A la hora de crear un dormitorio moderno y bonito, muchas veces nos centramos en la ropa de cama, los colores de las paredes o la iluminación. Pero si lo que buscamos es un espacio que realmente nos ayude a descansar y a sentirnos bien, hay un elemento que no deberíamos pasar por alto: el cabecero de la cama. Puede parecer un detalle puramente estético, pero según el arquitecto y experto en Feng Shui Kike Clavería, el cabecero es fundamental para que la energía de la habitación sea favorable y nos proporcione estabilidad y bienestar.
En uno de sus vídeos de Instagram, Kike explica por qué este elemento tiene tanta importancia: "Tener un cabecero en tu cama de las características que te voy a contar ahora es muy importante y más de lo que te imaginas, porque esto va a favorecer tu descanso, va a favorecer tu seguridad y el apoyo que recibes de otras personas en todos los ámbitos de tu vida", asegura. Según el experto, la elección del cabecero puede influir directamente en nuestra sensación de seguridad emocional, en la calidad del sueño e incluso en el equilibrio de nuestras relaciones personales.
Cómo debe ser un buen cabecero, según el Feng Shui
Para que el cabecero cumpla su función de aportar seguridad y favorecer el descanso, Clavería explica que debe cumplir con una serie de requisitos muy concretos.
Cómo debe ser el cabecero
En primer lugar, el cabecero debe ser sólido, macizo y sin huecos. Esto significa que los cabeceros calados o con estructuras ligeras no son recomendables desde el punto de vista del Feng Shui. "El cabecero tiene que ser sólido, tiene que ser macizo y sin huecos", recalca el experto. Además, es importante que sea un cabecero grueso y de materiales cálidos, como la madera o los textiles. Clavería desaconseja el uso de cabeceros metálicos, ya que no transmiten la misma sensación de apoyo y estabilidad. Los materiales naturales o acolchados no solo contribuyen a la estética acogedora del dormitorio, sino que refuerzan esa energía de protección que buscamos para descansar mejor.

Cabeceros para paredes blancas
Foto: SKLUM
Siempre hasta el suelo
Otro detalle que muchas veces pasa desapercibido es la base del cabecero. Según Kike Clavería, el cabecero siempre debe llegar hasta el suelo. Aquellos modelos que quedan suspendidos o que se apoyan en la pared, pero no tocan el suelo, no aportan la misma sensación de conexión y seguridad. Este punto, que puede parecer secundario, marca una gran diferencia en el equilibrio del espacio y en la percepción de estabilidad que nos ofrece la cama.
Las medidas recomendadas
Cuando hablamos de camas de matrimonio, las medidas también importan. Kike Clavería destaca que las proporciones recomendadas para un buen cabecero en pareja deben estar entre 145 y 155 centímetros de ancho y entre 102 y 112 centímetros de alto. "Si el cabecero de tu cama no es así, tienes que ponerle solución ya", insiste. Si el cabecero es demasiado pequeño o demasiado grande, con relación a la cama, puede descompensar la energía y generar cierta incomodidad. "Una cama de pareja necesita un cabecero que tenga unas dimensiones adecuadas", explica Clavería.
Aunque estas recomendaciones no son inamovibles, seguirlas puede ayudarte a transformar tu dormitorio en un espacio que no solo sea bonito, sino que también te aporte calma, seguridad y bienestar. Como siempre ocurre en el Feng Shui, cada detalle suma, y el cabecero puede ser mucho más importante de lo que habíamos imaginado. ¡Palabra de experto!
¡Tenemos canal de WhatsApp! Sigue toda la información sobre interiorismo, decoración, diseño, reformas y mucho más en el canal de INTERIORES en WhatsApp. ¿Te lo vas a perder?