La Sociedad Española de Neurología (SEN) estimó el pasado año que el 48% de los adultos y el 25% de los niños no disfrutan de un descanso de calidad. Además, el mismo estudio señaló que al menos el 50% tiene dificultades para conciliar el sueño, y un 32% se despierta con la sensación de no haber descansado adecuadamente. Elegir el colchón adecuado a nuestras necesidades puede contribuir a reducir esa estadística: los de viscoelástica se adaptan al cuerpo, los de muelles ensacados ofrecen independencia de lechos y buena ventilación, la espumación HR proporciona firmeza y resistencia, y el látex, natural e hipoalergénico, garantiza transpiración y soporte flexible. Sin embargo, más allá de los materiales y su núcleo, las últimas innovaciones en el sector también se enfocan en la personalización y la sostenibilidad. Porque un buen descanso y la conciencia ecológica, por supuesto, no tienen por qué ser incompatibles.

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Identidad eco

Además de procesos de fabricación mucho más eficientes, que optimizan el consumo de agua y energía, los principales fabricantes están incorporando en sus productos alternativas biodegradables como el algodón orgánico, las fibras de bambú o la lana tratada sin químicos. Con una mirada puesta en el futuro cercano, la revolución verde también apuesta por colchones reciclables y modulares, estructurados en capas o secciones que facilitan su desmontaje y reciclaje individual, permitiendo así reducir significativamente los desechos y darles un segundo o nuevo uso al final de su vida útil.

Dormitorio con cortinas blancas y cabecero beige

Cama desenfundable tapizada en efecto borreguito Martina (para colchones de 90 x 200 cm a 180 x 200 cm; desde 799€), disponible en 39 acabados. De Kave Home.

Foto: Kave Home

Tecnología punta

Equipados con sensores avanzados, los colchones inteligentes monitorean la postura, el ritmo cardíaco, la temperatura y la presión durante el descanso, proporcionando un análisis exhaustivo del sueño. A través de una app móvil sincronizada, generan recomendaciones precisas para ajustar tanto el colchón como el ambiente, adaptándose a los movimientos y la morfología corporal, y ajustando la presión en las zonas críticas. Este enfoque personalizado no solo optimiza el bienestar del sueño, sino que también identifica factores que afectan su calidad y previene complicaciones musculares y articulares a largo plazo.

Innovación vs. tradición

El descanso evoluciona con materiales de vanguardia que mejoran la transpirabilidad, el control térmico y la durabilidad. Las espumas de última generación con grafeno, cobre o gel para disipar
el calor conviven con viscoelásticas vegetales, más sostenibles y libres de tóxicos, y con tejidos técnicos de fibra de carbono, diseñados para reducir la electricidad estática y favorecer un sueño más reparador. Aunque eso no quiere decir que los materiales naturales vayan a perder su lugar. Al contrario: seguirán siendo fundamentales en los modelos premium, donde fibras como la lana,
el algodón o la crin de caballo siguen siendo las favoritas por su resistencia y capacidad termorreguladora.

Dormitorio color berenjena

De muelles ensacados, Quiétude (80 x 190 cm a 200 x 200 cm; a partir de 1.308€) incorpora Hydra+: un tratamiento probiótico que combate el envejecimiento y estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico.
De Senttix.

Foto: Senttix

En pareja

Si bien los colchones de muelles ensacados, viscoelástica e híbridos, una combinación de los
anteriores, facilitan la independencia de lechos –es decir, absorben los movimientos si compartes
cama y uno de los dos durmientes tiende a moverse mucho–, existen otras opciones. Por un
lado, los denominados colchones gemelos: dos unidades individuales que se ajustan en tamaño a la medida de una cama doble y que, al estar unidos con una cremallera especial, simulan un solo colchón. Y, por otro, los personalizables duales: cada lado de este tipo de colchón se puede ajustar de forma independiente, lo que significa que una persona puede elegir una firmeza más suave, mientras
que la otra puede optar por una más firme.

Dormitorio con listones de madera en la pared del cabecero

Canapé Unik (de 90 x 180 cm a 200 x 210 cm; desde 1.125€) y colchón de muelles y espumación HR antibacteriano Aqua (de 90 x 190 cm a 180 x 200 cm; a partir de 853€). De Mimma Gallery.

Foto: Mimma Gallery

Bases funcionales y con estilo

Las bases de cama acolchadas y fijadas al suelo ofrecen una sensación de suavidad e ingravidez, casi como flotar en una nube, lo que las hace ideales para estancias grandes donde su comodidad puede apreciarse plenamente. Los canapés abatibles siguen siendo una de las opciones más populares, ya que optimizan el almacenamiento bajo la cama, pero también están ganando adeptos los somieres con cajones inferiores, una alternativa igual de práctica en habitaciones de espacio limitado. Mención aparte merecen las bases con patas invisibles que parecen que levitan en el aire: en lugar de estar ubicados en las esquinas, sus soportes se sitúan un poco más adentro, quedando ocultos a la vista.

Con carácter

El cabecero ha evolucionado, dejando atrás su función puramente práctica para convertirse en uno de los elementos más relevantes del dormitorio. Las formas onduladas, los bordes irregulares y los diseños XXL, que se extienden más allá del ancho de la cama hasta alcanzar el techo o abarcar toda la pared, ganan protagonismo esta temporada. Lo mismo ocurre con las opciones modulares, que integran estantes o mesas de noche, y aquellos tapizados en tonos vibrantes o con fundas intercambiables. La madera rústica con efecto envejecido y los tradicionales capitonés dan paso a propuestas más audaces y decorativas, con una fuerte carga estética.

Dormitorio con cama sin cabecero y con tocador

Base Soho (desde 749€) y colchón de muelles ensacados y tumbada suave RS6 (de 80 x 180 a 200 x 200 cm; a partir de 1.215€). De Bedland.

Foto: Bedland

Soporte adaptativo

Más allá de los materiales de relleno (espuma, viscoelástica, látex, fibras sintéticas, gel, plumas o plumón) y sus tipos (horizontal, cervical o en forma de “mariposa”), las almohadas ya incorporan innovaciones que hace pocos años eran impensables. Existen modelos con espumas infusionadas con geles refrescantes que disipan el calor, opciones con rellenos ajustables en altura y firmeza, y versiones inteligentes, como los colchones, equipadas con sensores que analizan los patrones de descanso. Ahora bien, naturalmente, la postura del durmiente sigue siendo clave a la hora de elegir: para quienes duermen de lado, una almohada firme de hasta 15 cm para alinear cabeza y cuello con la columna; boca arriba, una de firmeza media y 12-13 cm; y boca abajo, una suave, de unos 10 cm, para reducir la tensión cervical.

 

¿Cada cuánto hay que cambiar el colchón?

A diferencia de una almohada, el deterioro de un colchón es mucho más sutil y puede pasar desapercibido. La pérdida de firmeza urge a renovarlo, ya que al hundirse, puede provocar dolores de espalda, insomnio y sensación de no haber descansado correctamente durante la noche. Cierto es que, en la práctica, cuando se adquiere uno, este no viene con fecha de caducidad de fábrica. No obstante, como aconseja la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA), habría que cambiarlo cada 8 o 10 años aproximadamente. Sí, esto último implica una inversión, pero gozar de una buena salud -tanto física como mental- no tiene precio.

dormitorio tonos grises
Foto: Sergey Krasyuk - Interiorismo: Ekaterina Yakovenko - Estilsimo: Natalia Onufreichuk

¿Qué firmeza de colchón es la más conveniente?

Por norma general, la firmeza de los colchones se mide en una escala del 1 al 10: cuanto más alta sea la cifra, mayor será su dureza. El Índice de Masa Corporal (IMC), sin duda, puede ayudarte a decantarte por uno u otro. Calcularlo es muy sencillo: divide tu peso -expresado en kilogramos-, por tu altura elevada al cuadrado -metros-. Si el resultado es menor de 18'5, opta por un colchón de firmeza media o baja; si la cifra oscila entre 18'5 y 30, cualquiera te puede ser útil, así que elige el que mejor se ajuste a tus gustos y necesidades y, en el caso de más de 30, decántate por uno de máxima firmeza.

¿Todas las bases de los colchones sirven?

Aquí entra en juego el tipo de colchón. Los de látex requieren una base que les permita transpirar bien. Por eso mismo, lo preferible es un somier de láminas; las bases tapizadas, canapés o somieres de muelles encajados se desaconsejan. Para los muelles ensacados, un canapé o base tapizada es lo que necesitas. Y aunque los viscoelásticos se llevan de maravilla con todos los soportes, un somier multiláminas dotará de una flexibilidad extra a tu equipo de descanso.

¿Hay que girar el colchón?

Cuando el colchón está fabricado para ser usado por las dos caras, voltéalo en abril y octubre; y gíralo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, en enero y julio. Sin embargo, si se trata de uno recién comprado, los fabricantes recomiendan que durante el primer año de vida les des la vuelta cada mes para que ambos lados se habitúen a tu cuerpo y movimientos. ¿Hay que hacerlo con todos, ya sean de espuma, muelles o látex? Sin excepción. ¿Y con los de viscoelástica? Al igual que con el resto, la respuesta es afirmativa si gozan de un tejido de doble cara.

Dormitorio rústico
Foto: Foto: Amador Toril. Realización: Cristina Rodríguez Goitia. Estudio: Leticia Saá

¿Qué hay que hacer con el topper del colchón?

Cuando tu viejo colchón haya perdido la firmeza inicial o se haya deformado un poco, el uso de un topper -también conocido con el nombre de sobrecolchón- hace que siga siendo confortable durante más tiempo. Independientemente de que su relleno sea de látex, plumón, espuma, viscoelástica o fibras naturales, es útil para proteger el colchón de la suciedad, las bacterias y los ácaros. Ahora bien, antes de adquirir uno, asegúrate que tenga como mínimo 3 centímetros de grosor. Y recuerda: deben tomarse como una solución temporal, no permanente.

Javier Vergara, Proyect Manager de Khar,a y Director de Comunicación de Khama Hotel

La buena transpirabilidad del colchón es, por suerte, algo que cada vez es más reconocido y asimilado en usuarios y fabricantes. Los muelles ensacados permiten una mayor transpiración, así como los nuevos materiales y las capas microperforadas. Esto evita los tradicionales problemas de humedad, hongos y suciedad en algo que usamos todos los días. Supone un importante salto en higiene doméstica. En este sentido, también es un gran avance que las capas superiores sean reversibles -con uso de invierno y verano-, ya que se adaptan mejor a la temperatura corporal, y que los colchones actuales sean desenfundables y lavables.