En la cocina, como en cualquier otro espacio de la casa, el color no solo define la estética, sino que también condiciona la forma en la que lo habitamos. Lo sabe bien David López, interiorista al frente de Estudio López, quien en uno de sus vídeos recientes publicados en TikTok, ha abordado un tema fundamental para quienes desean una cocina elegante, acogedora, con estilo y, sobre todo, más luminosa: los colores que sí y los que no deberías usar si tu objetivo es crear un ambiente cálido y sofisticado.
Con una mirada muy enfocada en el bienestar emocional dentro del hogar, David explica que elegir bien la paleta cromática en una cocina va mucho más allá de seguir una tendencia. En sus propias palabras, "en una cocina, aspectos como la calma, la desconexión y el recogimiento son muy importantes, y los colores adecuados lo aportan totalmente". Es decir, el color influye directamente en cómo nos sentimos en este espacio, que muchas veces es el corazón de la casa.
La madera oscura o el tono café no siempre es sinónimo de calidez
Uno de los primeros consejos que lanza David en su video, va contra una idea muy extendida: que la madera oscura es cálida. Según él, si tu intención es tener una cocina acogedora, la madera oscura o en color café oscuro, no serán los mejores aliados. "Puede parecer que da calidez, pero lo más probable es que oscurezca el ambiente y lo vuelva más agobiante, sobre todo si no cuentas con una buena entrada de luz natural", explica.
La alternativa, según el interiorista, es apostar por tonalidades más suaves y luminosas, ya sea dentro de acabados naturales o recurriendo a lacados y materiales que reflejan mejor la luz. En ese sentido, destaca la importancia de entender cómo ciertos tonos pueden sumar o restar iluminación a un espacio.
Los colores intensos, mejor en pequeñas dosis

Foto: Belén Imaz - Estudio: Galán Sobrini Arquitectos
David también es tajante en cuanto a los colores intensos como el rojo, el naranja, el verde lima o el amarillo limón: "transmiten una sensación constante de alerta y solo logran un espacio sofocante". Según la psicología del color, estos tonos tienden a activar y estimular, algo que puede ir en contra del ambiente sereno que muchos buscan en la cocina.
Esto no significa que haya que desterrarlos por completo. Como bien sugiere el experto, pueden utilizarse como acentos, en detalles decorativos, pequeños electrodomésticos o accesorios que contrasten con un mobiliario y unas paredes más neutras. "Si te gustan los colores vivos, introdúcelos en modo de acento, pero no los conviertas en los protagonistas del espacio", advierte.
Colores que sí: de los terracotas a los grises suaves

Foto: Van de Velde Tim
En su vídeo, David también aporta varias alternativas que sí encajan dentro de lo que él considera una cocina elegante y serena. Si el objetivo es aportar un toque natural, desaconseja directamente el café oscuro, que como ya hemos explicado, "oscurece el espacio y, según la psicología del color, puede crear sensación de agobio". En su lugar, propone tonos más cálidos y suaves como el terracota, que además de aportar calidez visual, combina muy bien con materiales como la madera clara o la piedra.
También recomienda explorar la paleta de los grises fríos, especialmente en sus versiones más suaves, que pueden generar una atmósfera sofisticada y contemporánea sin resultar frías o impersonales. En cualquier caso, recuerda que el secreto está en equilibrar: "El color debe acompañar, no dominar. Debe sumar calma, no ruido visual".
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