Conocida por ser la entrada o salida del país, especialmente por su cercanía con Hong Kong, con quien se encuentra conectada por muchísimos trenes que salen todos los días de ambas ciudades y con un recorrido que dura apenas 15 minutos, Shenzhen es un paraíso inesperado en China. Una ciudad nueva, construida hace casi 50 años, pero que ya ha conseguido situarse como uno de los destinos por excelencia durante una visita al país. Y a pesar de ser conocido por ser una ciudad tecnológica, de negocios y comercio, la realidad es que también hay secretos muy bien escondidos para los amantes del diseño y te los vamos a desvelar. ¿Preparados para hacer las maletas?
Un oasis en el corazón de la ciudad
A la pregunta de dónde alojarse en Shenzhen, la respuesta es muy fácil y clara: Four Seasons Shenzhen. Un oasis en el corazón de la potencia cosmopolita de China, con una ubicación privilegiada en el distrito de Futian, con fácil acceso a todas las atracciones turísticas de la ciudad. Una propiedad diseñada con un toque residencial contemporáneo, para convertirse en el hogar de todos sus huéspedes sin perder la pasión por el diseño que todas las propiedades del grupo Four Seasons comparten. Ya sea por un viaje de negocios o por placer, es imposible no vivir una experiencia inolvidable en Four Seasons Shenzhen.

Foto: Four Seasons Shenzhen
Y tanto es así, que muchos son los viajeros que aterrizan en el hotel por asuntos de negocios y terminan volviendo con sus familias por placer, así nos lo comparten desde la propiedad. Un lugar que se integra a la perfección con la energía futurista e internacional de la ciudad, pero que mantiene al mismo tiempo las tradiciones del país y comparte con sus huéspedes. Las habitaciones y suites son elegantes y espaciosas, oasis urbanos con vistas espectaculares a la ciudad, de colores vibrantes y obras de arte modernas que aportan un toque contemporáneo.

Foto: Four Seasons Shenzhen
La aventura sigue en sus restaurantes donde disfrutar de una gastronomía que abarca diferentes culturas culinarias del mundo. En Zhuo Yue Xuan es donde disfrutar de cocina cantonesa moderna; en Matsuyi, innovadores platos japoneses; en Yi Lounge es donde saborear el mejor afternoon tea de la ciudad, y FOO es el espacio donde deleitarse con extravagantes buffets de desayuno, almuerzos gourmet y cenas elegantes. Además, el hotel dispone de un spa con tratamientos para todas las necesidades, gimnasio abiertos las 24 horas y una piscina interior y exterior además de salas de eventos y reuniones.
Dafen Oil Painting Village
Una visita por Shenzhen para todo amante del diseño requiere una visita al barrio de los pintores, o mejor dicho, al Dafen Oil Painting Village. Un lugar inesperadamente mágico, que para nada uno se espera encontrar en la tecnológica y financiera ciudad de Shenzhen y que cautiva a cada visitante. Hablamos de una comunidad artística única ubicada en el distrito de Longgang, que ha conseguido ser famosa a nivel mundial por ser uno de los centros de producción de arte al óleo más grandes del mundo, especialmente por sus réplicas de pinturas famosas.

Foto: Mireia Noguer Artigas
Sus infinitas y estrechas calles son inacabables: repletas de talleres de pintura que exponen sus obras de arte al mismo tiempo que puedes observar como los artistas pintan. Y no solo esto, también uno puede convertirse en pintor por unas horas. Muchos son los espacios que por un precio muy económico dejan lienzos y pinturas a los interesados para que puedan plasmar su arte. Y además de pintura también se pueden practicar otras modalidades artísticas como la cerámica, hay espacios equipados para que quien quiera pueda ponerse manos a la obra en crear figuras de cerámica. Una auténtica mini ciudad del arte.

Foto: Mireia Noguer Artigas
Dafen comenzó en la década de 1990, cuando artistas y empresarios, atraídos por los bajos costos y la apertura económica de Shenzhen, se establecieron allí para producir arte en masa. Su reputación creció por la habilidad de sus pintores para reproducir obras maestras como las de Van Gogh, Monet o Da Vinci con notable precisión. En su auge, el pueblo llegó a producir millones de pinturas al año, muchas destinadas a la exportación a Europa, EE.UU. y otros mercados. Una visita que no deja indiferente a nadie y que se complementa con los infinitos cafés que han abierto a su alrededor para crear una experiencia muy completa.

Foto: Mireia Noguer Artigas
Sin lugar a dudas, Shenzhen es un paraíso inesperado para los amantes de la tecnología, las financias, el comercio pero también, el diseño y el arte. Una de las ciudades más dinámicas y modernas de China, conocida por su rápido desarrollo económico, su papel como centro tecnológico global y su cercanía a Hong Kong. ¿Será tu próximo destino?