Las paredes blancas son un denominador común en TODOS los hogares. Y, sí, nos atrevemos a afirmar que no hay casa o piso que no tenga una pared de color blanco. Igual no está en las zonas nobles como el salón o comedor, pero en algún rincón del baño, el lavadero o la terraza seguro que sí. 

Entre sus principales ventajas, está que se ofrecen como un lienzo neutro que se adapta a todo tipo de estilos decorativos. Además, en un momento en el que los pisos pequeños abundan más que escasean, son el mejor aliado para aportar luminosidad y amplitud a los espacios. 

Sin embargo, mantener estas superficies impecables y libres de manchas puede ser todo un desafío. Desde el polvo cotidiano hasta las manchas accidentales, las paredes blancas pueden requerir una atención especial para conservar su apariencia. Hoy, exploraremos técnicas efectivas y seguras para limpiar las paredes blancas, y que luzcan su mejor versión como si estuvieran recién pintadas. Aprende a seleccionar los productos adecuados, evitar daños en la pintura y eliminar eficazmente tanto la suciedad acumulada como las manchas más difíciles. 

 

Cocina blanca clásica

Cocina diseñada por el estudio de interiorismo y arquitectura barcelonés Mengíbar Blanco con muebles, paredes y techos blancos

Foto: Mengíbar Blanco

NO TODAS LAS PAREDES PUEDEN LIMPIARSE CON AGUA

Antes de ponernos manos a la obra, es fundamental identificar qué tipo de pintura recubre nuestras paredes, ya que hay clases que no pueden limpiarse con agua. Pero, ¿cómo se qué tipo de pintura tengo en casa? Muy fácil, los expertos de Leroy Merlin nos confiesan un truco tan sencillo como “humedecer un dedo y tocar la pared: si queda manchado, es probable que esté pintada con temple, lo que significa que no puedes humedecer la pared porque se desprendería la pintura”. La alternativa será retirar el polvo con un plumero o una escoba envuelta en una toalla blanca. 

De todos modos, la mayoría de paredes están pintadas con pinturas plásticas que sí son lavables. 

CÓMO LIMPIAR PAREDES BLANCAS: PASO A PASO

La frecuencia con la que debes limpiar las paredes de tu casa puede variar según varios factores, como el tráfico en el área, la presencia de niños o mascotas, y el tipo de actividad que se realiza en cada habitación. Sin embargo, en términos generales, se recomienda limpiar las paredes al menos una vez al año como parte de tu rutina de limpieza profunda del hogar.

La limpieza regular de las paredes no solo ayuda a mantener una sensación de limpieza y frescor r, sino que también puede contribuir a la salud, ya que elimina alérgenos, polvo y suciedad que pueden acumularse con el tiempo.

 

  1. RETIRA LOS MUEBLES Y LA DECORACIÓN: Despeja al máximo las paredes para trabajar con comodidad: descuelga cuadros, desplaza muebles…
  2. QUITA EL POLVO: Tanto en pinturas de temple como plásticas, reitrar el polvo es imprescindible para que el agua no se mezcle con las pequeñas motas de suciedad. Puedes hacerlo con un plumero o con una escoba envuelta con una toalla o paño blanco. 
  3. LIMPIA CON TRAPOS HÚMEDOS: Una vez retirado todo el polvo - y si tienes pinturas lavables o gotelé - pasa un paño húmedo de color claro. Es importante que las telas no tengan color o dibujos, ya que podrían teñir la pared. Según vayan ensuciando, acláralos con agua. 
  4. ADIÓS MANCHAS: Si hay una mancha muy evidente en la pared, puedes usar el borrador mágico - a continuación te contamos qué se trata -  o mezclar un poco de agua con jabón líquido y suave y frotar suavemente con una esponja.
  5. COMPRUEBA EN UNA ESQUINA: Antes de limpiar toda la pared, prueba la solución en un área pequeña y poco visible para asegurarte de que no dañe la pintura.
  6. SECADO: Finalmente, seca la pared con un paño limpio y seco o una toalla para evitar que queden marcas de agua.
  7. VENTILACIÓN: Como nos recuerdan los profesionales de Leroy Merlin, intenta hacer la limpieza con buen tiempo, porque deberás ventilar bien cuando termines. Y comprobar que las paredes se secan completamente.
Salón pared blanca y cuadros

Salón moderno y acogedor con paredes blancas diseñado por la interiorista María Ódena

Foto: Foto: ©MERCÈ GOST INTERIORISMO: MARIAodena Studio

CÓMO LIMPIAR PAREDES BLANCAS CON BORRADOR MÁGICO

El estropajo borrador mágico es un producto de limpieza especialmente diseñado para eliminar manchas y suciedad de las superficies de las paredes (aunque también se usa para limpiar azulejos, madera, muebles, acero inoxidable y prácticamente cualquier superficie, ¡incluso, como explican en la revista de moda Clara, para zapatos!). Se ha convertido en un básico de limpieza y marcas com Don Limpio o grandes superficies como Leroy Merlin y Mercadona ya lo comercializan. 

Estos borradores suelen estar hechos de espuma melamina, un material que tiene propiedades abrasivas suaves pero efectivas para eliminar manchas sin dañar la pintura o el revestimiento de las paredes.

 

 

  1. HUMEDECE EL BORRADOR: Antes de usarlo, humedece ligeramente el borrador con agua. No es necesario empaparlo, así que exprime el exceso de agua para evitar goteos. 
  2. ELIMINA LAS MANCHAS: Pasa suavemente el borrador mágico sobre la mancha o área sucia de la pared. Puedes usar movimientos circulares o de arriba hacia abajo, dependiendo de la textura de la pared o la zona donde se encuentra. 
  3. REPITE SI ES NECESARIO: Si la mancha persiste, continua frotando con el borrador, sin presionar demasiado. 
  4. SECA LA PARED: Por último, seca la pared con un trapo limpio y seco. 

¿Dónde no usar el borrador mágico?

No es recomendable usarlo para limpiar superficies delicadas que se pueden rayar con facilidad o que pueden perder su acabado brillante. Si tienes dudas, como ya hemos comentado, prueba primero en una esquina poco visible o detrás de una puerta o mueble, por ejemplo.