El interiorista Alberto Torres, con su estudio homónimo, nos presenta uno de sus últimos proyectos. Una vivienda de 105 metros cuadrados en Málaga donde el diseño cobra vida a través de materiales cálidos, distribución bien pensada y una apuesta clara por los detalles decorativos. Como profesional en el sector, Alberto busca convertir los hogares en los que trabaja, en esas casas en los que cualquiera desearía vivir. En este caso, aunque se trata de una vivienda nueva, el trabajo del estudio ha ido mucho más allá del simple amueblamiento.
Uno de los primeros gestos transformadores, ha sido la apertura del tabique que separaba la cocina del comedor, una decisión clave para ganar fluidez entre estancias y potenciar la luz natural que entra desde la terraza con vistas a la ciudad. El concepto del proyecto gira en torno a una inspiración minimalista con aire italiano, donde cada ambiente respira armonía, pero también personalidad al más puro estilo 'urban sky'.
Una vivienda pensada para aprovechar al máximo la zona de día
En cuanto a su distribución, se ha organizado de forma equilibrada, sacando el máximo partido a la zona de día. El hall de entrada, ubicado en el centro de la planta, actúa como nexo entre salón, comedor, cocina y terraza, y la zona de noche, con tres dormitorios, uno de ellos en suite con vestidor y baño, y otro cuarto de baño para las habitaciones restantes. Para aportar calidez, toda la vivienda - excepto los baños - se ha revestido con un suelo porcelánico efecto madera que agrega una base neutra, confortable y acogedora.