Este es el último cuadro que Tamara Falcó ha colgado en su nueva casa: abstracto y romántico

Existe un cuadro en la casa de Tamara Falcó que todos querríamos tener en nuestra casa. Uno que respira movimiento, ligereza y elegancia. A simple vista parecen las plumas del pájaro más colorido que hayamos visto nunca dejando su estela particular después de haber alzado el vuelo, pero detrás de una pincelada frágil y un gran gusto por el pigmento se encuentra la mirada de una artista, Rosa Galindo, y esa forma tan especial de mirar, entender y expresar el  mundo.

Rosa Galindo (Barcelona, 1962) se consolida como una artista de mirada delicada después de años de formación y trabajo personal. Estudió Arte y Diseño en su ciudad natal, pero su pasión la llevó a seguir formándose en Milán y Bolonia. Descubrió entonces que a lo que quería dedicarse siempre sería la pintura: el medio con el que mejor conseguía expresarse, esa forma de exteriorizar su universo interior debía ser a través del arte.

¿Cómo es la obra de Rosa Galindo? Su estilo tan personal es la culminación de una larga trayectoria, la cual partió de una formación multidisciplinar que combinaba el arte y el diseño con las ciencias sociales, a la vez que se interesaba por la naturaleza, los viajes y la música. Con su trabajo trata de entender e interpretar el misterio de la realidad, y lo hace a través de la sensibilidad y la belleza que la inspiran. Así es como la pintura se ha convertido para ella en un punto de apoyo crucial: ‘ha sido un soporte vital en mi manera de ver la vida’. Y es que para ella su arte refleja nuestra presencia como individuos en un universo imaginario, y profundiza en esa idea filosófica que busca entender qué lugar ocupamos en el mundo.

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Sus obras se expresan a través de un delicado universo floral, donde elegantes pétalos quedan suspendidos en el aire con la delicadeza de un susurro. Escenas estáticas que evocan movimiento y que se ejecutan sobre un lienzo no muy común: el metacrilato. El resultado es un paisaje hipnotizante y delicado, lleno de colores y luces que costruyen una atmósfera mediterránea y cargada de expresividad.

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Aunque actualmente está representada por Ferran Josa, de Pigment Gallery, desde sus inicios su carrera fluyó con fuerza entrando a exponer en salas de Barcelona, como Galería Punto Arte y Alzueta Gallery. Ha tenido el honor, además, de formar parte de colecciones catalanas de gran relevancia, como la de la Fundació Vila Casas. Eso no es todo, claro. La trayectoria y el arte de Rosa han estado presentes en numerosas Galerías y Ferias de Arte nacionales e internacionales como Art Madrid, Art Paris, Art Milano, Eurantica (Bruselas), Art Fair London Saatchi Gallery, Istanbul Art Fair, ST-ART Strasbourg, KIAF (Korea), Art BUSAN (Korea), LA Art Show, San Francisco Art Fair, New York Art on Paper, entre otras. Pero sin duda el momento más especial llegó cuando realizó su primera exposición individual ‘Esto no es un jardín’ en el Palau Riquer Sabater.

Formada también en Arteterapia, ahora mismo Rosa se encuentra trabajando en su taller ubicado en Sarriá, donde pasa sus horas experimentando con diferentes técnicas y materiales. En estos últimos años continúa centrada en ese procedimiento de pintura inversa sobre plexiglás que, el cual le permite perfilar su propio estilo mientras juega con transparencias, opacidades y reflejos que nos ayudan como observadores a sumergirnos en su obra.