Así es una casa con grandes ventanales

Algunas casas no solo se habitan: se experimentan. Esta vivienda familiar proyectada por Materia Arquitectura & Design es una de ellas. Más de 600 m² concebidos como un todo armónico, donde cada decisión, desde la distribución hasta los acabados, está al servicio de una forma de vida que pone en valor la serenidad, la luz natural y la coherencia estética.

La superficie del solar condicionó el proyecto desde el inicio. Con desniveles pronunciados, la parcela planteaba una complejidad que el estudio convirtió en el valor diferencial. “Esa particularidad se convirtió en una oportunidad para proyectar una arquitectura escalonada, que se adapta al terreno y aporta dinamismo y carácter”, explican. El resultado: una casa integrada en su entorno, con una lectura arquitectónica rica y contemporánea.

Interior y exterior: un mismo lenguaje

Uno de los principales logros del proyecto es la continuidad visual y material entre el interior y el exterior. Las terrazas han sido tratadas como auténticas extensiones del espacio habitable, con una atmósfera cálida y envolvente. La selección de materiales, formada por acero, porcelánico y textil, y la paleta de colores, replican las decisiones del interiorismo, creando una sensación de unidad muy cuidada.

“Queríamos que el interior se fusionara con el exterior”, explican desde el estudio. El mobiliario, de líneas limpias y proporciones medidas, refuerza esa intención de fluidez. Así, el conjunto se percibe como un espacio que se abre hacia fuera, diseñado para ser vivido con la misma intensidad dentro y fuera.

Los cuadros articulan el espacio

Uno de los recursos más llamativos de esta vivienda es la colocación estratégica de las obras de arte, algunas a alturas poco convencionales. Lejos de tratarse de un descuido, esta elección busca reforzar la escala del espacio y acentuar su arquitectura. “Colocar cuadros más arriba de lo habitual potencia la sensación de altura y da énfasis a la estructura del espacio”, comentan.

En lugar de seguir reglas preestablecidas, el arte aquí se integra como parte del discurso espacial. “Un cuadro bien colocado puede organizar visualmente un ambiente, darle foco o marcar un punto de partida para el resto de la decoración”, apunta Patricia Yuste, interiorista responsable del proyecto. Esta libertad compositiva aporta al conjunto una sofisticación natural y sin excesos.

Un proyecto hecho a medida

La vivienda se distingue por el nivel de personalización. Cada estancia ha sido pensada con y para sus habitantes, ajustando el diseño a sus hábitos, rutinas y necesidades. La cocina, con una gran isla y un sistema de puertas ocultas, dialoga con el salón en un único espacio abierto y funcional. Es allí donde la vida familiar cobra protagonismo, sin renunciar a la estética.

El mobiliario, en gran parte de Modulnova, aporta una elegancia silenciosa. Esta firma italiana, con la que el estudio colabora habitualmente, encaja con la filosofía de Materia: diseño contemporáneo, materiales nobles y soluciones arquitectónicas integradas.

Diseñar con honestidad

En Materia Arquitectura & Design no trabajan con moldes. “No hay un solo estilo, sino que depende de lo que cada cliente necesite y busque para su vivienda”, explican. Su enfoque parte de la escucha activa y del respeto por la autenticidad de cada proyecto. Buscan crear espacios donde la estética no esté reñida con la funcionalidad, y donde los materiales, las texturas y la luz formen un lenguaje propio.

Y, sin duda, esta casa es el reflejo de esa manera de entender la arquitectura: abierta, integrada, coherente. Un hogar pensado para una familia que encontró aquí no solo la casa que imaginaba, sino una forma de habitar el diseño.