Sabemos que una buena iluminación, no solo embellece un espacio, sino que también lo define, lo transforma y, en muchos casos, incluso lo humaniza. Esta fue la premisa de partida de la jornada 'Iluminar para habitar', organizada por SIMON, firma referente en diseño de iluminación y sistemas de conectividad, en el auditorio de Casa Decor 2025. Un encuentro que reunió a voces clave del diseño y la arquitectura de interiores para debatir sobre el valor emocional, funcional y narrativo de la luz.
La charla fue moderada por Pilar Civis, directora de la revista Interiores, quien guió una conversación rica en matices junto a representantes de cuatro estudios de referencia: Ramón Esteve Studio, CuldeSac, S de Studio y Zooco Estudio. A través de los espacios que SIMON ha iluminado en la presente edición de Casa Decor - Gruta, Siluetas, Sic Parvis Magna y La forma del agua - los ponentes reflexionaron sobre cómo la iluminación puede cambiar nuestra forma de vivir y sentir un espacio.
La luz como parte de la identidad de un proyecto

Foto: simonelectric.com
Una de las ideas más repetidas a lo largo de la jornada, fue que la luz ya no puede entenderse como algo meramente técnico: "La iluminación afecta a la sensibilidad de las personas y de los espacios. Ya no es solo funcional o emocional: es parte de su identidad", afirmó Borja Berna, de CuldeSac. En ese sentido, la luz no solo ilumina: jerarquiza, acompaña y da sentido a la arquitectura.

Foto: Espacio S de Studio en Casadecor 2025 - Foto Lupe Clemente
Por su parte, desde Zooco Estudio, Sixto Martín y Miguel Crespo, insistieron en la importancia de evitar "parrillas convencionales". "Cada punto de luz debe tener un propósito", explicaron, subrayando así su papel en la definición de recorridos, zonas de interés y ambientaciones específicas.
Luz y materiales: un diálogo constante
Para Carol Ugarte, de Ramón Este Studio, la luz es también un medio de expresión que potencia los materiales: "En espacios donde predomina la piedra, la iluminación no es solo una herramienta, sino una forma de expresión. Puede ser difusa, sutil, escenográfica". Así, la iluminación se convierte en un recurso que da textura, profundidad y emoción a los espacios. Un elemento que completa la experiencia espacial y permite que el proyecto se sienta vivo.
Luz natural, ritmos circadianos y bienestar

Foto: CuldeSac | Arcos - Foto Nacho Uribesalazar y detalles Asier Rua
Otro de los focos del encuentro fue la integración entre luz natural y artificial, especialmente en entornos domésticos. Desde S de Studio, Katja y Paola Hexel, destacaron el valor de una iluminación dinámica: "Jugar con intensidades y temperaturas lumínicas acompaña al usuario en su día a día y mejora su calidad de vida", comentaron. Además, subrayaron la necesidad de que las soluciones tecnológicas sean accesibles, intuitivas y sostenibles, para que la experiencia lumínica no quede reservada solo a proyectos complejos o elitistas.
Iluminación y marca: el quinto plano cobra protagonismo
Más allá del confort, la conversación también abordó el papel estratégico de la luz en la construcción de la identidad de marca. "El techo, el quinto plano, cobra hoy tanta importancia como el suelo o las paredes", aseguró Borja Berna. "En retail, distinguimos la iluminación general, que atrae desde el exterior, y la iluminación de producto, que realza lo que se exhibe y eleva su percepción". Una visión que posiciona la luz como una herramienta arquitectónica con impacto visual y emocional, y no como un simple añadido histórico.
La jornada concluyó con una idea compartida: la iluminación es una herramienta narrativa y sensorial. Cuando se diseña con intención, no solo transforma un espacio, sino también a quienes lo habitan. Porque vivir bien empieza, muchas veces, por una buena iluminación.