En Catalunya hay un proverbio que dice que al pot petit hi ha la bona confitura, cuyo equivalente en castellano sería aquello de que 'perfume bueno viene en frasco pequeño'. Y es que no hace falta un gran escenario para que calidez y diseño reluzcan de forma evidente en una vivienda.

Hablamos en este caso de una reforma integral que hizo NT-Studio en un antiguo edificio del barrio valenciano de Ruzafa. En un piso de 75 metros cuadrados (algo ajustado para una casa familiar), y con el objetivo de respetar el pasado histórico que reflejaba la construcción, aprovecharon al máximo el espacio y la altura de los techos abovedados para crear un concepto estético de libertad espacial - con una distribuicón abierta en las zonas comunes - y tranquilidad, a través del mobiliario, la iluminación y los complementos.

 

Comedor mesa redonda pared ladrillo visto
Foto: NT Studio

Una de las características más llamativas de este pequeño piso es la paleta de colores, creada en consonancia con los tonos de las baldosas hidráulicas recuperadas que se distribuyen a lo largo del pasillo hasta llegar al baño. Funcionan como una espina que guía la decoración del resto de estancias, todas ellas decoradas en colores lavados y neutros.