Fascinados por su ubicación y la cercanía del mar (está a tan solo 50 metros), no dudaron en hacerse con esta magnífica vivienda en Marbella. No les importó que su exterior e interior estuvieran en malas condiciones ni que su distribución no se ajustara a sus necesidades. Supieron ver su potencial de inmediato, pero, sobre todo, adoraban las vistas. Eso fue suficiente.

“Solo mantuvimos la fachada, el resto se convirtió en historia. La rehabilitamos por completo y le dimos una nueva misión de vida, una nueva oportunidad para hacer felices a sus nuevos propietarios. Cambiamos la distribución, hicimos un gran trabajo de jardinería y, por supuesto, de decoración”, cuenta el interiorista Pepe Leal, autor de este proyecto de reforma integral y responsable del trabajo
de interiorismo del mismo.

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Terraza con salón exterior y cañizo

Sofá, de Bambó Blau. Banco con respaldo alto negro, de Brucs. Mesa de centro realizada con mosaico rectangular Doppel, de Hisbalit. Alfombra de Kilombo Rugs. Cojines de Rabadán, Pepe Peñalver y Alhambra.

Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Interiorismo: Pepe Leal

A la hora de enfrentar el interior, dieron con algunos inconvenientes, especialmente para dar con el acabado perfecto de los espacios. La mayor dificultad se encontró al intentar lograr un ‘efecto caja’ entre el suelo y las paredes, revistiéndolos con el mismo material, y lograr que este resistiera por igual el paso del tiempo, pero el estudio del interiorista lo consiguió. “Fue todo un reto”, asegura Leal.
Aunque, una vez resuelto, disfrutara diseñando una casa “de fácil mantenimiento, bonita, relajada y cómoda”, comenta el interiorista, añadiendo que “destacaría la sencillez con la que se trató todo el proyecto, pero también el mimo al elegir todos los materiales, la sensación de ser un hogar confortable y nada rígido, en el que poder disfrutar de unas vacaciones relajadas frente al mar. Es una casa acogedora, en la que te sientes libre”.

Así pues, la decoración debía seguir el mismo patrón: “No es nada abrumadora o que te obligue a comportarte, sino todo lo contrario, se respira sensación de libertad en cada rincón”, apunta Leal. Y eso ocurre tanto en el interior como en el exterior. No olvidemos que es una casa de vacaciones, así que los espacios al aire libre cobran especial protagonismo, sobre todo en los meses estivales. “La terraza era un ambiente casi inhóspito, sin plantas ni un lugar cómodo donde sentarse. Ahora, tras la reforma, es uno de sus rincones favoritos de la casa. Allí disfrutan de cenas con amigos bajo las estrellas, oyendo el mar y saboreando la brisa de la costa.

Escaleras

La escalera, de Mortex y con barandilla de madera, en blanco puro, potencia la sensación de amplitud.

Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Interiorismo: Pepe Leal

Un hogar para ser feliz

La adaptabilidad del estudio de Pepe Leal es única. De hecho, es uno de los máximos exponentes del tailor made, es decir, proyectos ajustados a las necesidades de cada propietario, a medida, con soluciones personales y específicas en cada caso.

“No tenemos un lenguaje único que apliquemos siempre, sino que filtramos el gusto del cliente para dar la mejor versión de su estilo de vida”, asegura el interiorista. Se trata de un mix de versatilidad y calidad y, por supuesto, de buen gusto. Y en una reforma integral para una segunda residencia, en un ambiente marinero, como el de Marbella, el estudio de Pepe Leal ha sabido darle un aire fresco, muy funcional, con notas de color que aportan sofisticación, pero sobre todo se ha logrado convertir una vivienda en un espacio familiar, para disfrutar con los amigos y saborear el mar. Hoy es una casa amable, sin corsés, en la que ser feliz.

La casa de Marbella que respira verano, calma y buen gusto