3 errores y 1 acierto para decorar el recibidor: Marie Kondo analiza la entrada perfecta

Marie Kondo, poco nos queda que añadir, pero para aquellos que sean primerizos leyendo nuestras 'páginas' o no estén al día de qué y quién hay detrás de este nombre, seguimos con una breve introducción. Se trata de la gurú del orden por excelencia y autora del reconocido método de organización KonMari. La japonesa lleva décadas ofreciendo consejos para mantener la casa en orden y, aunque hace unos años, debido al nacimiento de sus hijos, dio un giro inesperado hacia un orden más flexible, sigue deleitándonos con los mejores 'tips'. 

Y aunque normalmente siempre nos centremos en estancias como la cocina, el baño o el dormitorio, hoy nos atrevemos con el recibidor, una estancia que suele quedar en un segundo plato, pero que tiene mucha más importancia de la que creemos. Es la carta de presentación de toda casa, tanto para quien habita a diario en ella como para las visitas. Y es que entrar en hogar y que la primera impresión sea una zona caótica, desordenada y poco acogedora, puede conducirnos a un estado de ánimo de estrés o frustración.

Por esta misma razón, y siguiendo los consejos que Marie Kondo regala a través de la cuenta oficial del método KonMari, desvelamos 3 errores y 1 acierto que cometemos al decorar y diseñar un recibidor. 

ERRORES Y ACIERTOS PARA DECORAR EL RECIBIDOR

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Pequeño recibidor con un mueble multifunción para colgar y guardar pequeños objetos.

Foto: Kave Home

1. ERROR: DEMASIADAS COSAS

Como ya hemos mencionado anteriormente, el recibidor o la entrada  será la primera impressión que tengamos de una casa, por eso no debemos dejar su estilismo y funcionalidad como una prioridad secundaria. Tal como apuntan desde la organización KonMari, "es fácil abarrotar el espacio o dejarlo demasiado desangelado". Ante este problema, proponen tener el espacio de almacenamiento adecuado y justo para mantener el orden: cestas para las llaves, percheros, bancos con espacio para los zapatos...

En definitiva, el recibidor debe estar decorado de forma consciente con todo lo necesario a nivel funcional. Pero también debemos cuidar su estética, ya que un espacio todo blanco y sin decoración desprenderá tristeza y poca atención por los detalles. 

Zapatero y bandeja para zapatos de IKEA.

Foto: IKEA

2. ERROR: ¿Y CUANDO LLUEVE?

Hay dos estancias de casa que se ven directamente afectadas por el comportamiento del clima. Una es la terraza y la otra es el recibidor. Sí, seguramente nunca lo habías pensado, pero tu entrada debe estar diseñada de tal forma que responda a las necesidades que aparecen según el clima donde vivas. La consultora en Kon Mary, Nancy, resalta la importancia de "preparar el recibidor para las estaciones más lluviosas". ¿Cómo hacerlo? Teniendo toallas y un pequeño aspirador de mano cerca de la entrada. También recomiendan tener una bandeja - o felpudo - para dejar los zapatos.

Un espejo, una lámpara o una planta pueden llenar de personalidad un recibidor tan funcional como decorativo.

Foto: Kenay Home

3. ERROR: MERAMENTE FUNCIONAL

El último error se ha podido intuir en los puntos anteriores, pero recae en la importancia de la decoración y la personalización. Y es que aunque el recibidor responda a unas necesidades prácticas, también es la entrada a nuestro refugio personal, así que debe tener personalidad y efectos relajantes. Para ello, desde KonMari se recomienda decorarlo con el fin de que sea acogedor y sereno, con materiales naturales, colores claros, elementos de la naturaleza, etc. Además, muy importante, debes escoger una vela o esencia que te identifique.

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Banco con almacenamiento para el recibidor de una familia con niños

Foto: IKEA

ACIERTO: A LA MEDIDA DE TODOS

La accesibilidad es un punto clave en el diseño de entradas y recibidores, y no solo en cuestión de escaleras o rampas, sino también con la elección del mobiliario. Un claro ejemplo sería si en casa tienes niños, lo ideal sería añadir soluciones de almacenaje bajas, a las que ellos puedan acceder. E indicarles, por ejemplo, con etiquetas, que va en cada sitio.