¿Verdad que no concibes un salón sin un sofá? Pues algo parecido sucede con las mesas de centro. No siendo tan indispensables, a la larga, aquel salón que inicialmente prefería prescindir de ella, acaba claudicando. No tanto por su aportación estética -que también-, sino por la funcional, como punto de apoyo, de almacenaje e incluso de servicio puntual culinario.

Su nombre ‘mesa de centro’ le viene de su emplazamiento en medio del salón, habitualmente entre el sofá y el televisor. Es una manera también de diferenciarla de la mesa del comedor, ese otro ambiente que en muchas ocasiones comparte espacio con el salón. Son dos mesas distintas en cuanto a usos y tamaño, pero si las eliges de la misma colección de mobiliario consigues una continuidad estética dentro del estilo del salón-comedor.

 

 

La opción del acabado en cristal para la mesa de centro aligera su envergadura y la hace pasar desapercibida
Raquel González Interiorismo

 

Precisamente por su ubicación en el centro del salón, juega un papel de eje vertebrador del ambiente, es decir, articula la zona de paso y genera cierto dinamismo. Por eso es tan importante elegirla bien en cuanto a proporciones y una guía muy práctica es que la mesa de centro nunca debe ser mayor que la mitad del sofá y su altura nunca debe superar los 10 centímetros por encima o por debajo del sofá, es decir, con 40-50 cm está bien.

A partir de aquí, y teniendo en cuenta que lo de la mesa de centro rectangular tradicional ahora convive con infinidad de modelos, formas, tamaños y acabados, la elección ya depende de gustos personales y estéticos, teniendo en cuenta el resto de la decoración del salón para que quede perfectamente integrada en el conjunto.

 

 

Mesa de centro

iStock

 

A esa parte estética que aporta en sí mismo un mueble tan importante como es la mesa de centro, hay que sumarle la parte del uso diario que representa para, por ejemplo, dejar una revista, el mando de la tele, la taza de café o el plato de pizza. También se utiliza mucho como punto de apoyo para elementos más decorativos, como velas, un jarrón con flores, libros o alguna fotografía familiar.

Definitivamente, la mesa de centro pasa a engrosar la lista de muebles imprescindibles en el salón. No importa el tamaño de éste, siempre encontrarás una mesa a la medida de tus necesidades. Nosotros te dejamos a continuación una lista de 10 propuestas que, seguro, te ayudarán a decidirte.

 

10 mesas de centro para tu salón

 

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Luzio Design & Projects

Un diseño monoblock

A veces no hay que darle demasiadas vueltas a la hora de elegir el diseño de una mesa de centro.  Hay modelos que se presentan como un monoblock, es decir, una única pieza, de líneas rectas y rectangulares, de un material determinado, sin más detalles ornamentales. Precisamente en su simplicidad está la clave de su distinción.

 

RQH Studio

Dos mejor que una

En lugar de contar con una mesa de centro de grandes dimensiones, decídete por dos más pequeñas, que siempre te resultarán más prácticas al poderlas separar y utilizar individualmente. Se recomienda que sean el mismo modelo o de la misma colección en diferentes tamaños para que visualmente se vean más integradas en el centro del salón.

patas en aspa que aligeran la mesa 24
Pia Capdevila Interiorismo

Patas en aspa que aligeran la mesa

Una manera de restarle peso visual a la mesa de centro es que sus patas se vean ligeras y las de forma de aspa son una acertada decisión. Así, luego tendrás más libertad para elegir una mesa más grande porque estéticamente se compensará. Ah! Y mira qué idea más original al sobreponer en la mesa dos prácticas bandejas de su misma dimensión.

 

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Interior Studio PortobelloStret.es

Mesas gemelas

Si el espacio te lo permite, ¿por qué no poner paralelamente dos mesas de centro iguales? Es un recurso sencillo para ser original, de aportar ese toque distinto al salón y de demostrar que te gusta el orden que denota la duplicidad de unas líneas rectas. El contrapeso visual lo determinarán los elementos decorativos, diferentes en cada mesa.

Marta Labrador Interiorismo

Líneas curvas que se complementan

La forma de la mesa de centro es cuestión de gustos pero si la situamos en frente de un sofá de líneas curvas, no cabe duda que lo más acertado es optar por una mesa redonda que acompañe la línea visual del conjunto.

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Tinda’s Project

Con un almacenamiento discreto

El diseño a medida tiene la ventaja de personalizar las peticiones del cliente que, en este caso, solicitaba que la mesa de centro ofreciera cierto almacenaje de carácter discreto. Se ha conseguido con estos huecos en la parte inferior. Así la superior queda totalmente abierta para acoger elementos más estéticos.

Egue y Seta

De dos pisos

Hay quien prefiere que las dos alturas que tiene la mesa de centro queden totalmente a la vista pero, eso sí, ten en cuenta que obliga a mantener siempre que todo esté en orden. Para la superior, que siempre es la que lleva más trasiego, es buena idea que tenga un borde elevado que haga de freno a la hora de moverla de sitio, algo habitual si la mesa es de reducidas dimensiones.

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Kenay Home

La mesa de centro elevable

Cuando la funcionalidad de la mesa de centro se lleva al extremo es cuando hablamos del modelo elevable, tan práctico en aquellos salones pequeños que la utilizan como mesa de comedor o para aquellos desayunos o cenas informales que ocasionalmente disfrutamos en el propio sofá. Cuando está cerrada nadie diría que esconde esta ventaja, ¿verdad?

practica por partida doble
Leroy Merlin

Práctica por partida doble

Existen modelos de mesas de centro cuya practicidad la llevan a un nivel más superior. ¿Cómo? Porque a la función elevable, se le añade la posibilidad de que en la parte inferior haya una capacidad de almacenaje extra ‘oculto’ que siempre viene bien para guardar la manta del sofá, libros, algún cojín, etc. 

el triple de servicio con el minimo espacio 24
Ikea

El triple de servicio con el mínimo espacio

No podíamos acabar este artículo sin hablar de las habituales mesas nido, tan ideales para este espacio. Las hay de muchas formas y acabados y a su carácter divertido y original, se suma el práctico porque triplican su servicio. Son fáciles de mover y cuando no lo necesites, las guardas unas dentro de otras para que te ocupen el mínimo espacio.