Más que sus 300 metros cuadrados -que son importantes, sí-, lo que resulta sumamente atractivo de esta vivienda ubicada en Cantabria es su estética Japandi, una fusión entre el minimalismo japonés y la calidez escandinava. Los autores del proyecto son Vanesa Vergara, fundadora de In56 Interiorismo, y su equipo. 

Concebida en una única planta para una familia con una niña, cada rincón "es el resultado de un trabajo meticuloso que equilibra funcionalidad y belleza, ofreciendo a sus habitantes un espacio único donde el diseño se convierte en una experiencia sensorial", explica Vergara.

El salón se plantea con dos ambientes, uno funcional con un gran sofá y el otro más visual, en la zona del mirador.

El salón se plantea con dos ambientes, uno funcional con un gran sofá y el otro más visual, en la zona del mirador.

Foto: Erlantz Biderbost - Proyecto: In56 Interiorismo

Un nombre inspirador: Casa Kume

Este proyecto se ha bautizado con el nombre de Casa Kume que surge de la combinación de dos términos japoneses: río y ciruela. ¿Y qué tienen que ver con el diseño de la vivienda? Pues, el color ciruela aporta vitalidad en puntos estratégicos del hogar, mientras que la fluidez del río se traduce en el uso de materiales naturales como la piedra (mármoles y cuarcitas) y la madera de roble, evocando armonía y equilibrio. 

De hecho, los tres elementos distintivos que inspiran cada detalle del diseño son: la estructura de madera, los techos altos y las espectaculares vistas, con el color blanco roto como protagonista y todos los muebles a medida diseñados por IN56 Interiorismo, como ya hicieron en este otro proyecto, Casa Tundra.

La gran suite de la vivienda, cuenta también con un mirador, donde hay un banco a medida y un sillón, de Desireé.

La gran suite de la vivienda, cuenta también con un mirador, donde hay un banco a medida y un sillón, de Desireé.

Foto: Erlantz Biderbost - Proyecto: In56 Interiorismo

Otros de los aspectos que llama especialmente la atención cuando ves el proyecto son las formas curvas que, en interiorismo, aportan suavidad visual, fluidez espacial y una sensación de acogida, "rompiendo con la rigidez de las líneas rectas y creando entornos más orgánicos, humanos y relajantes", explica Vanesa Vergara. Los principales aportes de las líneas curvas son, según la interiorista:

  • Fluidez visual: guían la mirada con naturalidad, evitando ángulos bruscos.
  • Sensación de calma: las curvas evocan formas naturales (olas, piedras, colinas), favoreciendo un ambiente más sereno.
  • Mayor calidez: suavizan los espacios y los hacen sentir más íntimos y envolventes.
  • Confort emocional: están asociados inconscientemente a protección y armonía.
Las líneas curvas tan presentes en todo el proyecto, también lo están en la ducha del baño de invitados, en la pared con doble hornacina.

Las líneas curvas tan presentes en todo el proyecto, también lo están en la ducha del baño de invitados, en la pared con doble hornacina.

Foto: Erlantz Biderbost - Proyecto: In56 Interiorismo

El proyecto se ha desarrollado con un enfoque minucioso en la distribución, buscando generar espacios amplios, llenos de luz natural y una atmósfera envolvente que invita a la convivencia y el descanso a partir de un estilo japonés. Éste se caracteriza "por su elegancia minimalista, conexión con la naturaleza y profundo respeto por la armonía", explican desde el estudio.  

"Se ha priorizado el uso de materiales orgánicos y naturales, creando un diálogo entre el interior y el entorno" _ Vanesa Vergara