¿Dirías que este piso, tan luminoso y funcional, es de 1800? Lo delatan algunos elementos estructurales conservados tras la reforma

¿Quién le iba a decir a este piso, ubicado en un edificio de finales de 1800, que tendría las posibilidades que ha mostrado tras esta reforma integral? Claro que el mérito hay que asignarlo al proyecto realizado por GMT Architecture & Design. Por que la vivienda tenía una distribución muy compleja y casi en su estado original, lo que significaba espacios muy compartimentados, multitud de pasillos sin luz y un muro de carga paralelo a la fachada que limitaba bastante.

La demolición completa garantizaba acabar con todos los 'peros', ¡incluso el muro de carga! Se solucionó creando un mini-distribuidor para colocar un armario de servicio y un acceso al despacho, abriendo los huecos verticalmente para comunicar visualmente la zona abierta de día con la entrada. De esta manera también se respondía al deseo de los propietarios de que la luz natural llegara al máximo de espacios.

Tanto los radiadores clásicos recuperados, como las contraventanas originales se han pintado de blanco, como otros detalles del piso.

Ideas

10 tendencias para baños pequeños que debes ver antes de decorar el tuyo este 2024

El piso se encuentra en el barrio madrileño de Malasaña, apenas tiene 100 metros cuadrados y se presenta tras la reforma con dos dormitorios, dos baños, mucho almacenamiento y espacios comunes conectados de salón, comedor y cocina. Esta zona social presume de tres balcones a su fachada centenaria de ladrillo, un deseo que, en la búsqueda de la vivienda, solicitaban los propietarios en cuanto a tener la mayor parte de las estancias con acceso exterior.

Con la reforma se renuevan todas las instalaciones, se redistribuyen los espacios y se intenta buscar una uniformidad estética y material en todos los espacios para huir de la sensación de compartimentación. De ahí la instalación de un suelo continuo de madera natural en toda la vivienda (salvo en los baños) y el uso de mortero con acabado texturizado y diferentes tonos para transmitir un ambiente acogedor.

Para nosotros era muy importante la armonía formal y material de este espacio, por lo que se ha apostado por tonos similares en mobiliario, cocina, iluminación y decoración - GMT Architecture & Design

Leer el artículo

Una cocina engamada con los tonos del interiorismo

Todo el mobiliario de la cocina se diseña intentando esconder su propia naturaleza, estando todos los electrodomésticos de Franke integrados y ocultos en la medida de lo posible. En cuanto al color de la cocina, armoniza con los tonos del mortero, madera y mobiliario, evitando que alguno de los elementos destaque por encima de los otros.

Una encimera y fregadero de piedra natural

La encimera se trata en el proyecto como si fuera un cuadro horizontal, apostando por una piedra natural, incluyendo el fregadero del mismo material. En cuanto a la campana, está integrada en la propia placa que lograr tener el techo libre de aparatosos extractores. La lámpara es de Aromas del Campo.

Aprovechamiento de los espacios de tránsito

Los espacios de tránsito se aprovecharon para instalar armarios de suelo a techo entre los que se escondieron elementos como la lavadora, la secadora e incluso la caldera, para dejar espacio en la cocina mucho más libre para el almacenamiento de los elementos propios.

Madera en el comedor y en los pilares originales

La mesa del comedor es de madera a juego con las sillas de cordel y las butacas de piel y acero. Desde esta perspectiva se aprecia uno de los pilares de madera originales de la estructura del edificio que se deja visto tras lijar y barnizarse a tono con el resto del piso.

Un muro panelado que oculta una puerta

La zona panelada en blanco del salón oculta un armario y el acceso al dormitorio principal, cuya puerta queda completamente integrada, sobresaliendo únicamente la maneta. En cuanto al sofá, se diseñó a medida en tonos claros, "ya que al ser un elemento muy masivo, no queríamos que cobrara demasiado protagonismo", declaran desde el estudio.

Salón con chimenea

En la elección del mobiliario, se opta por piezas puntuales que dan un toque extra de personalidad al espacio, como las mesas de centro del salón; una es de madera natural y la otra combinada de acero y vidrio, en contraste con la del comedor. La chimenea se decide incorporar pero en un lateral para no darle demasiada importancia.

Un dormitorio luminoso en tonos claros

El mobiliario de este dormitorio recupera los tonos neutros con maderas claras y microcemento en las lámparas de noche, con especial protagonismo a la silla Cesca, un imprescindible del estudio. La claridad está garantizada gracias a las cortinas de lino que permiten el paso de la luz tamizando las vistas para garantizar la privacidad, ya que se evita el uso de persianas con el fin de que el tamaño de las ventanas sea el mayor posible.

Suelo de terrazo y grifería dorada para el aseo de cortesía

Este pequeño baño presume de unos alicatados granates combinados con el suelo y el zócalo en acabado terrazo, incluyendo el plato de obra de la ducha. La grifería empotrada en dorado pone el toque más sofisticado al que también se utiliza como aseo de cortesía.

Una suite con mortero natural y detalles en mármol

La cantidad de luz natural que recibe la suite permite jugar con tonos diferentes al blanco, dejando éste para el armario que va de suelo a techo. En general, la estancia sigue la línea del resto de la casa, enfoscando con mortero todas las paredes. El guiño cromático lo ponen las lámparas de Aromas del Campo cuyo detalle de mármol combina muy bien con el de las mesillas de noche, de Zara Home.

Tonos cremas con toques negros

Para el baño principal se optó por un acabado mixto de mortero junto con un alicatado esmaltado e irregular en la ducha, cuyo tono crema combina perfectamente con el acabado en madera del lavabo y la grifería empotrada en negro mate. A juego con ésta, se eligieron los espejos y la lámpara.