Cortinas fuera de lugar: 9 ideas originales para decorar la pared del cabecero y la cama

¿Cómo vestir la pared de tu cama? La primera respuesta que se te ocurrirá será con un bonito y práctico cabecero. Otras ideas pueden ser un papel pintado, un mueble a modo de librería y sencilla mesita de noche en la parte de atrás o dejarlo tal cual y colocar un par de cuadros y láminas bonitas. Eso, o puedes quitar las cortinas de la ventana (o elegir otras) y hacer que tu cama gane enteros en cuanto al encanto con este tejido cayendo a modo de dosel.

Y es que el interiorismo es todo un juego donde las piezas se cambian de sitio para lograr ese efecto único y de lo más personal. Es lo que ha ocurrido con estas delicadas cortinas que han dejado de mirar al exterior para cobijar nuestros sueños a modo de decoración de pared y cabecero de la cama de nuestro dormitorio.

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Cortina a modo de dosel bajo las vigas de madera

Noches de verano

Delicadeza que cuelga de las vigas de madera en estas finas cortinas que se alejan de ese ventanal al exterior para cobijar los mejores sueños. Y ya si nos ponemos prácticos, para protegernos en las noches de verano de los molestos insectos nocturnos.

Arrullo minimal

Una imagen que invita al descanso y al relax con solo echar un vistazo. Una cama sencilla, pero confortable y acogedora y unas cortinas que se unen en forma de dosel para resguardar esas noches de paz y calma. No nos puede gustar más la nueva ubicación de estas bellas cortinas de lino blanco.

Rústico y mediterráneo

En esta otra estancia, con aire estival y mediterráneo, esa cortina rústica y de un tono que nos conecta con la tierra y la naturaleza se ha colgado sobre la cama. No es un elemento funcional ni práctico, sino un efectista juego deco para esta estancia junto al mar.

El blanco es más que un color

Preciosa habitación que nos lleva directamente a una isla griega y a unas maravillosas vacaciones junto al Mediterráneo. Una estancia donde se ha apostado por la doble cortina, pero no para las ventanas; sino para cubrir esa curiosa y personal cama de obra (e incluso jugar a ser un cabecero). Espectacular.

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Lujo mediterráneo

Otro ejemplo de cómo dar una doble vida a unas sencillas cortinas de lino (pero no para las ventanas o puertas que dan al balcón). Sobre esta cama de obra (en este dormitorio luminoso, impoluto y de lo más natural) caen sendas cortinas recogidas en cada esquina de la cama. Una estampa para la calma.

Con remate en negro

Escenario totalmente diferente a los anteriores (y que da vida a la apertura de este artículo), pero igualmente cautivadora. En este caso una cortina más rotunda rematada en una cenefa negra descansa sobre la cama haciendo que nos imaginemos una alcoba del medievo.

Formas en el aire

Y cambiamos de nuevo de tercio con esta otra habitación rústica, desenfadada y con pocos elementos. Nada de deco; ni falta que hace. Lo que sí es un denominador común es la cortina dispuesta sobre la cama bajo el techo de madera (y a modo de cabecero). Un delicado tejido en tono perla grisáceo recogido casi en forma de ola. Cautivador.

Dormitorio con dosel de estructura de hierro

Con su estructura de hierro

Elegancia delicada y sin apenas ruido la de este dormitorio con esa estructura superior de hierro de la que cuelga una suave cortina de lado a lado. Estamos en duda: no sabemos si nos gusta más así recogida haciendo un juego con el cabecero del mismo tono... o toda descorrida para envolver el espacio.

Habitación en tonos naturales y rústicos

Intimidad por los cuatro costados

Cerramos este inspirador recorrido donde hemos conocido cómo las cortinas pueden tener otro plano decorativo si las cambiamos de su habitual sitio. Sobre una sencilla estructura de madera y rodeando a la cama por los cuatro lados, esta cortina cierra un espacio de lo más íntimo.