contraste con la opacidad del hormigón, genera un diálogo interesante entre los materiales, creando juegos de luces y sombras que cambian a lo largo del día.
3. Mezcla de materiales
Uno de los mayores logros del proyecto fue la combinación del hormigón con materiales más cálidos como la madera y el vidrio, lo que genera un contraste visual enriquecedor. Este juego de texturas contribuye a equilibrar la percepción de la vivienda.
"El hormigón visto, que puede parecer un material frío e industrial, se suaviza gracias a la calidez de la madera, mientras que el vidrio permite una conexión fluida entre el interior y el exterior. Esto da como resultado una vivienda acogedora y en armonía con su entorno".
4. Una distribución abierta y conectada
La disposición espacial fue otro aspecto clave. Desde el principio, se buscó una distribución que fusionara la funcionalidad con una relación armoniosa entre los espacios interiores y exteriores.
Los amplios ventanales y correderas de vidrio conectan las zonas de estar con el exterior, creando una continuidad visual y física que amplifica la percepción del espacio. "El cliente quedó satisfecho con la primera propuesta, lo que demuestra que la distribución espacial estaba cuidadosamente pensada para cumplir con sus expectativas y necesidades".
5. El papel (principal) del exterior
El diseño paisajístico juega un papel fundamental en el resultado final. La vegetación, cuidadosamente seleccionada, aporta un elemento orgánico que contrasta y complementa la dureza del hormigón, humanizando la arquitectura y creando un ambiente más habitable.
6. Sin mantenimiento
Otro aspecto a destacar es la durabilidad del hormigón visto. Al dejarlo expuesto, no solo se reduce la necesidad de revestimientos adicionales, sino que también requiere menos mantenimiento a largo plazo, lo que representa un valor añadido tanto para el cliente como para la sostenibilidad del proyecto.