Un gran portal, techos altos, ascensor original con cabina de madera y escalera amplia de mármol típica de las casas clásicas del barrio de Almagro (Madrid). Las características de esta vivienda (construida en 1947) enamoraron al instante a sus nuevos propietarios. Y no es para menos. “Nada más entrar, tuvimos claro el gran potencial que tenía. Hicimos una cata de vigas y descubrimos la altura de los techos, de más de tres metros: una estructura que nos permitía cambiar por completo la distribución, creando grandes espacios llenos de luz. El objetivo era volver a integrar el piso en el estilo de la finca”, asegura Ángela Bermúdez, arquitecta e interiorista responsable de este proyecto.
“Cuando empezamos a trabajar, se apreciaba que ya había pasado por numerosas reformas para adaptarse a distintos usos y situaciones a lo largo de los años. De hecho, en los últimos tiempos había sido una oficina. Estas intervenciones no se habían realizado de manera cuidada y respondían únicamente a necesidades funcionales de cada uso, lo que la había llevado a perder su carácter clásico y señorial. Tenía los techos bajados con iluminación industrial, típica de un espacio de trabajo, y muchas compartimentaciones para albergar despachos y salas de reuniones que impedían disfrutar de la gran amplitud de la vivienda, así como de la luz que entra por los grandes ventanales”.

Cuadro de Hernández Pijuán, en Orellana Arte. Estanterías, obra del estudio de la arquitecta e interiorista.
Foto: Foto: Manolo Yllera. Realización: Cristina Rodríguez Goitia. Proyecto: Ángela Bermúdez.
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Para solucionarlo se llevó a cabo una reforma integral y transformadora. Dado el estado previo del
piso, no había elementos originales que pudieran recuperarse; por ello, se trabajó con artesanos y carpinteros para incorporar nuevamente detalles clásicos y elegantes, devolviendo a la casa su carácter distintivo. Sus nuevos propietarios querían una zona de día amplia para poder reunirse
con amigos y familia, y que esta estuviera separada del área de noche.
“Trabajamos en crear un hall espectacular, que mostrase, nada más entrar, el carácter señorial y sofisticado de la finca, algo que se consiguió con un gran trabajo de diseño de suelos, techos y paramentos verticales, que dieron con una envolvente elegante y exclusiva: pavimentos de parqué con marquetería y fajados que enmarcan las estancias, las molduras y boiseries, los techos con rosetones, los materiales nobles y naturales….”, asegura la arquitecta. Sin duda, la apuesta por un estilo clásico fue clave para rescatar la esencia original de la vivienda, respetando el carácter único de la zona.

Mesa de centro de La Fábrica de Hielo. Sobre ella, jarrones de Zara Home.
Foto: Foto: Manolo Yllera. Realización: Cristina Rodríguez Goitia. Proyecto: Ángela Bermúdez.
Alma clásica
Para Ángela Bermúdez, diseñar espacios es crear la escenografía de nuestro día a día. “Todos somos diferentes, lo que convierte los ambientes que habitamos en únicos y especiales. Siempre he tenido la inquietud de personalizar y adaptar mi entorno, siendo la creatividad y la imaginación elementos muy importantes en mi vida. No hay nada más bonito que hacer de tu pasión tu profesión, y es por ello que cada paso que he dado me ha llevado a trabajar en lo que más me gusta: idear espacios”, asegura.

En la chimenea, cerámicas de La Navà. Lámpara de techo, de IKB 191. Espejo francés del siglo xix. Mesa velador, de Tristán Domecq Casa. Jarrón, de Judith San Quintín, con arreglo vegetal, de Sakura Atelier. Butaca de My Nordics.
Foto: Foto: Manolo Yllera. Realización: Cristina Rodríguez Goitia. Proyecto: Ángela Bermúdez.
Y como ejemplo, esta vivienda, en la que ha buscado devolverle la imagen señorial que correspondía a un espacio de 1947. La paleta utilizada tanto en los acabados como en la decoración, en base neutra, favorece la nobleza ambiental; al igual que la luminosidad (natural y artificial, con tonos cálidos) y la selección y diseño del mobiliario. Esta última fue muy cuidadosa, combinando piezas sofisticadas, adquiridas en anticuarios y galerías de arte, con elementos hecho a medida y de diseño contemporáneo. Todo en materiales como la madera o el mármol, y con tapicerías de rica textura.
Una casa señorial llena de ideas