Hace 20 años cumplió su sueño de dedicarse a la moda y ahora, a sus casi 40, vive en la casa de sus sueños. Él es Víctor Blanco, el protagonista de esta historia y el estilista más buscado y cotizado de España.

Víctor está detrás de los estilismos de David Bisbal, Rosanna Zanetti, Ana de Armas y Ester Expósito, entre otros muchos rostros reconocidos a nivel internacional. ¿La clave de su éxito? El trabajo duro y la constancia, algo que no ha dudado en aplicar durante el año y medio que duraron las obras de su casa. 

Todo sobre la espectacular casa de Víctor Blanco

El estilista, aunque es barcelonés, tiene un pie en Los Ángeles y otro en Madrid, donde se encuentra su “casita” de 155 m² útiles. Pero no está solo. Vive junto a su pareja, Jesús Verdú, otro gran apasionado de la moda y de la decoración que, como confiesa el propio Víctor, se ha encargado del 100 % de la decoración. Así, la pareja ha reflejado en su proyecto más bonito y personal, su exquisito gusto por el estilismo, dando forma y vida a una casa del 1890 que ahora pueden llamar hogar.

Víctor nos cuenta que en Villa Chuvik, así han bautizado a su hogar, conviven tres estilos decorativos distintos: el estilo ecléctico, el Mid Century y el pop, lo que significa que ha combinado muebles y objetos de distintas épocas y con acabados y colores llamativos que son prácticos y estéticos a partes iguales

Su piso en imágenes. ¡No pierdas detalle!

Las imágenes que verás a continuación demuestran que la pareja se ha alejado de lo convencional, han dejado de lado el color beige y otros tonos neutros y muebles con diseños básicos para presumir de un hogar lleno de personalidad, muy suyo, y con ideas decorativas originales.

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Silla de Platner. Suelo de Cosentino. Foto: Sergio Borondo

Arte e historia en cada pared

En casa de Víctor y de Jesús puedes encontrar piezas que no habrás visto ni verás jamás. ¿Por qué? Porque la pareja ha añadido a la decoración de su hogar elementos históricos como el cuadro que decora la pared del recibidor, que es de anticuario, del 1670 y posiblemente de la escuela de El Greco

Fíjate en el espejo con marco dorado y ornamentos que del fondo de la fotografía. Este espejo va más allá de ser un objeto decorativo. Se ha convertido en un icónico en Villa Chuvik. Se trata de un espejo del año 1800 aproximadamente y es lo único que venía en la casa cuando la compraron. "Fue la señal para decidirnos por esta casa", asegura Víctor.

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Sofás y cojín dorado de Vical Home. Cojín estampado Versace. Foto: Sergio Borondo

Luz y armonía cromática en el salón

En la decoración de esta casa no faltan los detalles y textiles de grandes marcas del mundo de la moda como Versace. En el salón, la pareja ha apostado por la combinación del azul y el dorado, tonalidades vibrantes que contrastan con el blanco impoluto de las paredes y de la estructura de los grandes ventanales. Se han sumado a una de las grandes tendencias de la temporada, la de decorar las mesas auxiliares con libros ilustrativos. Y, como ves, las esculturas y el arte están presentes también en esta estancia.

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Cocina de Cosentino. Lámpara de cristal de Murano. Jarrón de Helle Mardahl. Suelo de FAUS. Foto: Sergio Borondo

Estilo ecléctico y color en la cocina

La cocina es, sin duda, una de las estancias que más piropos recibe la casa del estilista. Destaca por la piedra con estampado moderno en color blanco y ocre que rompe con el estilo rústico de las vigas de madera. Ha sido decorada con detalles en rosa y dorado y han cuidado todos los detalles, como la cubertería, que también es dorada e, incluso, tal y como confiesa Víctor, tenían una cafetera igual en color plata y la cambiaron por una en dorado para no romper con la armonía cromática

¿Te has fijado en la lámpara y en la pantera rosa? Ambos objetos aportan el toque lujoso y único a la estancia. La pantera es de porcelana y viene directa desde Italia. 

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Mesa de Ónix persa de Nova Stone. Sillas de Phillip Stark. Escultura metálica de Piers Herny. Lámpara de araña Cloud 37 de Apparatus.

Sergio Borondo

La elegancia se apodera del comedor

Los muebles elegidos para el comedor son todo un acierto al ser de tonalidades claras que consiguen iluminar y agrandar el espacio visualmente.

La pareja ha apostado por la combinación de dos tipos de sillas, cuatro transparentes, muy originales, y otras dos elegantes en dorado y en blanco. La decoración de esta estancia es, en sí, toda una obra premeditada que respira lujo silencioso.

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Foto: Sergio Borondo

Estilo sobre la mesa

Como te adelantábamos, no hay nada en esta casa que haya sido colocado en vano. Se ha cuidado también la decoración de la mesa. Imagina sentarte a cenar en una mesa que brilla por sí sola y que combina tan bien con la vajilla con estampado abstracto en blanco y negro de Vista Alegre, diseñada por Christian Lacroix.

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Butacas de cuero de Becca, Mesita de noche de Vical. Espejo de Ali Yikin Glass Studio. Jarron de Bluemarine. Papel pintado de Fornasetti. Foto: Sergio Borondo

Un dormitorio único

¿El dormitorio? Otra estancia sin rastro de básicos. En la zona noche de la casa se ha apostado por la combinación de la elegancia del color negro con la fuerza y el magnetismo del color rojo que vemos tanto en la ropa de cama como en el jarrón. Las butacas clásicas de piel y madera contrastan con el espejo con efecto, que añade el toque urbano y moderno a la estancia. 

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Osos de dEmo. Banqueta de Vical. Suelo de FAUS. Lámpara de Murano. Foto: Sergio Borondo

El paraíso del estilista

Sí, llegamos a la estancia favorita del estilista, que, como no podía ser otra, es su vestidor, un vestidor de ensueño, que podría considerarse el corazón de la casa. Ocupa, ni más ni menos que 20 m² y ha sido diseñado a medida. Han prescindido de las puertas, dejando toda su vestimenta a la vista, sin que esto de pie al desorden visual. ¡Todo lo contrario! 

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Baño de Cosentino. Lámparas vintage de El Rastro. Foto: Sergio Borondo

En negro y lujoso

En esta casa disponen de dos baños, uno de ellos sigue la línea estética del dormitorio al estar teñido de color negro y dorado. Además de los azulejos a juego con el mueble del lavabo, en esta estancia no pasa desapercibida la lámpara de techo, una reliquia de los años 50 que agrega el toque romántico a un baño tan masculino.