La cocina es para muchos hogares el alma de la casa, el epicentro donde la familia se reúne en torno a la mesa y se pone al día. También es el lugar donde se cocinan nuestros platos preferidos y las recetas que pasarán de una generación a otra.
Por eso, es uno de los espacios más importantes de la casa y como tal, debe recibir la atención que merece. A la hora de diseñar la cocina de nuestros sueños, no solo debemos fijarnos en los elementos que la componen ni en su funcionalidad. También es muy importante que este espacio de la casa se adapte a nuestras necesidades y que al mismo tiempo refleje nuestra personalidad.
Las tendencias en cocinas han sufrido muchos cambios en los últimos años, pero siempre ha habido un hueco para las cocinas a color. Si lo tuyo es el color, las casas alegres y vividas, te recomendamos que optes por vestir los muebles de la cocina con tus colores preferidos.
Aunque nos encantan las cocinas blancas, las cocinas a todo color aportan mucha más alegría y personalidad a una casa. En un concepto de cocina abierta, el color aporta continuidad a la decoración del salón y puede incluso robarle protagonismo.
Fotografía: Bohostudio
Las cocinas de colores también están al tanto de las últimas tendencias y se diseñan teniendo en cuenta las claves decorativas. Antes de instalar una cocina con las puertas de algún color, es importante escoger un tono que se adapte a nuestra personalidad y que se integre con el resto de la decoración de la casa. No todos los colores son válidos.
Las posibilidades son infinitas a la hora de diseñar nuestra cocina a todo color. Una de nuestras opciones preferidas y que mejor funciona, es la de elegir colores distintos en la parte superior e inferior. Normalmente, se escoge un color neutro como blanco, gris –la combinación de estos dos tonos es garantía de éxito para la cocina– o negro para una de estas partes, y un color más llamativo para la otra.
Fotografía: Luc Roymans
Colores como el amarillo, los azules o el verde son los más demandados para este tipo de cocinas. Pero el verde en sus distintas tonalidades, es sin duda el que se lleva la palma en el diseño de cocinas de color. En cambio, colores como el rojo, el naranja o el negro, que tanto predominaban en las cocinas de hace 10 años, han pasado a mejor vida.
Los colores mate son los más atractivos para dar un toque de color a nuestra cocina. Olvidémonos del efecto charol o espejo que marcó los primeros años de este siglo.
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