Amigos de tus hijos, compañeros de trabajo que van de paso y necesitan un lugar para hacer un alto en el camino, familiares que siempre pasan unos días en vuestra compañía o alguno de vuestros íntimos que os haga una visita. Si en tu casa todos son bien recibidos, contar con un cuarto de invitados o en su defecto una cama extra es requisito imprescindible. Aunque la primera opción es la idónea, no suele ser la más habitual. Y es ahí donde entra el ingenio.
Antes de nada, si no dispones de una habitación de invitados, debes buscar el lugar ideal para montar un rincón de descanso alternativo, que les permita cierta libertad de movimientos, aunque no sea una estancia independiente. Existen cuatro estancias en la casa que pueden servir para ese fin: el salón, la habitación infantil, la buhardilla y el despacho. Cada uno de ellos tiene sus cosas buenas y malas. Así, el estar es zona social y de paso muchas veces o la buhardilla suele estar llena de trastos. Sin embargo, con el equipamiento adecuado pueden transformarse al llegar la noche en una habitación confortable.
Después, debes elegir la cama o la alternativa a ella. Un sofá cama, un futón, un modelo nido o este todo en uno de SofaCompany que es, además de rinconero, chaise longue doble o sofá cama con mesita incorporada, son alguna de las opciones. Recuerda que, aunque todo comienza con ella, esta debe ir acompañada de una mesilla de noche, que puede ser un taburete o la mesita auxiliar del estar, un perchero o una silla que actúe con ese fin y hueco en alguno de los armarios, para que pueda dejar su ropa durante la estancia. Estas ideas de decoración te ayudarán a montar un espacio para las visitas cómodo y agradable, que no resta metros ni es un parche que eche por tierra la decoración de interiores.