El ABC de un dormitorio natural: 11 fotos con ideas acogedoras y relajantes

Tu casa es ese sitio que te acompaña cada día, en el que impregnas todo con tu personalidad. Pero el dormitorio… ay, el dormitorio: esto es (o al menos, debería ser) tu templo sagrado. En su puerta tienes que dejar las preocupaciones, el estrés y los malos rollos para entrar y sentir verdadera paz. Y a veces creemos que con la vida que llevamos eso es imposible, pero existen elecciones decorativas donde colores, texturas y objetos tranquilizan el alma. No importa lo ruidosa que sea tu ciudad: si los aplicas puedes viajar a sitios que no imaginabas. ¿La fórmula? El ABC de un dormitorio natural: te contamos todo lo que tienes que saber para respirar relax, comodidad y naturaleza cuando te vayas a dormir.

Espacios

Salones blancos ideales para el verano y en todos los estilos. ¡Llena tu casa de luz y frescura!

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Tu cama en un tatami

En Asia duermen sobre tatamis o con los colchones en el suelo porque, normalmente, sus casa son más bajitas y eso hace que la cama no ocupe tanto espacio en la habitación. Si eliges un tatami para dormir a ras del suelo, tu dormitorio se sentirá más descongestionado y se apreciarán más otros elementos, como la piedra o las columnas de madera antigua, típicas de las casas de pueblo.

La madera como protagonista en un juego de texturas

Las ventanas de madera nos trasladan directamente a una cabaña en el campo: en esta combinan una ventana de madera oscura con otra de madera más clara. Y como la vida de pueblo no tiene por qué privarnos de vivir un espacio cómo y muy chic, podemos poner un banco a los pies de la cama en el que sentarnos de vez en cuando a vestirnos, pero también una butaca de fibras naturales (yute, ratán o mimbre, entre otros) para armonizar alguna esquina del dormitorio. Mezclar madera con otros materiales naturales en bruto es la combinación ganadora.

Vigas a la vista

Si tienes vigas en el dormitorio déjalas a la vista, ya sean marrón claro, oscuro, blancas o negras. Si tu casa no las tiene de forma natural a la vista, puedes poner unas igualmente. Sin duda son un elemento clave para sentir que tu dormitorio está en una cabaña en medio de un bosque.

Dormitorio natural cama fibras naturales

Una cama de lo más natural

No nos vamos a engañar: el pueblo lo asociamos al descanso total y por eso, que tu habitación respire aires de aldea y tenga una cama muy grande y cómoda será la mejor forma de tener un buen descanso. Elige una estructura o cabezal de fibras naturales, como este de esparto y hecho a mano.

El mundo vegetal entrando a tu dormitorio

Si hay algo que nos adentra de golpe en el universo natural son las plantas: por su belleza, pero también por esa capacidad de oxigenar los espacios. Elige un ramo de flores frescas o cuelga plantas que se encarguen de purificar el aire tan bien como los potos, el ficus o la palmera china. Completa el look con un papel de pared de motivos vegetales, pero discreto, recuerda que queremos paz en el dormitorio.

La naturaleza como obra de arte (y sin cortinas)

Sabemos que esto no está al alcance de cualquiera, pero si tu casa tiene una ventana que enmarque el entorno tan bien como esta (casi como si fuera una obra de arte colgada en tu pared), ese tiene que ser, sí o sí, tu dormitorio. Ah, y en el caso de que la tengas, destierra las cortinas: se te llenarán los pulmones solo mirando.

Colores que vienen del entorno

Para que tu dormitorio respire naturaleza necesita vestirse con colores cálidos que vengan del entorno. Una gama de colores donde los arena o tierra sean protagonistas. En este caso, el blanco funciona genial de lienzo sobre el que ir colocando elementos en tonos que vengan del entorno, como marrón, gris o terracota. La paz que te aporta una buena combinación de colores en clave natural no tiene precio.

Tejidos naturales

Elegir tejidos naturales como algodón o lino para la cama y las cortinas es esencial si quieres conseguir un look natural. En este caso, se juega con los tejidos en torno al momento de dormir. Y es que el dosel (esa estructura alrededor de la cama de la que solemos colgar telas) tiene la capacidad de hacernos sentir más protegidos -si cabe- en nuestro dormitorio. Pero una forma más sencilla de conseguirlo es simplemente colgando la tela desde las vigas o el techo y dejándolo caer alrededor. Una forma de encapsular nuestro rincón favorito que conseguirá hacernos dormir como si nos resguardásemos en un caparazón.

Cuando no es la madera: es el árbol

Otra clave es añadir de alguna forma un elemento que venga en bruto desde la naturaleza. Por ejemplo un trozo de tronco de árbol cortado que usaremos como mesita de noche para apoyar las cosas. Es como si directamente hubiésemos salido a recoger un trozo y lo hubiéramos entrado a casa sin tratar. La naturaleza invadiendo el dormitorio en su mejor versión.

Formas orgánicas

Tu habitación de casa de campo no tiene por qué estar llena de objetos: en las ‘’nuevas casas de campo’’, esas que utilizan el minimalismo campestre como mantra total, se tiende a las líneas puras y orgánicas que vienen de la naturaleza. Esto aterriza en repisas, estanterías o puertas estrictamente de obra, donde disfrutamos de suaves curvas de yeso blanco que, combinadas con el paso de la luz natural acentúan las sombras, convirtiendo el espacio en una especie de summer house griega tallada en la montaña como una escultura.

Luz natural a raudales

La luz natural es una de las claves más importantes. Intenta que la habitación con más luz exterior o con las ventanas más grandes sea la de tu dormitorio. Aporta una sensación de calidez y de tarde en el campo que suaviza los colores, el entorno y el alma.