Estas propuestas demuestran dos cosas: quien tiene un balcón, tiene un tesoro y, digan lo que digan, el tamaño no importa. Convertidos en objeto de deseo, como una forma de escapar de la ciudad sin salir de casa, estos ocho ejemplos son, además, por su singular arquitectura, tan atrevidos y espectaculares como prácticos y sostenibles.

Todos tienen en común el deseo de restablecer el equilibrio entre los espacios edificados y el entorno que los rodea, gracias a un diseño que por provocativo, sostenible y ‘verde’ difumina los límites entre ambos. Para lograr filtrar 'sin molestar' apuestan por las formas naturales y curvas, materiales como la madera, los colores que conectan con la naturaleza, como verdes, marrones o azules, o la incorporación de plantas y vegetación. 

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Rosas y con forma de nube de caramelo
André Krige

Rosas y con forma de nube de caramelo

La fachada de este edificio de apartamentos, obra de Two Five Five Architects, se llena de pequeños balcones de color rosa brillante en forma de nube de caramelo, que destacan y poseen vida propia. Unos balcones que dan un valor añadido a las viviendas, ya que permiten que sus habitantes pueden contemplar la ciudad, sin perder la esencia original del proyecto. Sin duda, deliciosamente bonitos.

Pequeños rincones vegetales
Foto: Sebastian van Damme

Rincones vegetales

En este edificio de apartamentos, obra de De Zwarte Hond, Loer Architecten, las pequeñas terrazas escalonadas permiten que plantas y árboles formen parte del diseño del edificio y se mezclen con el jardín vertical. Estas 3.800 plantas que recorren la fachada, proporcionan tanto privacidad, gracias a las trepadoras que cubren los balcones, como efecto 'pantalla verde' y un toque de frescura. La evocación del paisaje exterior también se establece a través del juego de colores, donde verdes y marrones son una inspiración y una clara referencia.

A modo de jardín
Foto: Niveditaa Gupta

A modo de jardín

Los balcones de este edificio, diseñado por de The Purple Ink Studi, fue redefinirlos para contener tierra y pavimento, proporcionando a cada vivienda su jardín privado. Su forma realza la geometría general del edificio, al mismo tiempo que facilita un hundimiento para el relleno del suelo. Asimismo, cada balcón cuenta con un árbol y los voladizos con sus jardineras dan la oportunidad de cultivar, lo que con el paso del tiempo otorgará al edificio más 'verde'. 

De madera y en ángulo
Jack Hobhouse

De madera y en ángulo

El diseño de estos balcones en ángulo, obra del estudio alma-nac, garantiza la privacidad tanto de los apartamentos vecinos como de los jardines contiguos, al tiempo que maximiza las vistas desde el interior. Además, proporciona una fachada dinámica, en la que la cercanía de unos pisos con otros proporciona mayor sensación de vecindad. Por su parte, la madera acetilada de los balcones garantiza una perfecta respuesta del material con el paso del tiempo. 

Pequeños y protegidos
Hiroyuki Oki

Pequeños y protegidos

Gracias a estos balcones ‘cubiertos’, que combinan paredes de ladrillo huecas y vegetación se logra protección frente al sol y la humedad, permitiendo a su vez el paso de la luz al interior y la circulación del viento. Esta sensación de vivienda tropical, uno de los objetivos de Trinhvieta-Architects, logra crear un agradable, cómodo y fresco espacio al aire libre.

Una caja suspendida
Foto: Purnesh Dev Nikhanj

Una caja suspendida

Este proyecto de Garg Architects crea un espacio semiabierto a doble altura, un balcón a modo de caja, que se cierra en la parte trasera con un tabique de cristal tras la que se ubica una escalera. Este diseño suspendido sobre el jardín, permite el paso de la luz al interior y conecta la vivienda con el paisaje, al mismo tiempo que mantiene la privacidad de sus moradores. 

Con vistas a un patio interior
Maru Serrano

Con vistas a un patio interior

Este balcón mantiene la estética industrial de la vivienda, proyectada por el estudio madrileño Burr, aunque aquí el blanco de la estructura se sustituye por un azul más cálido, a juego con el suelo de gresite. El color se usa aquí para delimitar sus dimensiones, creando, además, un rincón exterior donde el suelo del balcón ejerce de pérgola. El diseño hace que en lugar de situarnos en Carabanchel (Madrid), ubicación de la vivienda, parece que estemos mirando al mar.

Balcones pequeños con arquitectura singular
Sergio Grazia

Casi independientes

Separadas de la vivienda, a la que se accede por pasarelas de madera, estos balcones parecen casas de un árbol y los apartamentos, conectados con el exterior, figuran un bosque. Sus lamas de madera eliminan la sensación de estar encerrados y permiten diferentes orientaciones, al mismo tiempo que mantienen a sus moradores a salvo de las miradas indiscretas. Proyecto de Atelier d’Architecture Brenac-González