“Menos es más”, dijo el arquitecto Mies van der Rohe, y ahora es un lema que muchos diseñadores de interiores y particulares tienen en mente en el momento de decorar su casa. Lo cierto es que muchos hemos creído que nuestra cama, además de las sábanas, la funda nórdica y las almohadas, necesita mantas, colchas, cojines y más cojines. Sí, los textiles son un elemento que consigue que el ambiente se va más cálido y acogedor, pero no son imprescindibles. Te lo demostramos a través de un caso real. 

Una casa en Canarias, con mucho estilo y sin cojines

En este dormitorio no hay ni rastro de cojines ni mantas decorativas. Se trata de una de las habitaciones que conforman la Casa Montelongo, una vivienda turística en la isla más salvaje de las Islas Canarias: Fuerteventura.

Conexión interior-exterior

La cama se encuentra en la mitad de la estancia, entre la sala de estar y el baño.

Foto: ©Gregor Neschel

El alojamiento es un sueño para los amantes del interiorismo y del buen gusto, porque todos los detalles que encontramos en su interior son merecedores de ser portada en una revista de decoración. Combina el estilo rústico, el moderno y el minimalista. El blanco es el color protagonista y le sigue el beige, la tonalidad terracota y el verde. 

Lo más seguro es que cualquiera que se hospede en esta vivienda se sentirá como en casa, por ser acogedora y tener todo lo necesitas en tu hogar. Eso sí, puede que eches de menos algo. Como ves, ¡no hay cojines ni mantas en la cama!

No decorar la cama tiene truco

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Una cama sin rastro de decoración extra.

Foto: ©Gregor Neschel

No decorar la cama supone no tener que quitar de encima de ella la variedad de cojines que solemos poner. Así estará lista para llegar, abrirla y dormir. Esta forma de no decorar la cama permite crear una armonía cromática y que la cama se mimetice con las paredes, consiguiendo que el espacio se vea más amplio y ligero. 

Cómo decorar la zona de la cama sin cojines y triunfar

—Si no decoro con cojines, mi dormitorio se verá soso— podrías pensar. Pero, si no te convence el estilo minimalista, puedes apostar por otras opciones decorativas.

  1. Los cojines son fácilmente sustituibles por otros textiles como las colchas. Son una pieza básica para decorar la cama en verano, ya que añaden volumen y frescor a la estancia.
  2. También puedes ir más allá al añadir un gran cabecero. Se convertirá en el protagonista de la habitación y no necesita florituras. Son tendencia los cabeceros de fibras naturales, los de tamaño XXL con capitoné y los de obra hechos a medida.
  3. Si no decoras la cama, puedes decorar las paredes con infinidad de ideas: con cuadros, con molduras e incluso con sombreros o alfombras de fibras naturales.
  4. El papel pintado siempre es un acierto. Aportará personalidad y compensará el minimalismo de la cama.

Dormitorios pequeños, la gran excepción

Los cojines son la pieza decorativa más recomendada por los interioristas en el momento de decorar un dormitorio pequeño. ¿Por qué? En los dormitorios de pocos metros cuadrados o con techos bajos, no es aconsejable recargar las paredes, ya que reducen el tamaño visualmente. Sin embargo, los cojines son clave para dar volumen, textura y color a la cama y llenar la estancia de estilo.