Una pareja belga compra una casa en Alicante para beneficiarse de la luz y la calma mediterránea: "aquí el tiempo se estira"

El salón: el corazón abierto de la casa

El salón es el núcleo de la vivienda y uno de los espacios favoritos de los propietarios. Se integra dentro de una gran pieza central que conecta de forma directa con la terraza, la zona de día, cocina y comedor, y el acceso a la planta superior. Aquí, las transiciones son fluidas: "Del interior a la terraza, de la terraza al jardín, y del jardín a piscina, que actúa como remate visual y emocional". La amplitud de todo el ambiente social permite disfrutar de la vivienda cada día.

Este espacio se abre completamente al exterior a través de grandes ventanales de vidrio que permiten que la luz y la brisa mediterránea entren sin barreras. Los propietarios cuentan que su rincón preferido es precisamente este umbral entre el salón y la terraza: "Aquí el tiempo se estira", resumen con sencillez.

Una paleta cromática en tonos neutros

El salón (como toda la vivienda), destaca por una decoración sencilla, cálida y atemporal, en sintonía con la filosofía de sus clientes La paleta cromática es neutra y serena, donde los beige, blancos y grises suaves, se combinan para potenciar la luminosidad natural. Además, los materiales nobles aportan textura y profundidad.

Se han añadido algunos detalles y piezas en metal y en negro para aportar un toque de contraste y romper con la monocromía. Ante todo, en el diseño de los espacios, prima la comodidad y la funcionalidad sobre cualquier otro aspecto.

La cocina: de estilo moderno y abierta al exterior

La cocina forma parte de este espacio diáfano de la zona de día, junto al comedor, que se integran visual y funcionalmente en toda esta gran pieza central. De nuevo, la madera se convierte en protagonista, así como el mobiliario en líneas sencillas y puras y la paleta cromática neutra, creando una sensación de continuidad que se extiende en todas las áreas. 

Los propietarios disfrutan especialmente de este espacio para preparar comidas con amigos, mientras el paisaje se refleja en la superficie de la amplia isla que sirve como espacio de desayuno o de trabajo. La distribución abierta permite que la experiencia de cocinar, comer y conversar sea siempre compartida y conectada con el entorno.

Equilibrio entre piedra y tonos blancos

La fachada de la vivienda destaca por sus volúmenes limpios y su equilibrio de materiales. "La arquitectura se articula en volúmenes limpios, con un equilibrio entre piedra, blanco y sombra", explica Pasqual Giner. El control de las sombras y las proporciones fue clave para integrar la casa en la parcela sin que impusiera su presencia. La elección de la piedra local refuerza este arraigo al paisaje mediterráneo.

A su vez, la piscina es mucho más que un elemento funcional en esta casa. Actúa como un remate visual y emocional, como prolongación natural del jardín y del salón. Refleja la luz, el cielo y la vegetación, creando una sensación de continuidad que acompaña al visitante en todo el recorrido. Es el espacio donde el paisaje, la arquitectura y la vida diaria se funden en equilibrio.

De hecho, una anécdota muy significativa ocurrió durante el diseño del jardín. "En una visita de obra junto al constructor José Luis Pérez, de COINVER Costablanca, surgió de manera espontánea la idea de preservar varios olivos centenarios que habían aparecido en la zona de movimiento de tierras. La propuesta no solo se respetó, sino que pasó a condicionar la disposición de los recorridos exteriores, aportando identidad al conjunto", comentan el arquitecto y la interiorista.

El dormitorio: un refugio de serenidad y conexión con la naturaleza

El dormitorio sigue la misma filosofía que el resto de la casa: simplicidad, calidez y apertura. Las vistas al jardín y la proximidad a los olivos centenarios, que fueron preservados durante la obra, aportan una conexión directa con la naturaleza. La madera de roble natural y los tonos neutros crean una atmósfera de calma perfecta para el descanso.

Una estancia de trabajo: concentración e inspiración en estado puro

Dado que los propietarios suelen trabajar en casa, uno de los espacios clave de la vivienda es esta estancia convertida en despacho. Concebido como un lugar tranquilo y luminoso, rodeado de calma y con vistas al jardín, lo que aporta serenidad e inspiración en la jornada diaria. El mobiliario, sobrio y elegante, contribuye a crear un entorno donde el trabajo fluye de manera natural sin romper la atmósfera relajada del hogar.