Cuando reformamos nuestro hogar, nos prometemos que cuidaremos el orden y no acumularemos cosas sin sentido. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Y es que en el día a día, ya sea por pereza o porque vamos con el piloto automático, terminamos llenando nuestros cajones y armarios de objetos que nunca volveremos a usar. Aunque a priori podría parecer algo inofensivo, con el tiempo, estamos restando capacidad de almacenaje, multiplicando el desorden y dificultando nuestras rutinas.
En este sentido, los expertos lo tienen claro: un espacio despejado mejora el orden y facilita las tareas domésticas, pero los beneficios van mucho más allá, y es que liberarnos de lo que no necesitamos tiene efectos casi terapéuticos. Esta simple acción es capaz de reducir el agobio y la ansiedad, mejorar la concentración e incrementar nuestro bienestar. ¿Te gustaría ponerla en práctica? Pues a continuación te contamos cuáles son esas 11 cosas que sigues conservando y que deberías tirar cuanto antes.

Foto: Foto: Eugeni Pons | Arquitectura: Pasqual Giner | Interiorismo: María José Auñón Cabrera
1. Manuales de instrucciones obsoletos
¿Cuántas veces has abierto ese cajón y te has encontrado con manuales de aparatos que ya no tienes? El microondas que se estropeó hace tres años, el móvil que cambiaste hace tiempo, la lavadora que se llevó el técnico... Los expertos en organización del hogar recomiendan digitalizar únicamente los manuales de los electrodomésticos que seguimos usando y reciclar el resto. En la era digital, la mayoría de instrucciones están disponibles online, por lo que conservar versiones físicas obsoletas solo resta espacio útil.
2. Cables y cargadores sin dispositivo
Los cables sin dispositivo se multiplican de forma casi inexplicable en nuestros hogares, y al final, lo único que nos generan es ansiedad. ¿Lo ideal? Hacer una revisión anual y conservar únicamente los cables de los dispositivos activos, etiquetándolos para facilitar su identificación. Recuerda que los cables que no uses han de ir al punto limpio.
3. Utensilios de cocina sin uso
El cortador de manzanas que usaste una vez, el rallador especial para queso que nunca sacas del cajón, la máquina de hacer pasta que parecía tan buena idea hace dos años... Los utensilios especializados que raramente utilizamos quitan espacio a herramientas realmente útiles y contribuyen al caos en los cajones. Los chefs profesionales trabajan con un número limitado de utensilios básicos de calidad, una filosofía que podemos aplicar perfectamente en casa para ganar funcionalidad (y tranquilidad).

Dile adiós a esos utensilios de cocina que nunca has usado
Foto: Foto: Amador Toril. Interiorismo: Patricia Lizalde. Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia
4. Ropa que no refleja tu estilo actual
Abres el armario cada mañana y siempre acabas poniéndote lo mismo. Mientras tanto, hay camisas que llevan años esperando ''la ocasión perfecta'', vestidos de cuando usabas tres tallas menos (o más) y chaquetas que ya no van contigo, pero que sigues conservando ''por si acaso''. Los especialistas en organización de armarios tienen una regla clara: si no te has puesto algo en dos años, es hora de donarlo.
5. Productos de belleza caducados o sin uso
Los baños suelen convertirse en cementerios de cosméticos a medio usar y productos que compramos con ilusión, pero nunca incorporamos a nuestra rutina. Algo tan simple como una revisión trimestral del neceser, libera espacio y mejora la funcionalidad del baño, permitiendo que los productos que realmente usamos estén siempre a mano.
6. Libros que nunca vas a releer
Aunque los libros son un tesoro, acumular volúmenes que ya no aportan valor puede sobrecargar las estanterías y restar protagonismo a aquellos que realmente queremos destacar. ¿El consejo de los expertos? Conservar los libros de consulta y nuestros favoritos (esos que releemos una y otra vez o que son heredados), y regalar el resto.

Deshazte de esos libros que solo están acumulando polvo
Foto: Interiorismo: Mar Vidal Arquitectura Interior Foto: Paloma Pachecho FHE
7. Decoración que ya no te representa
Figuras decorativas que recibiste como regalo y nunca te gustaron, objetos de estilos que ya no conectan contigo... La decoración debe ser coherente con tu personalidad actual, así que no lo dudes y deshazte de todo aquello que no te represente. Puedes venderlo en plataformas online o llevarlo a mercadillos de segunda mano de tu ciudad.
8. Vajilla desparejada o deteriorada
Platos con pequeñas grietas, tazas sin su plato correspondiente... La vajilla deteriorada afea la presentación de la mesa y ocupa espacio en los armarios. Así que... ¡fuera!
9. Juguetes rotos o sin uso
Si hay niños en casa, es normal que se acumulen juguetes que ya no despiertan interés o que están deteriorados. Pero los juguetes en mal estado pueden ser peligrosos, y los que ya no se usan quitan espacio a nuevas aficiones. ¿La solución? Donarlos.

Conserva únicamente los juguetes en buen estado
Foto: Carla Capdevila Proyecto: Lama2studio
10. Papeles y documentos obsoletos
Facturas de hace años, garantías de productos que ya no tenemos, papeles administrativos sin validez actual... Los documentos obsoletos dificultan encontrar los papeles realmente importantes cuando los necesitamos, además de requerir lugar físico innecesario. Los expertos en organización doméstica aconsejan una revisión anual y digitalizar lo necesario, creando un archivo doméstico realmente funcional.
11. Aparatos electrónicos antiguos
¿Por qué conservar ese reproductor de DVD que ya no usas, o esa torre de ordenador que se quedó anclada en los noventa? Mantener estos aparatos en casa es desaprovechar un lugar que podría destinarse a elementos que realmente utilizamos. Pero no olvides que necesitan un reciclaje especializado para evitar contaminar el medio ambiente.
¡Tenemos canal de WhatsApp! Sigue toda la información sobre interiorismo, decoración, diseño, reformas y mucho más en el . ¿Te lo vas a perder?