Abuelos, padres y nietos crean recuerdos en esta casa de campo familiar, ahora moderna, con jardín y piscina

Esta casa de campo se encuentra en La Fresneda (Málaga) y era la residencia de fin de semana de los padres de los actuales propietarios, quienes han querido reformarla para adaptarla a las necesidades de la era moderna, pero sin perder su esencia familiar.

Alrededor de los más de 1.000 metros cuadrados de jardín se atesoran décadas de vivencias personales que ahora siguen compartiendo abuelos, padres y nietos, ya que la casa se ha convertido en un punto de encuentro intergeneracional, que a veces también se destina al alquiler turístico.

COMEDOR EXTERIOR: Mobiliario, de La Albaida. Vasijas de vidrio, de Kave Home.

Dos casas y un gran jardín lleno de vivencias familiares

La parte constructiva se compone de dos edificaciones: la casa principal, de unos 100 m², y la de invitados, de 25 m², que antiguamente estaba destinada al almacenamiento de aperos de jardín. La transformación, llevada a cabo por la interiorista Patricia González de Lara, aprovecha al máximo la conexión con la naturaleza exterior en un espacio de estilo contemporáneo.

comedor, cocina y salon con chimenea y vistas al jardin

"Durante todo el proceso de obra tuve presente que era una casa muy vivida, cargada de recuerdos. No quería que perdiera el carácter familiar y para mí era fundamental que todos se sintieran reconocidos en el espacio, que el resultado fuera un lugar amable donde disfrutar de los días de ocio’’, explica la autora de la reforma.

COMEDOR: Mobiliario, de La Albaida. Jarrones, de Zara Home.

Interiores sencillos conectados con el jardín

El proyecto se centró en la apertura de grandes ventanales hacia la zona de la piscina, para maximizar las vistas al jardín y aprovechar la orientación óptima para captar la luz natural. Unos exteriores en los que se conservaron los grandes eucaliptos que proporcionan sombra natural durante el verano y se implementó un jardín mediterráneo con vegetación autóctona. Además, se amplió el porche para disponer de una zona exterior de reunión más generosa.

SALÓN: Mesa de centro, de Crisal. Espejos, a medida. Cojines, de Ribes & Casals. Alfombra, de KP.

Pasando a los interiores, el elemento central está protagonizado por una chimenea que actúa como eje divisorio entre el salón y la cocina, creando un punto focal que aporta calidez y estructura al espacio. La sencillez arquitectónica de la vivienda, que se integra armoniosamente en el paisaje sin restarle protagonismo al jardín, sirvió como punto de partida para las decisiones decorativas.

ZONA DE DÍA: sobre la chimenea, cuadro, de Kave Home. A la derecha, consola y butaca, de Taller de las Indias.

Materiales naturales y estilo campestre moderno

Esta misma filosofía de sencillez y autenticidad determinó la elección de materiales naturales, como un suelo de piedra caliza que fluye desde el interior hacia el exterior, las puertas de duelas de madera y los armarios de obra que agregan un toque rústico al conjunto. No faltan las piezas de madera, las lámparas de ratán y los objetos de cerámica y vidrio que refuerzan el carácter campestre del proyecto.

DORMITORIO: Cabecero, a medida. Banco, de Taller de las Indias. Vasijas, de Mandrágora Decoración.

Para los cabeceros y las cortinas, la interiorista malagueña optó por linos naturales en tonos arena y verdes suaves que dialogan con la naturaleza que aguarda tras los ventanales y las puertas correderas. Todo ello pensado para crear un ambiente acogedor, donde la comodidad y la funcionalidad son prioritarias.

DORMITORIO: Mesitas de noche y cestos, de Zara Home. Apliques, de Kenay Home.

Jardín con piscina y casa de invitados

Tras cruzar el jardín, donde se ha instalado césped artificial como opción que permite optimizar el consumo de agua y reducir considerablemente el mantenimiento, se llega a la coqueta casa de invitados, equipada con un dormitorio y baño privado, ampliando la capacidad de alojamiento para las reuniones familiares.

exteriores jardin con piscina y dos viviendas

Con este proyecto, Patricia González de Lara ha demostrado, una vez más, su capacidad para interpretar las necesidades y emociones de sus clientes. En esta ocasión, una casa de vacaciones que conserva su esencia originalmientras se adapta a los nuevos usos y requerimientos, mirando hacia el futuro.

"Durante todo el proceso de obra tuve presente que era una casa muy vivida, cargada de recuerdos, y no quería que perdiera el carácter familiar" _ Patricia González de Lara