Hoy tenemos un reto por delante de cara al nuevo curso que estamos estrenando estos días de septiembre. Y es el de decorar las paredes del salón de casa. Ya sabemos que lo más recurrente, común y repetido en el diseño interior de muchos hogares es tirar de cuadros y de arte para dar vida a una pared desnuda; pero nos vamos a atrever a cambiar estar norma.
Y lo vamos a hacer de una manera de lo más original, divertida y de la mano de IKEA con un guiño muy emotivo y que seguro encanta a tu abuela; sobre todo si tiene raíces andaluzas, ya que es todo un homenaje a una pieza que se veía hace décadas en la mayor parte de los salones de sus casas. Una idea de lo más inspiradora que la marca sueca ha sabido rescatar para dar un plus deco a las paredes de esta estancia principal con buena dosis de gusto, elegancia, personalidad y toque acogedor.
La idea que han tenido en IKEA
¿Tienes una vajilla con solera y que perteneció a tu familia? Tienes la decoración perfecta para las paredes del salón en forma de platos que se colocan en esta estructura vertical. De esta manera, la marca sueca ha sabido rescatar esta tradición española (sobre todo de las casas del sur del país) para vestir las paredes: colocando platos de distintos colores, tamaños, formas y dibujos. Y es que precisamente la gracia decorativa está en no ponerlos todos igual.
Para combinarlos, elige más grandes o más pequeños, en tonos lisos o bien con estampados de flores o botánicos, de tamaño más grande o en pequeñas dosis, en forma de platos de postre… Y en cuanto a materiales, el acierto también está en la mezcla de ellos, aunque si nos preguntas (y a los profesionales del diseño de IKEA), nada como la cerámica para decorar.
Esa misma magia decorativa no solo atañe a la disposición de este elemento de la vajilla en la pared. Decorar el resto de la estancia (o al menos la que se encuentra cerca) es otra de las pistas que nos da IKEA con esta propuesta. Como se puede ver en su idea, todo el conjunto tiene al blanco como color predominante tanto para los platos, como para el mobiliario y el resto de elementos decorativos de la estancia. El acierto total ha sido el saber mezclar piezas más antiguas (los platos) con muebles más actuales y con hasta cierto toque nórdico. Pasado para la pared y la mesa más clásica y presente para la alacena, la lámpara y los candelabros de diseño.
Más formas ingeniosas de decorar las paredes del salón (y no, no son cuadros)
Pero no son los cuadros… y ni siquiera los platos de cerámica son los únicos encargados de decorar las paredes de los nuevos salones que queremos estrenar este otoño. Será por ideas para no aburrirse y ser de lo más originales: desde composición de espejos, pasando por molduras, dejar el ladrillo visto o hasta poner hasta media altura cenefas de azulejos (sí, azulejos para el salón).
Y esto no acaba aquí: apliques luminosos, tapices y telas artesanales, esculturas colgantes… Ni sabrás qué elegir y cómo enfrentarte a la paleta en blanco de una pared del salón.