Hablar del mármol es hacerlo de un material que, por sí solo, ya lleva implícitas unas consideraciones muy particulares como elemento arquitectónico. La principal es su pasado glorioso como símbolo de riqueza en mansiones y palacios, un currículum que ha traspasado fronteras y siglos hasta la actualidad. De hecho, fue el material más visto en la primera mitad del siglo XX y es por todo ello que siempre ha llevado la etiqueta de “clásico” de la que afortunadamente se ha ido desprendiendo poco a poco pasando a ser conocido más recientemente como “el clásico renovado”. Decorar hoy con mármol da un toque cool a cualquier rincón.
Y es que la decoración con mármol ha vuelto con más fuerza –prueba de ello es su presencia entre las tendencias de Pinterest para el 2017– al mundo de la decoración como material para revestimientos y pavimentos (del que nunca se ha ido, especialmente en cocinas y baños), pero sobre todo para objetos decorativos, como mesas, jarrones, bandejas, estanterías, menaje, lámparas, etc. Y aunque el mármol se presenta en acabados cromáticos muy diversos que combinan fondo y vetas, es el mármol blanco el que vive una actual fiebre de seguidores y aplicaciones. El más conocido es el mármol de Carrara, de origen italiano, y su versión española es el mármol blanco Macael, de Almería.
Las cocinas –como esta de estilo belga– y los baños eran el hábitat más conocido del mármol, por sus características robustas frente a la humedad y el mantenimiento y ahora podemos decir que ha vuelto, pero adaptándose a las tendencias más actuales. Cada vez más es fácil verlo de nuevo en proyectos de viviendas de reforma y nueva construcción. El mármol blanco con vetas grises se combina perfectamente con cualquier otro material. Y por sus connotaciones frías, tanto físicas como estéticas, está abierto a romper esas sensaciones si se le busca un buen acompañante más cálido y confortable, como la madera.
Pero más allá de estas estancias, como revestimiento y pavimento también lo podemos encontrar en otros espacios de la casa donde se considera un material elegante que aporta sofisticación. Y lo más actual son los papeles con acabado marmoleado que visten las paredes prácticamente igual. Pero el marmaron (del latín, roca cristalina o roca brillante) se ha vuelto también el preferido de piezas de decoración para un rincón concreto al que se le quiera dar cierto protagonismo. Además, existen otros materiales que juegan con el llamado efecto marmoleado con el fin de simular ese buen gusto decorativo.
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