Una villa clásica con detalles modernos en Murcia: diseño a medida, elegancia y con el color y la luz como protagonistas

Enclavada en un entorno privilegiado, junto a un campo de golf en la Región de Murcia, esta villa, firmada por el estudio de interiorismo María Conesa, representa una oda a la elegancia personalizada. Cada rincón ha sido concebido desde una mirada integral que va más allá del interiorismo convencional. Se trata de una intervención donde el detalle, la proporción y la coherencia formal definen una atmósfera única, sofisticada y serena, y esto, junto a la emoción, la esencia y la nobleza, son los elementos que guían a la interiorista para crear espacios con alma y una personalidad única.

En esta vivienda, se puede acceder a través de un imponente torreón de planta cuadrada, que ya anticipa el cuidado arquitectónico del proyecto. A partir de ahí, los espacios se suceden con una narrativa estética que equilibra clasicismo y modernidad: molduras lacadas, papeles pintados, materiales nobles y una paleta cromática que va del blanco al azul profundo y sirven de hilo conductor entre las distintas estancias. ¿El resultado? Un hogar que combina belleza escultórica con una funcionalidad silenciosa, fruto de un diseño artesanal.

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La entrada: un punto de partida con carácter propio

El recibidor marca la pauta visual con su combinación de cornisas lacadas, papeles pintados texturizados... La arquitectura se convierte aquí en escenografía, con una iluminación indirecta que enfatiza volúmenes y genera profundidad. Lo mismo sucede en los pasillos de la vivienda, que no actúan como meros conectores: están concebidos como espacios de transición con carácter propio, donde cada ángulo ha sido estudiado para mantener la armonía general del conjunto.

El salón: sofisticación a medida

El corazón social de la casa se articula en torno a una gran librería diseñada a medida, que imprime carácter y orden visual al salón. Todo responde a una lógica de coherencia visual, calidad material y proporción espacial que define el enfoque del estudio: un trabajo de autor, riguroso, exclusivo y sin soluciones estándar. Los tonos blancos, azules y grises se apoderan del espacio, mientras que la madera aporta ese punto de calidez que evita que esta paleta cromática termine creando rigidez.

El comedor: un espacio para compartir

El comedor, en sintonía con esta estética, se integra en el espacio abierto, manteniendo una sensación de amplitud y coherencia con el resto del proyecto. Una mesa ovalada con superficie de cristal evita que se convierta un obstáculo para la vista. Además, la lámpara que la preside, es una auténtica pieza de diseño. Y es que, la iluminación indirecta, presente tanto en techos como en mobiliario y elementos integrados, ha sido especialmente cuidada. La intervención revela la habilidad del estudio para crear atmósferas envolventes mediante la luz, generando escenas suaves y elegantes, casi cinematográficas, en las que cada estancia adquiere un carácter singular sin perder unidad.

Cocina: una isla que rompe moldes

La cocina, una de las joyas del proyecto, se organiza en torno a una original isla triangular. Esta decisión formal desafía lo convencional y demuestra la voluntad del estudio de crear soluciones a medida, tanto funcionales como estéticas. La elección de materiales y el diseño de la iluminación contribuyen a crear un espacio técnico pero cálido, práctico y sin perder sofisticación.

Un dormitorio elegante y sobrio con accesorios que ponen el toque de color

Dormitorios: refugios en clave y elegantes

Este es uno de los tres dormitorios disponibles en la vivienda, pero el mejor ejemplo del diseño que los define. Todos ellos comparten una filosofía de diseño en común: serenidad, sobriedad y confort. La paleta cromática - blancos, grises y azules oscuros - se emplea aquí con gran sensibilidad para generar espacios de descanso calmados. Los tejidos de KA Internacional aportan textura y color, mientras que las molduras y la carpintería completan una ambientación clásica con un giro contemporáneo.

Cuartos de baño: el arte de los contrastes

En los tres baños, se revela una cuidada combinación de materiales y luminarias. Los porcelánicos de Cosentino conviven con papeles pintados de Vescom, luminarias de diseño propio y pantallas de Peralta, creando composiciones sofisticadas y dinámicas. Todos los elementos y detalles aportan ese giro moderno que rompe con la simetría clásica y aporta frescura y audacia.