Hace ya unos años que el estilo nórdico llegó para influenciar nuestra forma de vivir o, al menos, la forma de pensar nuestro hogar. Se instaló en las casas sigilosamente, engatusándonos con su pureza, sus líneas rectas, sus tonos claros y tejidos naturales. Y es que el estilo de vida escandinavo transmite una sencillez y una armonía difícil de rechazar. Una vez lo aplicas en tu vida se convierte, al menos durante el rato que te dure un café frente a la chimenea, en un remanso absoluto de paz. Ellos diferencian, además, dos sub-estilos cada uno con sus elementos clave.

Salón natural nordico hygge

Foto: Ferm Living

 

1. SALONES DE ESTILO HYGGE

Por un lado tenemos el hygge, término danés que nos dice cómo vivir para disfrutar de nuestra casa todo lo posible centrándonos en las cosas importantes y que realmente aportan felicidad: esas velas encendidas en la mesa, hornear un bizcocho en familia o sentir el calor de una taza de té frente a una chimenea con tu libro favorito. Pequeños momentos cotidianos que son extraordinarios y que, queramos o no, afectan al interiorismo.

Y es que alcanzar el hygge en su máxima extensión requiere de un interiorismo acorde: que tu casa (o en este caso, tu salón) te aporte paz y te haga feliz gracias a la luz natural, los colores neutros, el orden o las líneas rectas. Una vertiente del estilo nórdico más hogareña y acogedora, donde la lana, el roble, la cerámica, los acabados opacos o los tonos pastel son esenciales.

Si añades una pieza en tono gris, una alfombra de pelo blanco (incluso añadir piel de oveja en los brazos de tu sofá) o una butaca para tus momentos de lectura conseguirás el efecto nórdico, aunque detalles como guardar una manta en una cesta de mimbre o colgar una alfombra en la pared pueden convertirse en puntos clave.

 

salon blanco nordico

Foto: Ferm Living

 

2. SALONES NÓRDICOS MÁS LUJOSOS

Como imaginarás, el sub-estilo nórdico Premium es más frío y elegante. Una línea en la que los brillos de lámparas, espejos y otros detalles ponen el punto de sofisticación que quizá le falta al hygge. El tono por excelencia es el blanco, que se combina con pieles y textiles más delicados. Mezclar mesas de diferentes alturas frente al sofá y añadir un puff puede ser una buena idea.

 

Claves para decorar un salón nórdico

Para que completes el look te contamos qué necesita tu salón para ser el salón nórdico que todos queremos tener, ¡atento!

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Salón de estilo nórdico lleno de luz gracias a los ventanales y a una paleta de colores en tonos blancos.
Foto: ALVHEM

Luz, por favor

Bien es sabido por todos que los países nórdicos no gozan del sol que disfrutamos por aquí. Sus pocas horas de luz al día hacen que concentren el mayor número de casas con enormes ventanales por metro cuadrado. Por eso sus cortinas son casi transparentes y en el interior hay pocos elementos decorativos, así la luz puede entrar e invadir todo el espacio a sus anchas. ¿Qué ocurre con las lámparas? Busca, de nuevo, el diseño minimalista, pero no por ello menos especial o diferente (sin llegar a ser extravagante). Encuentra una lámpara de lana, con plumas, cuero, fieltro o lino, pero también puede ser de cobre, vidrio o latón. La cumbre vendrá al utilizar velas de todas las formas y tamaños para elevar ese ambiente acogedor que buscamos.

Detalles en mader - Studio Asker
Flare Department Studio Asker

Materiales naturales

El estilo nórdico bebe de la naturaleza, así que los materiales y texturas de tu salón, en su mayoría, también vendrán de ella. Los protagonistas suelen ser la lana, el mármol y el roble en tono claro. Apuesta por piezas de cerámica como jarrones, superficies mates, piedra, cemento o vidrio.

Salón de Niels Maier
IGNANT Interiorismo: Niels Maier

Menos es más

Qué cansados estamos de leer y escuchar esto, pero cuánto bien ha hecho esta frase al interiorismo nórdico para conseguir toda la admiración que recibe. Esta corriente se basa en la filosofía de vida de los países nórdicos, donde lo único a la vista debe ser lo esencial. Por eso aquí se decora con sencillez, y por ello tu salón debe estar poco -o nada- abarrotado de objetos. Piensa bien en qué es lo más importante para la estancia y cíñete a encontrar piezas que te aporten paz visual, donde encuentres armonía y homogeneidad. La limpieza de ruido visual será confortable y si no, ¡no será nórdico!

Set de aparadores con detalles en acero producidos por Sibast  Dinamarca en los años 60, ideales para dar un toque diferente y muy especial a un salón nórdico.
Galería A - Madrid

Recupera algún mueble antiguo

Pero nada barroco: este estilo que tanto valora el diseño y los momentos importantes de la vida también nos permite introducir algún mueble restaurado que se adapte bien al estilo sin llamar demasiado la atención. Por ejemplo una mesa de madera antigua, pero restaurada con gusto para encajar dentro del juego de líneas puras. 

Salón comedor nórdico
JAAK

Geometrías

Dentro de la pulcritud nórdica hay cabida para los elementos geométricos: es la forma que tienen de añadir diversidad visual sin salirse del minimalismo. Prueba a poner, de pronto, una alfombra de cuadros o cuelga láminas y cuadros en la pared con dibujos sencillos donde predominen las líneas. 

Salón nórdico en tonos cálidos
ALVHEM

Tonos cálidos

Los colores que nos encontramos en este estilo decorativo viene directamente de los paisajes nórdicos, por lo que grises, blancos y pasteles fríos combinados con la madera en tonos claros se convierten en el combo perfecto para dar unidad a la gama. Si puede ser, elige un suelo de madera también en tono claro, como el roble, y para las paredes apuesta por un dusted green o un gris o un topo en claro. En general, tu salón debería tener una buena paleta de tonos neutros y algún color que se desmarque del resto, aunque no siempre en tonos empolvados, ya que a veces los contrastes por ejemplo con algunos elementos en negro aportan intensidad y quedan ideales. Apuesta por un punch de color en los cojines o en algún otro objeto, pero mantén la claridad: en estos países donde las horas de luz son escasas es importante que las casas aporten toda esa luminosidad que les falta. 

Norm Architects - The Audo
Jonas Bjerre Poulsen Interiorismo: Norm Architects - The Audo

Juego de textiles

Cortinas finas de lino para que la luz entre a borbotones por las ventanas, alfombras que no cubran todo el suelo para que podamos apreciar la madera, tapicería para sofá o butacas de piel o ante en tonos empolvados o siguiendo la gama de grises y blancos, todo complementado con algunos cojines (sin abusar en número) por ejemplo de terciopelo. No te olvides de los tejidos afelpados o el algodón. 

Este salón de BoConcept no solo introduce plantas delicadamente en el salón, además apuesta por tonos verdes para más sensación de naturaleza.
BoConcept

Naturaleza

Hablamos de un estilo muy ligado a la naturaleza que, como no podía ser de otra forma, nos permite dejarla entrar en casa. Sin abusar de ella, como no abusaríamos si fuera cualquier otro elemento, claro. Hazlo de forma sutil, con una planta en una cómoda, en una estantería o en lo alto de una esquina. Otro punto clave para llenarnos de tranquilidad y paz en nuestro salón, aportando además un toque verde que rompa con la neutralidad del resto del salón.

Una estantería modular en madera es el mueble de salón perfecto para un estilo lleno de funcionalidad como es el diseño nórdico.
Muebles Lluesma

Funcionalidad

La utilidad será esencial en tu salón nórdico: no te limites a elegir muebles bonitos, asegúrate de que cumplen un papel importante. Busca líneas sencillas en los asientos (tanto en sillas como en el sofá), soluciones prácticas de almacenaje (muebles modulares muy versátiles que además de generar paz, guarden buen espacio para no dejar objetos innecesarios a la vista) y busca mesas con varias funcionalidades. Es importante que los muebles, además, sean en madera en tonos claros, tengan formas suaves y orgánicas o las patas redondeadas. Mobiliario limpio, sin ornamentación, de líneas limpias, con simetría y sencillez.