El apartamento de Mikel Irastorza en Berlín: ambiente industrial, obras de arte y un emotivo cromatismo

Un recibidor con estilo propio

Nada más cruzar la puerta de acceso a la vivienda se visualiza su particular estilo, con la elección de una mesita alemana de los años 70 y un taburete francés retapizado para dar la bienvenida. Y desde esta misma perspectiva ya se anticipa el uso de los colores, tan relacionados con la particular y emotiva historia de esta reforma.

El papel pintado de la pared de la izquierda es de Londonart.

Puertas sobrepuestas para ganar espacio interior

En el pasillo de acceso a la zona principal del piso se sitúan las dos puertas que acceden al dormitorio de invitados y al baño, respectivamente. Ambas se han instalado sobrepuestas a la pared y con apertura hacia afuera, aprovechando la amplitud del pasillo. De esta forma también se libera superficie en esas dos estancias al no tener que contar con el radio de apertura interior. En primer plano, se ve una mesita francesa negra y roja de los años 80.

Cocina bicolor abierta y a medida

Por motivos de distribución y al no poder derribar la gran pared de carga, la zona de la cocina no quedaba lo suficientemente amplia, por eso Mikel Irastorza la diseñó a medida en tonos azules y rosas y con encimera de Dekton. Los apliques de la pared son de Francesca DCW, los dos cuadros son toreadores de Bernard Buffet y los azulejos de la pared, Made in Spain. El suelo es el mismo en toda la casa, de madera de roble de la marca italiana IPF.

Un pasillo muy bien aprovechado

En la redistribución y debido a las limitaciones estructurales, el pasillo quedó exageradamente amplio y se decidió instalar ahí gran parte de los muebles y electrodomésticos de la cocina. Para ello se diseñaron armarios empotrados con los mismos colores y materiales que ésta. Al fondo, sobre la pared oscura del recibidor, destaca el cuadro retrato del marido de Irastorza, una obra firmada por el artista sevillano afincado en Roma, Gonzalo Orqín.

Comedor lleno de color

El comedor del piso es donde, quizás, más se evidencia la apuesta cromática vibrante que buscaba el interiorista, aunque al estar abierto al salón y la cocina, todo el ambiente se nutre de esta vitalidad. Lo demuestran las sillas Bauhause lacadas en diferentes colores, así como los cuadros del artista alemán Georg Karl Pfalher. La mesa es de Andrew Word.

Un techo de hormigón visto blanco

Al tirar los techos de escayola de la zona del salón-comedor-cocina, se dejaron al descubierto las vigas de hormigón que otorgan una mayor altura al espacio y se pintaron de blanco. El mismo color que las dos butacas alemanas de los años 70 retapizadas con tela de Dedar que hay junto a la mesa de centro de Berthold Müller, y sobre una alfombra de Beni Ouarain. La mesa del fondo es una coffee table mid century extensible sobre la que hay una lámpara italiana de los 70 y una colección de biscuits alemanes.

Salón luminoso y confortable

En la pared del salón también se recuperó el forjado para conseguir potenciar más el ambiente tipo loft industrial y de ella cuelga el cuadro de la artista afincada en Berlín, Eva Jablonsky. El sofá, elegido en color verde, es de Koo Internacional.

Ambiente íntimo en el dormitorio

Las piezas de mobiliario antiguas de origen alemán protagonizan el dormitorio principal, aunque de diferentes décadas. Mientras que la mesita es de los años 50, la lámpara es de los 70. Revistiendo la pared, un papel pintado de Dedar, de líneas geométricas muy elegantes en tonos oscuros para potenciar la intimidad de esta estancia.

Armario empotrado gris

A los pies de la cama se instaló empotrado un armario de Ikea en color gris, presente en diferentes detalles del dormitorio. Las cortinas son black out, un recurso ideal dada la gran luminosidad que entra por los ventanales.

Naturaleza en el dormitorio de invitados

Al segundo dormitorio se le otorgó una licencia más luminosa, con paredes claras, salvo la del cabecero que se ha revestido con un papel pintado de Coordonée que muestra un delicado estampado de peces, en tonos similares al de los cojines, pero estos protagonizados por aves. Destacar el cabezal fabricado de aglomerado de madera.