Disponer de un mirador en casa, y si este disfruta de unas preciosas vistas sobre la
catedral de Málaga, puede ser un buen motivo para decantarse por la compra de una vivienda. No es el único, sin duda, pero sí uno muy importante. Sus elevados techos, el hecho de que fuera tan céntrico, los suelos, la luz… fueron clave para decantar la balanza a su favor. No importó que necesitara de una reforma, ni escasearan los metros, porque fueron capaces de ver cómo
podría convertirse en el hogar de sus sueños si se hacía un buen estudio del espacio y se optimizaba la superficie.

Para ello se pusieron en manos del estudio de Alejandra Pombo, con quien ya habían trabajado anteriormente y en quien depositaron, como siempre, toda su confianza. Y acertaron de pleno. “Fue un verdadero reto, no exento de motivación. La altura de los techos dificultaba mantener una estética clásica, casi de época; también la esencia tradicional del piso, que debía darse la mano con la practicidad para convertirse en un hogar moderno y funcional, con domótica, climatización, etc.

Salón con muebles de estilo bold, comedor y cocina abierta

Mesa, de Armucal Design. Sillas, de Maisons du Monde. Jarrón blanco, de Laura Ramírez Ceramics. Jarras de cerámica, de La Californie. Butaca y reposapiés tapizados con telas de Romo. Banco diseñado a medida y tapizado con telas de Romo. Cuadro, de FHE Gallery.

Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Interiorismo: Alejandra Pombo

La limitación de espacio tampoco jugaba a nuestro favor, pero, tras un elaborado trabajo de
distribución, se lograron diseñar todas las estancias necesarias”, comenta la propia Alejandra Pombo.
El estudio de la interiorista solucionó todo esto y más, gracias a la belleza del mosaico del suelo, la escayola de palillería curva, muchas estructuras de yesería para darle un carácter muy marcado y singular, así como la elección de elementos curvos (en techos, por ejemplo), candilejas a diferentes
alturas, jugando con los volúmenes y formas geométricas, etc... Todos fueron decisorios para lograr el espacio del que se disfruta ahora: uno que saborea la nota clásica y señorial propia de una finca en el centro urbano, pero que dispone de todas las comodidades del siglo XXI.

“Hemos intentado mantener su esencia original, pero con las molduras de formas actuales y una iluminación muy cuidada, hemos conseguido un sensacional efecto de contraste”, asegura Pombo. Y sigue: “Y el mirador… una maravilla de fantásticas vistas sobre la catedral de Málaga. Aquí pensamos en diseñar un rincón de lectura con un importante caudal de luz, miradas hacia el exterior que impresionan y una familiaridad espacial que gusta”, cuenta la interiorista.

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Una casa actual que mantiene su estilo señorial de origen