A estas alturas no hay decorador que ponga en duda el papel que cumple el cabecero en la decoración del dormitorio, de la misma manera que tampoco se discute la labor que tiene la mesilla de noche tanto como auxiliar para dejar y tener a mano el móvil, el vaso de agua y el libro de turno como por el valioso hueco extra de almacenaje que proporcionan algunos modelos. 

Por eso, si puedes tener dos por uno, ¿por qué conformarse? Entre sus muchas ventajas ahorran espacio, por lo que no tendrás que renunciar a la mesita de noche si tu dormitorio es pequeño; dejan hueco libre alrededor de la cama para que puedas moverte sin tropiezos; permiten integrar las lámparas y hay diseños en todos los estilos para que encuentres el que mejor se adapte a ti. Estas 11 ideas terminarán de convencerte. 

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A modo de hornacina

Este cabecero con hornacina como mesilla de noche aporta un plus de estilo al dormitorio y crea perspectiva visual, al mismo tiempo que permite tener tus cosas a mano y dar un toque decorativo con un jarrón o un objeto especial. La idea de hacer una balda fuera del propio nicho resulta muy práctica y cómoda para coger y dejar tus cosas desde la cama. 

Tres en uno

Tres en uno

Más que un dos en uno, hay que hablar de tres en uno, ya que este cabecero integra mesilla tipo hornacina y una práctica balda superior que puede hacer las veces de pequeña librería con tus libros preferidos o los que tienes pendiente de lectura. Sin olvidar que las lámparas también forman parte de la estructura. Además, este diseño con papel pintado mantiene la armonía con la cama y el resto de la habitación. 

Modelo exento con mesilla volada

Modelo exento con mesilla volada

Este dormitorio cuenta con un doble cabecero. Por un lado, el que incorpora la cama y, por otro, el zócalo alto que se ha creado con listones de madera, que integra la mesilla y que, al mismo tiempo, protege la pared de roces y aporta actualidad al conjunto. Para no recargar, se ha optado por una mesilla sencilla, pero con las proporciones necesarias para ser de utilidad. 

 

Más que una mesilla de noche

El blanco y la madera se alían en este dormitorio llenándolo de calidez y calma. Para no romper esta atmósfera tranquila, el cabecero de obra juega con ambos integrándose en el ambiente y cumpliendo además la función de mueble auxiliar, ya que al estar tan cerca del sofá es también un lugar perfecto para apoyar la taza del café o la revista que estás leyendo. 

Con una práctica estantería

Este cabecero con estantería integrada con divisiones de diferentes tamaños podría prescindir de la mesilla de noche. Sin embargo, aquí se incorpora en el ambiente creando un conjunto perfecto. Eso sí, para que sea parte del cabecero, se opta por un modelo sencillo de madera, no demasiado grande que encaja a la perfección en el hueco libre al lado de la cama. 

De papel pintado con balda y gaveta

El papel pintado hace de hilo conductor en esta propuesta, combinando un modelo más llamativo en la parte superior y otro más sencillo en los mismos tonos en la parte inferior. Además, destaca la mesita de noche con balda y una gaveta con puerta que permite que tus cosas (libros, gafas y móvil) estén a mano, pero ocultas a la vista. La balda superior siempre brinda centímetros extras de almacenaje

Menos es más

En ocasiones, lo básico es la mejor opción, como ocurre en este dormitorio, que nos recuerda a las habitaciones de los hoteles donde la funcionalidad y la comodidad de los huéspedes son valores añadidos. Realizado en madera, para aligerar su peso visual y dar un toque decorativo se ha colocado en una pared empapelada llena de estilo

Con baldas y a lo loco

En esta propuesta el cabecero integra tres baldas: dos voladas como mesita de noche y una superior. Su diseño de listones de madera posee un gran peso visual que se ha compensado con la sencillez de las mesillas de noche que, sin embargo, son muy prácticas en el día a día, ya que disponen de una superficie lo suficientemente grande para dejar el libro o el móvil, por ejemplo. 

Doble mesita de noche

Este cabecero es el rey del dormitorio, con permiso de la cama, ya que va de suelo a techo y de pared a pared, acaparando toda la atención. El diseño y la distribución de la habitación permiten las dos clásicas mesitas de noche exentas se complementen con una hornacina de gran tamaño que puede dar mucho juego tanto práctico, como estantería, como decorativo, albergando aquellos objetos especiales que quieres mostrar. ¿Un plus? El tono claro de la madera no resulta pesado visualmente y proporciona calidez y luminosidad. 

Cabecero con un nicho como mesilla

Cabecero con un nicho como mesilla

Los cabeceros con nichos de almacenaje, como este, resultan muy decorativos sin perder su capacidad para mantener el orden, aunque, eso sí, nos obligan a ser 'ordenados' para que todo esté en su sitio. Otra buena idea para copiar de esta propuesta es recurrir a una mesita auxiliar como mesilla de noche, que puedes quitar o poner según tus necesidades.