Una finca en esquina totalmente exterior, situada en un edificio de los años sesenta, en Madrid, perfecta para sus nuevos compradores, la inmobiliaria Lumier (promotora especializada en casas
boutique), en la que vieron muchas posibilidades, a pesar de no estar en su mejor estado y de desear un espacio que albergara una zona social grande, luminosa y bien comunicada con la cocina, y una de noche independiente con el mayor número de dormitorios en suite.

La arquitecta Mónica Diago, autora de este proyecto, vio de inmediato el potencial de la vivienda, sin olvidar que cumplía con todos los requisitos iniciales: altura, luz y ubicación. Era lo que estaban
buscando, sin duda. “Nuestro trabajo consistió en renovarla de una forma elegante y sofisticada, sin perder de vista la funcionalidad. Para ello, se adaptó la distribución a los nuevos usos de hoy en día, realizamos todo el proyecto de reforma, el interiorismo y diseñamos parte del mobiliario a medida, para crear un ambiente más moderno, un continente que pudiera servir como expositor de obras de arte”, asegura Diago.

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Salón abierto a cocina de madera

Oso, de Marita Segovia. Butacas, jarrón azul y taburete, de Judith San Quintín. Cojines, de Pepe Peñalver y Harlequin. La estructura curva, en listones de madera, es una especie de atrio diseñado para separar la cocina del salón y el comedor. Mueble bar, diseño del estudio de la arquitecta.

Foto: Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Arquitecta: Mónica Diago

Y no fue fácil, ya que a nivel de distribución, la finca original tenía un pasillo y un recibidor demasiado
grandes
, era un espacio totalmente desaprovechado, que, además, se acentuaba por una gran viga de descuelgue que los separaba del área de salón y hacía complicada su reorganización. Para poder aprovechar esta superficie y darle un uso racional y práctico, “diseñamos una especie de atrio enmarcado en un panelado de madera con molduras, que actúa como espacio intermedio entre la
cocina y el salón y que, gracias a la ubicación de una pieza escultórica multifuncional forrada en espejo, fluctúa en versatilidad, dado que puede utilizarse tanto para actuar de bar, como de recibidor o de apoyo para fiestas o cenas”, comenta la arquitecta.


Al final, lo que en principio podía parecer un punto complicado del proyecto, se convirtió en el tan deseado rincón WOW de la vivienda, actuando como foco de todas las miradas desde cualquier estancia de la casa. “Adaptamos el proyecto de arquitectura e interiorismo a la finca de origen, le dimos personalidad, aportamos muebles a medida y de diseño contemporáneo”, comenta Diago. Y
todo para convertirla en un espacio en el que vivir con luz, en calma y rodeados de obras de arte.

Customizar la casa

Salón abierto

La arquitecta ha hecho algunos cambios respecto a la distribución de la vivienda original.

Foto: Foto: Fhe.es. Realización: Paloma Pacheco Turnes. Arquitecta: Mónica Diago

Según la arquitecta Mónica Diago “tratamos de hacer viviendas personalizadas y elegantes, pero sin perder de vista la funcionalidad y el hecho de que las casas tienen que ser vividas”. Tal vez por ello, cuenta, que les gusta llegar hasta el más mínimo detalle, y trabajar mano a mano con oficios y artesanos. “Diseño, calidad y funcionalidad son nuestro sello”, asegura Diago.

El resultado es un hogar moderno, elegante y de calidad, en el que se han potenciado distintos espacios, zonificado los ambientes con revestimientos, luminarias singulares, alfombras… y se ha convertido en un contenedor de arte contemporáneo.

Una casa clásica con toques contemporáneos