No pongas sombrilla: 7 soluciones para proteger tu terraza o jardín del sol y el calor este verano

Contar con una solución eficaz de sombra en la terraza o el jardín resulta clave para aprovechar estos espacios todo el año. Aunque las sombrillas inclinables y los parasoles excéntricos están más de moda que nunca por su diseño y versatilidad, existen opciones que ofrecen un control más preciso de la luz y la ventilación, creando ambientes confortables y adaptables a cada estación. Más allá de proteger del sol, las estructuras que te presentamos ayudan a regular la temperatura exterior, lo que reduce la necesidad de aire acondicionado en casa y, por tanto, influye positivamente en la eficiencia energética y el ahorro en la factura eléctrica. En definitiva, una sombra bien diseñada no solo amplía el disfrute del espacio al aire libre, sino que también aporta beneficios reales en confort y sostenibilidad.

Sistemas de sombra alternativos a las populares sombrillas:

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Tiendas: encanto funcional

A diferencia de la sombrilla, que ofrece sombra puntual y se caracteriza por su ligereza, la tienda destaca por su estructura más amplia y estable, pensada para crear auténticas estancias al aire libre. Funciona como un refugio que proporciona sombra continua y, en muchos casos, también protección frente al viento o la lluvia. Gracias a su diseño envolvente y versátil, es perfecta para configurar zonas de comedor, chill out o descanso prolongado en el jardín o la terraza, combinando funcionalidad y estética en una única solución. La de la imagen es el modelo Butterfly, de Tectona.

Cenadores: un oasis al aire libre

Más que un simple sistema de sombra, el cenador se define por su estructura sólida y cubierta, que lo convierte en un espacio pensado para habitar y lleno de posibilidades. Disponible en versiones tanto fijas como desmontables, pueden complementarse con cortinas, estores o paneles decorativos que regulan la luz y la intimidad, generando un entorno ideal para compartir comidas, leer o descansar. Como puede apreciarse en el modelo GUNNÖN, de IKEA, actúa como un refugio sereno que dialoga con el paisaje y amplía los límites de la casa hacia fuera.

Pérgolas: cobertura amplia y adaptable

La pérgola se distingue por su estructura de palillería, tradicionalmente anclada al suelo o a la pared, aunque hoy en día también existen modelos móviles con ruedas que facilitan su traslado y adaptación. A diferencia del cenador, concebido como un espacio cerrado o semicerrado con techos sólidos o textiles que regulan la luz y la privacidad, la pérgola ofrece una sensación más abierta, proporcionando sombra y protección sin sacrificar la ligereza visual. Su mayor fortaleza radica en la capacidad para cubrir amplias superficies con gran resistencia al viento, y en muchos casos, posibilita la instalación de cortinas o toldos verticales que permiten cerrar el espacio cuando se desee. En la imagen, Pergoelit-100, de Llaza.

Bioclimáticas: la pérgola de siempre, pero con esteroides

Dentro de las pérgolas, destacan especialmente las bioclimáticas, que incorporan un avanzado sistema de lamas orientables e inclinables (con un rango de movimiento de 0 a 135 grados) en su techo motorizado. Esta tecnología permite un control preciso y fluido tanto de la entrada de luz natural como de la ventilación, adaptándose a las condiciones climáticas cambiantes y a las necesidades específicas del momento. Ya sea para dejar pasar el sol en un día frío, protegerse de la lluvia o generar una agradable brisa en verano, su flexibilidad no tiene parangón. Sobre estas líneas, una propuesta de Saxun.

Toldos que se adaptan a cada espacio

Si tu terraza tiene menos de 15 m², lo más recomendable es apostar por un toldo. Una vez hayas tomado las medidas del ancho del espacio a cubrir en la pared (su largo horizontal o línea) y hayas definido cuánto debe medir desplegado (la salida o proyección), encontrarás varias opciones. Existen los de brazo extensible, el modelo más clásico; los monoblock, ideales para cubrir grandes superficies de hasta siete metros de línea por cuatro de salida; y los de brazos invisibles, cuyos brazos quedan ocultos cuando el toldo está desplegado. Ese es el caso de Ivar, de Saxun.

Toldos a medida para balcones y ventanas

Para balcones y ventanas, además de las cortinas correderas de lona, existen modelos específicos como los toldos verticales (que se enrollan y desenrollan como una persiana o un estor) o los de punto muerto, que, pese a tener una estructura fija, pueden inclinarse hasta 180º. Tanto si optas por un sistema manual como por uno motorizado (hay versiones con sensores que detectan el sol o el viento y se pliegan o despliegan automáticamente), conviene tener en cuenta que los toldos con cofre metálico (una caja que protege los brazos y la lona cuando el sistema está cerrado) ofrecen mayor durabilidad frente a la lluvia y otras inclemencias meteorológicas. En la imagen, diversas tipologías de toldos con la lona Infinity, de Dickson-Constant.

Leroy Merlin Toldo vela rectangular Naterial Hegoa II

Velas: efectivas y, sobre todo, económicas

Las velas tensadas se han convertido en una solución práctica y asequible para quienes prefieren no instalar un toldo convencional. Las de colores oscuros ofrecen una protección total frente a los rayos UVA y UVB, mientras que las más claras alcanzan una eficacia comparable a la de una crema solar con factor 50. Ya sea cuadrada, rectangular o triangular, es importante dejar al menos 30 cm de margen entre los puntos de anclaje y los ángulos de la vela al instalarla, para asegurar una buena tensión y evitar roturas. La que te mostramos tiene el nombre de Hegoa II, es de la marca Naterial y está a la venta en Leroy Merlin.