La verdad es que disponer de un espacio reservado para todo lo que rodea a la colada doméstica es un privilegio y una estancia que puede llegar a ser envidiada, hasta el punto de hacerte olvidar la monotonía que suele acompañar a estas tareas de lavar, planchar, doblar ropa, etc.
Pero si algo hay que priorizar, por delante de cualquier deseo decorativo inicial, es el orden. Ese mal común que, precisamente, se eleva a la máxima potencia en una estancia que tiende por naturaleza a acumular retrasos rutinarios, y más cuando la casa está habitada por varias personas.
Blanco siempre
Bien es cierto que hay colores que potencian la limpieza y el orden tan claves en el cuarto de la plancha y esos son los claros. Trata de hacer que el blanco o similares predominen en esta estancia no solo en las paredes, también en todas aquellas piezas que la ocupen: estanterías, cestas, armarios, etc.
Además, suele pasar que estos cuartos tienden a ubicarse en aquella habitación mini de la casa o en sótanos o en un patio de luz junto al lavadero, donde habitualmente la luz natural escasea, con lo cual, aún más razón para utilizar tonos claros que potencien la luminosidad.
Cestos para todo y para todos
La organización del cuarto de plancha es fundamental y los cestos se convierten en un aliado perfecto. Puedes combinarlos de mimbre, metálicos o incluso cajas de cartón forradas, según el uso que le vayas a dar.
Fotografía: Home Bunch
Se trata de distribuir dónde va la ropa sucia, la pendiente de planchar, la doblada… Dedica cestos diferentes también si quieres para separar la ropa de color, la blanca y la oscura. E incluso puedes hacer que cada miembro de la familia tenga asignado un cesto, con su nombre, tanto para poner la ropa sucia como para que pueda recogerla cuando ya esté doblada y lista para guardar.
Estantes para el orden
Las baldas o estantes son otros imprescindibles. Opta por aquellos que te ayudan a hacer que los cestos -normalmente metálicos- sean extraíbles para ayudarte con la ropa de forma cómoda y correcta.
Fotografía: Ikea
Colócalos siempre a una altura razonable y reserva alguna estantería para tener a mano los productos de limpieza más habituales: pinzas de tender, detergente, botellas de agua destilada, cepillos quita pelusa, etc.
Muebles a medida
Por otra parte, crea cajones y armarios para guardar más cosas relacionadas con la ropa de tu casa, como el costurero o la prendas de otra temporada, mantas, sábanas o toallas, o incluso almacenar productos de limpieza menos habituales.
Fotografía: Paperblog
Todo va a depender, obviamente, del espacio disponible por ello siempre es más recomendable que un carpintero te haga a medida este mobiliario, así seguro que aprovecharás cada rincón según tus necesidades.
Oculto o no
Y si tu cuarto de plancha es de los que incluye la lavadora y la secadora, lo mejor es colocarlas en línea vertical para ahorrar espacio. Y se pueden hasta panelar, con puertas a juego con el resto de los armarios. O, por qué no, hacer que toda la zona de plancha esté oculta dentro de un mismo armario.
Fotografía: Dica
Cada ropa en su sitio
Tampoco debe faltar una barra donde colgar camisas, faldas y otras prendas que no doblas, al igual que una encimera lisa y despejada sobre la que doblar la ropa cómodamente.
Fotografía: Estilo escandinavo
Un tendedero plegable es otra idea muy acertada, ya que no siempre se debe recurrir a la secadora, y cuando no se utilice, se recoge y no molesta.
Piensa en la iluminación
Y si hablamos de iluminación, ésta es muy importante. Si hay natural, perfecto, sino, apuesta por una luz general potente y blanca, y otras más directas, como apliques o colgantes, que puedas dirigir expresamente a las zonas de trabajo.
Fotografía: Deulonder
Mesas de plancha multifuncionales
¿Y el mueble de la plancha? Al final es el protagonista. Puedes tener una simple plancha que cuando no utilices, la doblas y la colocas pegada a la pared de pie. Pero, ¿por qué no hacerlo más original e integrado?
Fotografía: Deulonder
Hay varias opciones, pero quizás la más práctica sea aquella que cuando no se usa, se oculta y no sabes muy bien dónde está, manteniendo el orden. Puede ser un mueble extraíble con ruedas que incluya en la parte superior la tabla y en la inferior estantes para almacenamiento.
Tablas vistas y no vistas
O puede ser la tabla que se despliegue del interior de un armario y cuando acaba la tarea, se recoge y éste se cierra ocultándola.
Fotografía: Decoratrix
Insistimos, la clave está en el orden, que cada cosa tenga su sitio y se vea un cuarto de plancha despejado que invite a entrar y ponerse a trabajar. Solo así se verá bonito, aunque aquí lo fundamental es que resulte, sobre todo, práctico.