11 veces en que la nevera NO fue un estorbo: ideas para integrarla en la decoración de la cocina

No te queda otra. Sí o sí en tu cocina debes dejar un hueco para la nevera; incluso si la distribución es un tanto complicada, si el espacio no es que sea demasiado grande o si crees que no encaja mucho con el estilo decorativo que querías imprimir a la estancia. Sin embargo, con un poco de imaginación y creatividad (y nuestra desinteresada ayuda) puedes hacer que el frigorífico quede integrado de una manera sorprendente y funcional en el diseño de tu cocina. Es decir, que no desentone con la deco de este espacio.

Basta con echar un vistazo a estas inspiradoras fotos en las que te mostramos 11 cocinas donde la nevera no es que no sea un estorbo, sino que además es un elemento casi protagonista a la hora de integrarla en la decoración misma de esta estancia central de tu hogar. ¡Deja que te sorprendamos!

11 COCINAS DE REVISTA CON NEVERA INTEGRADA

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Alegría y color

Que la cocina es de color azul, pues nevera en azul. En este caso no había problema alguno para hacer coincidir este electrodoméstico con el resto de la deco de la cocina. Un interiorismo de décadas pasadas que se replica también en una nevera vintage de lo más estilosa.

Cocina blanca con frente de pared marmoleada

Belleza sublime

En esta cocina es todo tan elegante y exquisito que era fácil adivinar que no se podía colocar cualquier nevera que rompiera con ese aura lujoso. La idea pasaba entonces por esconder e integrar el frigorífico con un clásico y atemporal mueble en blanco como el resto de armarios de la estancia. Un conjunto armonioso y bello.

Sin miedo alguno

Cuando no te importa lo más mínimo arriesgar en la decoración de tu casa surgen interiorismos tan especiales como el de esta cocina. Una estancia de lo más divertida en tonos rosas y amarillos (para nada discretos). Y, en este juego de tonos vibrantes, la nevera no podía ser menos; por eso se ha integrado como parte de los muebles de la misma.

Un armario más de la cocina

Mismo juego de escondite que hemos visto en los dos casos anteriores. En esta cocina la nevera también pasa desapercibida en esta coqueta, pero sencilla y funcional cocina en blanco con los tiradores en dorado a juego con los armarios superiores en madera. Bien llevado.

Todo al gris

Ejemplo totalmente contrario el de esta otra cocina donde no es necesario ocultar la nevera para dar vida a una decoración sencillamente perfecta. Para una cocina en gris, mármol y ciertos detalles hacia el estilo industrial, nada como un frigorífico de última generación con el mismo aspecto de elegancia.

Casi como un espejo

Las neveras en negro con acabado brillante se pueden poner solo en ciertas cocinas donde el resultado sea de revista. Es el caso de esta sencilla cocina a ambos lados del espacio, en tonos grises y minimalista a más no poder.

En la montaña

Preciosa e intimista cocina con la madera como absoluta protagonista de un espacio donde no se ve a simple vista el lugar que ocupa la nevera. Si te fijas está oculta, como si de otro mueble más se tratase, a la izquierda de la misma en un conjunto de lo más natural y relajado.

Cuesta reconocerla

Cuesta, pero si te fijas puedes adivinar que el frigorífico se ha ubicado en uno de los frentes de almacenamiento de esta bonita y original cocina en madera de color negro. Solución perfecta y todo un acierto para demostrar, de nuevo, que la nevera no es un estorbo en la decoración de una cocina.

Misma continuidad de estilo

Narrativa lineal, en cuanto al interiorismo, la que se mantiene a lo largo de esta curiosa cocina en un tono poco visto como es este verde que reviste tanto el frente de pared como los muebles (entre los cuales está integrada la nevera para pasar desapercibida).

Mismos materiales

En este caso, la nevera no se esconde, sino que se integra a la perfección, escogiendo materiales idénticos en encimeras, islas y el mismo electrodoméstico.

A ambos lados

Último ejemplo y última idea de lo más inspiradora que demuestra que es cierto eso de que la nevera puede no ser un estorbo en el interiorismo de la cocina . Basta con no dejarla a la vista y panelarla con los mismos muebles de la estancia, como en este caso donde las vetas de la isla y el frente se llevan el protagonismo.