A la hora de decorar una habitación de invitados, uno de los mayores retos es lograr que el espacio sea funcional, acogedor y visualmente atractivo, especialmente cuando el tamaño no acompaña. En estos casos, muchos se enfrentan a la duda de si vale la pena integrar un armario que ocupará demasiado o dejar la habitación sin espacio de almacenaje (aunque esto sería caer en un absoluto error). La interiorista Miriam Gómez, de Mímesis Interiorismo, lo tiene claro: "Si la habitación no es muy grande y no tenemos opción para colocar un armario, os voy a recomendar lo que sería para mí, la pareja perfecta".
Esa combinación ganadora no es otra que una cómoda cajonera acompañada de un burro o perchero. Una alternativa funcional y mucho más ligera visualmente, perfecta para cuartos de pocos metros. "La cómoda es ideal porque tiene los cajones para poder guardar la ropa, incluso podemos dejar la maleta colocada encima una vez que está vacía", explica la experta en uno de sus vídeos de YouTube. Y junto a ella, propone colocar "un burro, un perchero o incluso un galán de noche, donde poder colgar esas prendas que se arrugan con más facilidad".
La combinación perfecta para ganar almacenaje sin ocupar espacio en la habitación de invitados
Estos dos elementos unidos, no solo ahorran espacio, sino que también aligeran visualmente la estancia, algo clave en estancias pequeñas. "Esto nos va a ocupar mucho menos espacio que lo que sería un armario", concluye. Además, permite dejar hueco para otros elementos esenciales como una mesita auxiliar, una lámpara de noche o incluso un pequeño sillón, aportando confort y funcionalidad.

Foto: IKEA
La mejor forma de decorar una habitación de invitados para que sea cómoda y funcional
Miriam Gómez recuerda que lo más importante es tener en cuenta que esa habitación no es para uno mismo. "No es nuestra habitación, aunque parezca paradójico… Tenemos que conseguir una habitación que pueda gustarle al mayor número de personas posibles que nos visiten". Por eso, una de sus grandes recomendaciones es apostar por colores neutros: blancos, beiges, grises. "Son colores que en su mayoría transmiten calma, serenidad y suelen gustarle a casi todo el mundo", dice. Además, estos tonos "aportan luminosidad y sensación de amplitud".
Eso sí, neutralidad no es sinónimo de frialdad. Para evitar que el espacio se vea impersonal, la clave está en los contrastes suaves. La interiorista sugiere añadir "pequeños toques de azul, verde o rosa en los textiles como cojines, mantas o cortinas", así como en detalles de madera o fibras naturales que aporten calidez. También recomienda el uso de papel pintadoen una sola pared: "Con solo empapelar una pared, vamos a conseguir decorar prácticamente toda la habitación".

Foto: Foto: José Filemón Estudio: Etimoé Interiorismo
Respecto a la cama, la interiorista propone soluciones versátiles como los sofás cama, las camas nido o las abatibles, ideales si el espacio se comparte con otra función, como despacho o zona de almacenaje. "Hoy en día los sofás cama son comodísimos, no tienen nada que ver con los antiguos", asegura.
Consejos clave de interiorista para la habitación de invitados
Repasando y tomando nota de todos los tips que nos ha dado Miriam Gómez en su vídeo para nuestra habitación de invitados, recogemos aquí los mejores:
- Almacenaje compacto: sustituir el armario por "una cómoda cajonera y un burro o galán de noche".
- Colores neutros: usar blanco, beige o gris para aportar luminosidad y amplitud.
- Toques personales: añadir color con cojines, mantas y complementos en tonos suaves como azul o rosa.
- Papeles pintados: empapelar solo una pared para dar carácter sin sobrecargar.
- Texturas naturales: incorporar madera, fibras y tejidos cálidos.
- Camas versátiles: optar por sofá cama, cama nido o cama abatible si el uso es ocasional.
- Iluminación ambiental: incluir lámparas de noche y, si hay espacio, una lámpara de pie en un rincón de lectura.
- Textiles bien pensados: ropa de cama en tonos neutros, cojines en número impar y distintos tamaños.
- Cortinas ligeras: visillos claros o estores tipo paquete que aporten calidez sin restar luz.
- Pequeños gestos de hospitalidad: flores frescas o artificiales, libros en la mesita, un ambientador sutil y una jarra con vasos de agua.
- Limpieza y ventilación previas: abrir las ventanas antes de que lleguen los invitados para renovar el aire y colocar sábanas recién lavadas.
Como bien dice Miriam Gómez, "el objetivo es que nuestras visitas se sientan cómodas, bienvenidas y como en casa". Siguiendo estas recomendaciones de experta... ¡Seguro que no querrán marcharse!
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