Ricard Ferrer, diseñador: "Un accesorio de baño convive con nosotros unos 20 años, así que, si es bonito, práctico y de calidad, mejor"

Un toallero que también puede ser una estantería. Una caja organizadora que no necesita manual de uso. Una guía de pared que reconfigura el baño, el estudio o la cocina con un solo detalle. Alife, la nueva colección de accesorios de Cosmic, una marca del Grupo Roca, no es un conjunto de piezas, sino una filosofía: orden sin rigidez, diseño sin imposiciones, belleza sin esfuerzo.

Ricard Ferrer, diseñador industrial con una mirada profundamente contemporánea, firma esta propuesta que habla de sostenibilidad, libertad de uso y evolución. Con una paleta de colores cálida y un innovador sistema de montaje EasyClip, Alife acompaña al usuario en su día a día, adaptándose a su estilo de vida con naturalidad e inteligencia. Hablamos con él sobre cómo se diseña un sistema vivo y qué papel juega el diseño en el bienestar cotidiano.

“Alife es una propuesta de uso abierta y propositiva”: entrevista a Ricard Ferrer

La colección Alife destaca por ser versátil y personalizable. ¿Cómo crees que este enfoque modular cambia la forma en que las personas interactúan con sus espacios, especialmente en el baño?

Alife sugiere movilidad y cambio, creemos que este es el aspecto más relevante de la propuesta, frente a los tradicionales accesorios de baño que son elementos estáticos. En Alife la propuesta de uso la configura cada usuario a la medida de sus necesidades y puede cambiarlo, jugando con todo el ecosistema. Es una propuesta de uso abierta y propositiva. Nos encantará ver la interpretación final de los usuarios, estamos seguros de que lo aplicarán en situaciones que ni hemos imaginado.

¿Qué aspectos de la funcionalidad diaria de un baño o un hogar consideras más importantes al diseñar accesorios como los que forman parte de Alife? ¿Es más importante la estética o la utilidad?

Siempre quieres que los objetos que diseñas se integren, sumen en el entorno de uso, hablamos de accesorios que resuelven necesidades específicas, atendiendo al máximo los detalles de forma y calidad percibida. Estética y utilidad son las caras de una misma moneda, por ello deben estar compensadas, porque sabemos que la parte estética es fundamental en la motivación de compra. La función y los detalles de uso de cualquier objeto los vas a ir descubriendo con la pausa en tu día a día.

En tu experiencia, ¿cuáles son los errores más comunes que cometemos al elegir accesorios para el baño?

Con los accesorios, merece la pena dedicar tiempo y descubrir cómo usas un espacio, es muy fácil cometer errores replicando soluciones anteriores. Otro aspecto importante es apostar por colecciones con una gama de productos amplia que te permita resolver el mayor número de situaciones con un mismo criterio y coherencia.

Uno de los puntos clave de Alife es su sistema ‘EasyClip’. ¿Qué te inspiró a crear un sistema tan simple y flexible para el montaje y la personalización de los accesorios?

EasyClip nos aporta la flexibilidad y movilidad que requería este proyecto, era importante hacerlo sin herramientas, los usuarios no quieren dedicar tiempo a instalar accesorios, asimismo estos sistemas deben comunicar, deben ser comprensibles a simple vista. La dificultad añadida fue hacer compatible un único sistema para todas las variables de montaje (piezas freestanding, a pared o en carril múltiple) que plantea la colección.

En cuanto a sostenibilidad, los materiales reciclados como el ABS y el aluminio son una gran decisión. ¿Qué te motivó a seguir un enfoque tan eco-consciente en esta colección?

Cualquier nuevo proyecto nace necesariamente con esta exigencia, por compromiso propio y por la propia presión del mercado que no lo aceptaría de otra manera. La motivación última debe ser plantear objetos perdurables, utilizando los mínimos recursos materiales con el menor coste de energía para su transformación. También hay otros aspectos relevantes en este ámbito que se trabajan intensamente como el packaging de producto, que plantea retos específicos.

¿Cómo ves la evolución de los accesorios para el baño en el futuro? ¿Crees que se verán los accesorios como algo más allá de la decoración, como una parte integral del estilo de vida y el bienestar?

Sí, claramente hay una interrelación entre los espacios en el hogar, algunos usos del baño no escapan de esta tendencia de integrarse, por ello el lenguaje, materiales, texturas y colores se acercarán cada vez más a lo que se propone desde el sector del mobiliario. Los códigos del entorno baño están cambiando, ya no están tan pautados por criterios clásicos que tienen que ver con la limpieza, mantenimiento e higiene de los materiales tradicionales, todo fluye de forma más orgánica y transversal.

Alife ofrece una paleta de colores bastante variada, desde el melocotón hasta el negro mate. ¿Cómo eliges los colores para una colección de accesorios, y cómo logras que se mantengan en tendencia mientras se adaptan a diferentes estilos de decoración?

Alife nace con una paleta de colores actuales, cálidos y confortables. Colores que permiten acomodarse a diferentes situaciones y usuarios. En un objeto, lo primero que percibimos es el color, y es algo que con frecuencia no se trabaja lo suficiente. Sin duda, la paleta de colores propuesta nace de la observación, y es un aspecto vivo, abierto, que nos permitirá ir introduciendo nuevas sensibilidades en el producto.

Si tuvieras que dar un consejo a alguien que está reformando su baño, ¿qué no debería poner en su espacio y por qué? ¿Qué accesorios consideras que son imprescindibles?

Más que prescindibles o imprescindibles, creo que debemos pensar primero en las situaciones. Por ejemplo: si voy a necesitar colgar una toalla, puedo hacerlo con un toallero lineal o de aro, pero a lo mejor con una percha puedo tener suficiente si no tengo espacio. Actualmente, todo es más relativo, no está tan pautado. Lo que sí que recomendaría es que el factor precio no sea tan determinante: un accesorio convive con nosotros una media de 20 años, así que, si es bonito, práctico y de calidad, mejor. Porque los detalles y los accesorios lo son: en un hogar, suman.