Ana García, interiorista: "Las plantas artificiales son un acierto porque dan un toque verde sin preocuparte por el riego ni por si entra suficiente luz"

Durante mucho tiempo, las plantas artificiales arrastraron una injusta mala fama en el mundo de la decoración. Se las veía como una opción de segunda, poco sofisticada y claramente antiestética. Pero los tiempos han cambiado, y también la calidad (y el diseño) de estas piezas que, bien elegidas, pueden convertirse en aliadas clave para dar vida y frescura a un espacio… sin compromisos. De hecho, son una alternativa ideal para quienes no tienen tanto tiempo (ni ganas) de tener espacios vivos verdes en casa. 

En este sentido, la interiorista Ana García - especialista en crear ambientes estéticos y funcionales - rompe una lanza a favor de las plantas artificiales y desmonta todos los prejuicios que aún pesan sobre ellas. Hemos hablado con ella para que nos cuente por qué las considera una buena opción decorativa, cuáles son sus ventajas y también conocer realmente sus inconvenientes. Porque, las plantas artificiales son mucho más que un recurso de emergencia: son una elección consciente que puede elevar cualquier rincón si se integran con criterio. ¡Toma nota!

Una conversación sobre plantas artificiales, con la interiorista Ana García

Foto: Ikea

¿Por qué estás a favor de las plantas artificiales en decoración?

Porque permiten incorporar el toque verde y natural que tanto suma en cualquier espacio… ¡Sin preocuparte por el riego ni por si entra suficiente luz! No sustituyen a las plantas naturales en todos los casos, pero son una alternativa muy práctica para zonas donde no sobrevivirían. Además, algo que no se dice tanto: hay personas que lo pasan realmente mal cuando se les muere una planta. Al final, es un ser vivo, y sentir que no sabes cuidarlo puede generar culpa.

También está el caso de quienes directamente no tienen tiempo o no saben por dónde empezar con las plantas naturales. Las artificiales, en ese sentido, liberan de esa presión y permiten disfrutar solo de su valor decorativo. Y, hoy en día, hay opciones muy bien logradas a nivel estético.

¿Cuáles crees que son las ventajas más destacadas de decorar con plantas artificiales frente a las naturales?

Principalmente, la durabilidad y el mantenimiento nulo. No requieren cuidados, se mantienen siempre “perfectas” y puedes colocarlas en rincones oscuros donde una planta viva no sobreviviría. Son especialmente útiles en viviendas vacías, pisos piloto o casas de alquiler, donde no siempre hay interés o disponibilidad para cuidar plantas reales. Y también en casas donde hay alergias o mascotas que tienden a morderlo todo, con el peligro que conlleva.

Foto: Maison du Monde

A la hora de integrarlas en casa, ¿qué consejos nos darías para que las plantas artificiales se vean lo más realista y estilosas posible?

Primero: invierte en calidad. Es mejor tener una sola planta bien conseguida, que varias que canten a plástico desde la puerta. Segundo: coloca la planta en una maceta bonita, con gravilla decorativa, tierra o incluso musgo natural en la base para darle realismo. Y tercero: úsalas con moderación. Un par de plantas artificiales bien integradas y mezcladas con fibras naturales, texturas y buena iluminación funcionan de maravilla. El error es llenar toda la casa de plantas falsas sin criterio.

¿Qué tipo de plantas artificiales y qué ubicaciones recomiendas para crear ambientes acogedores y naturales en casa?

Me encantan las ramas de olivo, los eucaliptos o las plantas tipo colgantes (como el potus o la hiedra), porque dan movimiento y frescura sin parecer forzadas. Suelo usarlas en estanterías, recibidores, baños sin ventilación natural o incluso como pequeños detalles en mesitas auxiliares. También funcionan muy bien en dormitorios, donde no siempre se tiene tiempo de cuidar plantas reales.

Foto: Amazon

¿Crees que tienen algún inconveniente? ¿Hay algún error que debamos evitar cuando decoramos con este tipo de plantas?

Sí, claro. El principal inconveniente es que si se abusa o se eligen mal, pueden verse demasiado falsas y deslucir el espacio. Hay que evitar plantas con acabados brillantes o plásticos de colores irreales. Y también es importante limpiarlas regularmente, porque acumulan polvo y eso sí que rompe toda la magia…  

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