Albercas, de bebedero a piscina pequeña pero chic

En las zonas mediterráneas desde hace siglos proliferaron las albercas para servir de espacio de almacenamiento para el regadío de los cultivos de la zona. Eso al principio, ya que con el tiempo se fueron proyectando, sobre todo para las clases más altas y pudientes, como un elemento ornamental y de ocio en el caso de las culturas griega, mesopotámica, persa o romana. Una especie de pozas que también servían a modo de bebedero para los animales.

Aunque hoy en día muchas de ellas se han convertido en piscinas y oasis urbanos en las casas con todo el estilo y diseño, la verdad es que la alberca y la piscina en sus orígenes no eran iguales en cuanto al uso que se les daba. Así, mientras la piscina es un elemento que disfrutamos con fines de ocio o deportivos, la alberca funcionaba como embalse para el riego o abastecer de agua al ganado. Además, las piscinas requieren de un mantenimiento, depuración e higienización específicos que no necesita la alberca, ya que el agua se renovaba a diario con esa finalidad antes descrita. 

Manolo Yllera

Con esto en mente, no son pocos los que hoy en día tienen la suerte de poder rehabilitar su antigua alberca para recuperar esa esencia tradicional pero darle un uso nuevo y una estética más contemporáneos de cara a convertirlo en espacio de relax y disfrute al sol.

Así pues, si es tu caso y tienes en mente tener tu propia piscina tipo alberca en tu patio, terraza o jardín, echa un vistazo a los distintos tipos que existen, además de los elementos constructivos que necesitas para hacer realidad ese deseo.   

ALBERCAS Y PEQUEÑAS PISCINAS PARA INSPIRARTE

Foto: Hotel Boutique Posada Terra Santa

1. Piscinas de ladrillo o calado blanco

Por un lado tenemos las albercas tradicionales más convencionales (con una clara influencia del pasado árabe de muchas zonas del sur de nuestro país o países mediterráneos) que se construían con acabado en piedra o en ladrillo, además de un tono en blanco calado. Lo más común es que además tuvieran una pequeña fuente de la que caía el agua. En este caso también era muy frecuente que estuviesen a una altura mayor del suelo y localizados en un rincón de ese espacio exterior o patio pegadas a un muro. 

Foto: Hotel Viceroy Rivera Maya

2. Piscinas pequeñas modernas

Dejando de lado los modelos más tradicionales, por otro lado tenemos otros espacios más actuales en los que se han adaptado los requerimientos constructivos y de diseño a la normativa más actual para este tipo de "piscinas" domésticas un tanto particulares. Así, se suelen revestir de materiales que resistan al agua, a los químicos para mantener a ese agua, así como a la sal que se suele emplear para mantener la calidad de la misma.

Cuando de trata de albercas más modernas, además de la piedra y el ladrillo, el hormigón es uno de los elementos más empleados para darles forma ya que este permite un acabado mas limpio y facilita el encalado de sus paredes. 

José Hevia

3. Albercas con azulejos

Y si pese a tener una alberca más moderna con materiales que no había hace siglos, puedes mantener esa esencia del pasado árabe con un detalle de lo más decorativo: colocar azulejos en mosaico para dar un toque de lo más personal (y de paso sellar) las paredes de tu particular alberca.